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La flor. Parte I

Drama. Fantástico. Intriga. Musical Primera parte de las tres que componen "La flor", tercer largometraje de Mariano Llinás. Consiste en un prólogo (la presentación del film a cargo del director) y dos episodios. En el primero, una momia libera una maldición en una excavación en una provincia del interior de Argentina. En el segundo, una pareja de cantantes pop se reúne para tocar después de muchos años, mientras una mujer se inyecta veneno de escorpión con fines ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
27 de octubre de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El propio Mariano Llinás ya nos advertía en el cine de Ourense, antes de que comenzase la proyección, por si alguien quería bajarse del carro: “Lo que están a punto de ver NO es una película. Dura cerca de cuatro horas, con un pequeño descanso para que puedan ir al baño y algunas de las historias no tienen final”, obteniendo estas palabras algunas risas nerviosas por parte del público presente. Toda una declaración de intenciones, ya para empezar.

La flor – primera parte, como su propio título bien indica, es el punto de partida de un conjunto de películas que constituyen un proyecto que busca ser unitario.

Esta primera parte, protagonizada, como las futuras que están por venir, por las cuatro mismas actrices en todos y cada uno de los relatos, comienza con un breve prólogo en el que el director se dirige directamente a nosotros: “Son seis historias: cuatro empiezan y no terminan; la quinta empieza y termina; y la sexta es el final. La primera es una suerte de clase B, esas películas que los estadounidenses hacían con los ojos cerrados y ahora parecen haberse olvidado de cómo hacer; la segunda es un musical con algo de misterio; la tercera es de espías; la cuarta no se entiende bien de qué es; la quinta está inspirada en una película francesa filmada hace muchos años; la sexta, sobre cautivas del siglo XIX que vuelven del desierto y los indios”.

En la primera historia, que recuerda, efectivamente, a las conocidas y clásicas películas estadounidenses de clase B, nos encontramos con una serie de hechos sin aparente explicación que comienzan a sucederse tras la llegada de una momia a un laboratorio encargado de trabajar con fósiles.

La segunda, recalquemos que denominada por su propio autor como “musical con algo de misterio”, nos cuenta la historia de una pareja (dentro y fuera de los escenarios) de músicos que en el pasado ha tenido un gran éxito, atravesando ahora, sin embargo, una grave crisis que les ha dejado muy cerca de la separación. Esta historia se ve unida, a través de una de sus protagonistas, con otra paralela en la que un muy peculiar grupo busca conseguir la forma de alcanzar la eterna juventud, siendo éste el elemento misterioso de la narración. Esta parte de la película se ve acompañada por numerosas canciones originales muy conseguidas que irán cayendo con el paso de los minutos.

El trabajo de las actrices en estas dos primeras historias es notable, algo que se complementa en el apartado técnico con una muy singular forma de grabar, caracterizada en este caso por los primeros y medios planos, siendo muy habitual también el desenfoque por parte del director.

La mano de Gabriel Chwojnik, que vuelve a unir fuerzas con Llinás para encargarse de la música una vez más, es, como ya nos tiene acostumbrados, decisiva, principalmente en los momentos de tensión, aportando ese definitivo toque de suspense.

Una muy recomendable primera parte (sobre todo gracias a su segunda historia, a pesar de la buena factura de la primera y del interés que consigue suscitar en todo momento) de la trilogía desarrollada por Mariano Llinás, en lo que ha supuesto el estreno de este proyecto en suelo español.

