Los hongos

Ras (Jovan Marquinez) es un joven afrodescendiente que vive con su madre, no estudia, medio trabaja, es grafitero. Su amigo Calvin (Calvin Buenaventura) cuida a su abuela enferma de cáncer, sufre por un amor, comparte la misma pasión por el graffiti. El film es un viaje de sus protagonistas, por la ciudad, por los mundos suburbanos, por las múltiples expresiones culturales callejeras, por el amor, por una introspección de cada uno de ellos, por la libertad.

El propio Ruíz trabajo en el guion junto a César Augusto Acevedo, realizan un bosquejo alrededor de diversas identidades, no sólo de los jóvenes y sus manifestaciones, sino también de los grupos de afros, representados en una escena por la madre de ras y sus amigas, una secuencia impresionante donde cantan a capella una letra sobre su raza y como tuvieron que dejar sus raíces. En ese sentido está también la mezcla entre sus creencias y la religión cristiana.

Así mismo hay una más que evidente crítica al contexto histórico y político del filme, a todo lo que representa este control y poder político. De ahí que se de un paralelismo entre la Revolución egipcia y la revolución de estos jóvenes graffiteros, en el sentido de que mediante su arte resultan ser contestatarios del sistema, representándose como una resistencia y buscando visibilizar cosas, a pesar de ser perseguidos.

Los hongos cuenta con el trabajo de actores no profesionales, quienes realizan una labor genial, la compenetración de los protagonistas es indispensable para el buen funcionamiento de la trama, y vaya que lo consiguen. Una película que es un canto por la amistad, por la libertad como se mencionó, por la naturaleza como se denota de forma genial sobre el final, por la búsqueda del amor y por una mejor sociedad, un trabajo muy agradable, divertido, con buenas intenciones, sobre jóvenes rebeldes.

Finalmente, me gustaría mencionar el por qué del título, según el propio director se da porque los hongos crecen y se esparcen, por lo general, en condiciones de lamentables, de podredumbre, tal cual como se manejan estos jóvenes que aún así subsisten, buscan salir adelante y ser revolucionarios ante los canónes establecidos por la sociedad.

Es una película con un espíritu increíble, y no es de mi agrado ser crítica, pero toda esa alma que contiene no sabe trascenderla cinematográficamente. Unir completamente fondo y forma, la alquimia perfecta. Y es curioso, y probablemente sea pura anécdota, pero las últimas películas que se proyectaron, el domingo 7, "Las altas presiones", "Los hongos" y "No one’s child", todas fueron recompensadas por los distintos jurados. (Y eso que la programación era agotadora, ya que cada película tan solo se mostraba una vez, así que tocaba acampar en la Antiga Audiència.)

La película se sitúa en Cali (Colombia). Y personalmente, antes de ver la película, poco más aparte del sensacionalismo noticiero conocía de ese país, quitando el aspecto filológico-literario. Precisamente, una de las bazas que juega Los hongos con el público no nativo y no hispanoamericano, es el español de Colombia. Me pregunto qué deben pensar los espectadores familiarizados con esa variedad del español, porque creo que en el REC 2014 hubo cierta confusión en la apreciación de la relación entre la abuela y el nieto que muestra la película. ¿Realmente era tan cariñosa y atenta, o solamente es el modo usual de un joven colombiano de tratar a un familiar mayor? La dialectología y la pragmática, en este caso, resultan apasionantes.

RAS (Jovan Alexis Marquínez) es un skater, nada más y nada menos, porque ese es todo su orgullo. Trabaja de paleta en una obra, pero roba pintura a escondidas del resto de compañeros. Su madre, una ferviente religiosa, intenta reencauzarlo en el buen camino, que cada noche duerma en casa, que vaya a misa… Incluso organiza una reunión con el pastor de su parroquia y una beata, pero RAS no muestra demasiada predisposición a ir a venderse a una iglesia comprada por el partido político, que necesita urgentemente votos para ganar las elecciones de turno. Muy interesante es el ritual de ablución al que la madre somete al joven, si las misas parecían sacadas de un blockbuster estadounidense que reflejara la comunidad afroamericana; el lavatorio muestra un sincretismo muy propio de la cultura latinoamericana.

Y Calvin (Calvin Buenaventura) también es skater y estudiante de Bellas Artes, ciertamente ausente, pero matriculado en la universidad. Si la figura materna de RAS era su madre; Calvin vivirá con su abuela (Atala Estrada), a la que cuida, ya que padece cáncer, y está en tratamiento. Estos jóvenes contarán con unos 18 o 19 años, pero ya tienen sobre sus hombros graves responsabilidades: mantener a su familia, cuidar solo a una enferma mayor… La relación entre abuela y nieto es simplemente preciosa. Calvin es atentísimo y extremadamente amoroso, y su abuela lo respeta y le da su espacio y libertad, pero cuando debe ser severa, lo es. Qué difícil es encontrar el punto justo, y siempre, con amor. (¿Me habrá influido a mi también el español de Colombia…? ¡Por reprochar…!)