Jorge Madriñán, http://metropolitano.gal/gafapasta/cine-la-mente-del-argentino-mariano-llinas/
Yosi
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11 de diciembre de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
CRÍTICA DE LAS TRES PARTES DE "LA FLOR"
Y los días 26, 27 y 28 de noviembre a las 18:30, 16:30 y 17:30 se vio el mastodonte del festival: La flor, ambiciosa y peculiar película de 14 horas de Mariano Llinás. Película en tres partes, compuesta por seis historias. Cuatro que empiezan y no acaban, una que acaba y empieza y una que cierra toda la película sin haber comenzado. Seis duraciones, seis géneros, diferentes personajes. Una conexión: las mismas cuatro actrices. Tres sesiones, una con un intervalo de 15 minutos y las otras dos con dos intervalos cada una. 40 minutos de créditos finales. Un desafío fílmico sin precedentes en nuestro acervo. Un cuaderno de bitácora fílmico, un diario de referencias, pensamientos e ideas en forma fílmica. Una propuesta ultranarrativa. Un gran chiste, largometraje de surrealismo y mordaz humor presente en todo instante. Un juego planteado como un desafío, como así nos lo introduce el propio Llinás en interpelaciones a cámara insertadas en algún momento de cada una de las 3 partes. Cámaras oscuras, cine mudo. Musical, terror de serie B. Espías, metaficción de investigación. Rusia, París, Vietnam, Bulgaria. Argentina, por supuesto. Literatura, Casanova, música, romances. Clasicismo en su forma, sobre todo en su banda sonora, cercana al suspense de las películas de los años 40. Voz en off que enriquece el discurso visual, y poso reflexivo y filosófico que dota de interés los sucesos. Una película realmente entretenido que se ve mucho más a gusto de lo que se podría imaginar. Pero es iluso no percibir que lo valioso es el dispositivo, la estructura, las costuras, no en sí lo narrado. Ninguno de los relatos llegan a términos claros, ni hay razonamiento alguno a la presencia de ciertos elementos o su relación con otros, es arbitrariedad hija de la experimentación de su padre. Y en el plano visual la película es rematadamente pobre, deducimos consecuencia de los pobres medios de producción y de que, parece evidente, la refinación estética no se encontraba entre las obsesiones de Llinás. Aún con esto, al César lo que es del César, estamos ante una obra monuméntica. Única en su especie y con un lugar predominante en el panorama cinematográfico del año. Servidor la disfrutó, y es sin duda un visionado recomendable para los más cafeteros. Pero su interés es relativo para todos los demás.
Néstor Juez
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27 de noviembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La flor no es una película cualquiera. La flor se ha convertido en pocos meses en una leyenda, en un concepto extraño que resuena de festival en festival como algo que nadie se cree que pueda existir, en algo a lo que uno no sabe cómo hacerle frente. Es un objeto místico y mitológico, un leviatán, un kráken, un juggernaut cuyo principio, cuya estructura y cuya narración intimida a cualquier espectador aguerrido que ose ponerse delante y que se arriesga a terminar aplastado por este gigante. La flor son seis historias: cuatro empiezan, pero no terminan. Una empieza y termina, como un cuento, y la última no tiene introducción pero sí un final. El esquema que forman la cronología de las historias se parece a una flor, de ahí su título y su cartel.

Las seis historias son, además, independientes entre sí: la primera es una película de terror de serie B al estilo de la Hammer, la segunda es un drama musical con un trasfondo de thriller, la tercera es una película de espías, la cuarta es un cuaderno de rodaje salpicado por una subtrama de fantasía, la quinta es un remake francés y la sexta es una película de aventura histórica. Nada tienen en común excepto a sus cuatro actrices protagonistas, cuerpo y alma de la obra, que en cada historia interpretan personajes distintos.

Y por si pareciera poco, un pequeño detalle: La flor tiene una duración de catorce horas. Catorce. Una duración reservada a las series pero cuyo patrón no puede aplicarse a la película. En una serie cada episodio tiene una duración similar, un ritmo periódico de corte a corte. No es el caso de La flor, que ya desde su inicio fue concebida como una antología de géneros, una película de películas, una metapelícula, donde un episodio dura cinco horas y otro apenas veinte minutos. Además, los intervalos que acompañan a las proyecciones rara vez coinciden con el final de uno de los segmentos. En palabras del propio director, los cortes de La flor nos devuelve a la nostalgia del cine-club, donde veríamos la misma noche tres películas seguidas con apenas una pausa entre ellas para salir a fumar un cigarro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
harryhausenn
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2 de febrero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El propio director se encarga al inicio de la película de explicar la forma en cómo se compone esta epopeya fílmica, un prólogo donde se enuncian los seis capítulos -completamente independientes entre sí- que forman parte de sus casi catorce horas de duración, cuatro historias inconclusas, otra con inicio y final, más la última que inicia por la mitad y concluye el largometraje.

Como sí a esa estructura le hacía falta algo, hay que agregar que cada una de esas partes se puede identificar dentro de uno o varios géneros, tienen como punto unificador el cuarteto de actrices protagonistas: Pilar Gamboa, Elisa Carricajo, Laura Paredes y Valeria Correa, que aparecen en todas las historias, evidentemente con personajes distintos, dando muestras de un registro amplio y una gran habilidad histriónica, pensando también en que la obra tuvo una filmación de muchos años, más específicamente diez desde su gestación hasta su final.

La división en tres partes de la película responde a la forma en como fue pasada en distintos festivales de cine. En esta primera parte se cuentan dos historias, la primera se desarrolla en base a una misteriosa momia que aparece en una excavación, esta libera una maldición que cae sobre Yanina (Valeria Correa), ella comienza a comportarse de forma extraña y termina siendo poseída por este ente.

La segunda de las historias se enfoca en unos cantantes, Victoria (Pilar Gamboa) y Ricky (Héctor Díaz), ellos formaron un dueto de mucho éxito tiempo atrás, además de que mantuvieron una relación amorosa, el filme rememora la relación de ellos y como esto sirvió de inspiración para la realización de canciones, que se van escuchando a lo largo del capítulo y que forman sin duda uno de los puntos más notables, hay melodías llenas de sentimiento que toman aún más fuerza de acuerdo a lo que se va contando.

A esta historia hay que agregarle una subtrama paralela que se va desarrollando alrededor del personaje de Flavia (Laura Paredes), esta, aunque se siente completamente alejada de la trama central, le agrega un toque de misterio e incógnita a la obra, con una idea descabellada alrededor del veneno de un escorpión, lo que posteriormente nos lleva a un extraño grupo que busca alcanzar algo imposible, es de esperarse que en algún momento ambas tramas se encuentren.

La fuerza que consigue Llinás en este capítulo es impresionante, superior al primero, todo lo que concierne a la relación entre Victoria y Ricky mantiene un nivel imprescindible, como esos grandes dramas románticos, el romance entre los protagonistas no es presentado de forma común, lo que da cuentas de la habilidad como narrador del director, que también es guionista de la película, para culminar la historia con un tremendo clímax en el estudio de grabación.

¿Qué más sigue? Ya lo veremos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
10P24H
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5 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ya he hecho en varias películas que tienen tres o más tramas independientes entre sí, cogeré los capítulos de uno en uno y los iré reseñando, y en lo que sería la reseña hacia la película uniré cada reseña de cada episodio de la película, eso sí, algo más resumido para que no se haga pesado.

Capítulo I
Creo que esta es la historia más corta de todas. Y realmente no me ha gustado mucho. Un rollo insufrible, tal vez piense así porque no sabía a qué tipo de formato me estaba enfrentando realmente. Aun así, me parece mal dirigido con una trama que pudo dar más de sí. 3/10

Capítulo II
Esta me gusta más. Un thriller con una tensión muy bien marcada, y una dirección increíble para que le prestes atención a la historia y no a otras cosas. Aunque ni de lejos lo considero un musical, este género tiene unas circunstancias que creo que toda película musical debería cumplir, y esta historia no los cumple. Aun así, no solo vería esta historia otra vez, sino que quiero saber mucho más de ella. 7/10

Media de la primera parte: 3+7=10. 10/2=5. Un 5 es la nota definitiva para La flor (parte 1)
667
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