¿Qué hacía RAS por las noches? ¿Por qué no podía dormir, y de ahí las medidas purificadoras de su madre? ¿Cuál era la verdadera causa del absentismo de Calvin a todas sus asignaturas? Pues pintar en las calles. Ahora dudo de si en la película se establece una diferencia entre “pintar” y “grafitear”, y si alguna queda denigrada, en cualquier caso, yo no voy a hacerlo . Y, es por una parte desmitificador; pero por otra, esperanzador que los amigos grafiteros se dediquen a preparar tan a conciencia sus dibujos, y estos no sean fruto de una simple improvisación a base de humo.

Reseña completa en: http://www.relatoenmarcado.com/2014/12/18/deambuleo/

Me gusta.
- Una Cali dinámica, a veces fea, pero a la vez fotogénica. Vivible.
- Un montaje ágil.
- Personaje pobres, pero el tema no es la pobreza, no pensamos “pobrecitos”.
- La relación de Calvin y su abuela; varios pequeños detalles hacen q esa relación sea creíble, como los masajes en la cabeza y las frases astutas de la vieja. Los dos personajes son muy atractivos a pesar de ser actores “naturales”, se empoderan de sus roles.
- La música aguanta y el sonido es bastante correcto.
- La locación de la casa de Calvin, llena de vegetación, como un oasis.

No me gusta.
- La relación entre Calvin y Ras no es verosímil, y la culpa es de Ras, que no se cree lo que dice y parece demasiado tímido ante Calvin para ser amigo de este. Me recuerda a Willington Ortiz en De pies a Cabeza. Lo de juntar los dos estratos a través del arte era importante, y se lo petaquearon.
- Demasiada la muletilla “parce”.
- Siempre que explican lo que quieren hacer con los murales es doloroso, Bla bla bla… es más efectivo cuándo accionan.


Mi puntaje después de todas estas críticas es: 7 estrellas. Más allá de las críticas, la película da para pasar un rato agradable y ver a Cali desde una perspectiva fresca, que no es la de violencia y narcos.
Recomiendo q la vayan a ver al cine –si no la quitaron ya- porque de lo contrario habrá que esperar 2 años para que llegue a Señal Colombia, estas nunca las sacan en dvd.

Como en uno de esos murales de Rivera, Los Hongos son personajes y trozos de vida en Cali. Una peli redonda, en la que a través de dos muchachos perdidos, que solo se encuentran pintando, visitamos toda la ciudad, muchas de sus capas, a base de brochazos de ensoñación y realismo muy bien entrelazados. Los hongos son la vida que brota entre la podredumbre y la muerte, pero todo muy tropical.

Califico esta película con un 4. Es un fallido intento al tratar de hacer una especie de realismo del mundo de los grafiteros de Calí. Esta pelicula se atranca en su narrativa que intenta contar la historia de RAS y CALVIN, dos jovenes grafiteros de la ciudad. EL Director trata de centrarse en personajes y situaciones secundarias, clichesudas, mal escritas y mal desarollados que rápidamente se sienten como retazos tratandose de pegarse a un guion que no encuentra su norte durante toda la pelicula. Para mi es un gran cuestionamiento que tipo de lectura le dieron a este guión entiodades europeas tan importantes como el Torino Film Lab o el Festival de Locarno y otros para habelo premiado tanto. Cuando va a dejar de ser nuestra miseria, opresion, desigualdad la unica manera de exportar nuestro exotismo /cultura para la cinematografia europea. El director desperdició una oportunidad de contar una historia de diferencia de clases con todos los matices de esta forma de arte y salpicó en muchas grandes ideas, terminando con un guion que se siente fuera de foco en su realización e inmaduro en su escritura.

Es una pena la direccion de actores referente a los protagonistas y yo me pregunto cuando van a dejar los directores colombianos esa extraña obsesión de tratar de usar actores naturales. Pocos han logrado unas performances convincentes. Ruiz Navia no es uno de ellos. La cinta tiene un feeling de intransigencia y rebeldia que se hace evidente desde los creditos iniciales, pero ha medida que la cinta avanza crece un sentimiento de caducidad. De alguna manera ese mundo de grafiteros y punks (no veia punks desde Sid and Nancy) empiezan a sentirse pasados de moda (quizás no para Calí), mal pintados, ochenteros. Yo solo recomendaria esta pelicula a amigos grafiteros. Aun no trato de entender que fue lo que esta cinta intento contarme.
Un hecho rescatable es la actuacion de la abuela de CALVIN. Es la unica que trae un aire mágico y convincente en su actuación. Le deseo suerte y madurez a Ruiz Navia en su próximo proyecto y ojala no sea tan psicorigido como las composiciones del vuelco del cangrejo ni tan insipido como este ratatouille de hongos.