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Último tren a Katanga

Bélico. Aventuras. Drama. Acción. Thriller En 1960, Bélgica concede la independencia a la República del Congo, pero una de sus provincias, Katanga, rica en minas de diamantes, se subleva contra el gobierno. En plena guerra, un mercenario trata de evacuar a los habitantes de un pueblo y, al mismo tiempo, de impedir que una fortuna en diamantes caiga en manos de las fuerzas rebeldes. (FILMAFFINITY)
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
14 de enero de 2010
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película brutal, violenta, y dramática; obligada y fantástica. Mercenarios en África al servicio del Congo en medio de una revuelta sangrienta a manos de los Simba. Una aventura inolvidable. Tras la descolonización, los desmanes tribales se convierten en un horror indescriptible.

Estamos en el antiguo Congo belga, país con conflictos interminables. Un argumento interesante y muy apropiado para resaltar la locura que desata el miedo a la venganza. Tribus sangrientas dedicadas a despedazar a los hombres para vender su carne en los mercados. El capitán Curry (tal vez la mejor película de Rod Taylor) y su sargento (Jim Brown, el que fuera una estrella del fútbol americano) convierten su misión en una relación de amistad que es lo mejor de la película.

Una clásica historia con sabor a películas de las de antes; con soldados a los que se les presenta la oportunidad de seguir luchando ... Personajes en situaciones extremas; una misión que cumplir con su amistad por medio. Soldados de todo tipo que incluyen a un ex oficial del Afrika Korps en un enfrentamiento con Rod Taylor para no olvidar. Una aventura sin parangón.

Un botín de diamantes, hay que recuperarlos, han quedado en un pueblo aislado en mitad del horror. Violencia tribal en las calles hasta el paroxismo del terror, y civiles en una huida imposible en el último tren a Katanga. La guapísima Ivette Mimieux, (no muy conocida, se casó con un ricachón después de haberlo estado con Stanley Donen), y el recordado Rod Taylor, uno de los actores que hubiera debido tener más suerte ya que siempre dio el 100 por cien en sus trabajos. Esta pareja también actuaron juntos en El tiempo en sus manos.

Una película clásica de excepción con un final certero; tanta violencia da para un final emocionante a más no poder con el cabo del grupo mercenario: Señor, venimos de la noche y usted tiene las manos manchadas de sangre. Inolvidable Rod Taylor. Uno de mis actores preferidos.
floïd blue
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6 de febrero de 2010
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta curioso que “Ultimo tren a Katanga” tenga tan pocos votos, debe ser que las legiones de seguidores de Tarantino no han leído alguna de sus biografías y/o entrevistas porque siempre cita a esta película como una de sus predilectas, como un homenaje a ella incluyó por ejemplo a Rod Taylor en el papel de Churchill en su aclamada “Malditos bastardos”.

Estoy en la línea de las críticas anteriores, todo el film resulta muy atractivo, temática, ambientación (rodada en Jamaica), guión, actuaciones, violencia explícita e incluso actuaciones (es casi seguro el mejor trabajo del ya mencionado Rod Taylor) pero con todo y con ello me sigue sin entusiasmar. Tiene ese punto anglosajón de presentar a sus mercenarios como tipos humanitarios, mientras los reyezuelos africanos son lo peor, por supuesto si un mercenario es un psicópata asesino es porque es un antiguo nazi. No intenta acercarse lo más mínimo a la problemática de Katanga, esa parte del Congo que se independizó y que las potencias coloniales aliadas pusieron de nuevo bajo las órdenes de Kinshasa por la fuerza por un mero interés económico. Y ya no hablemos de la critica soterrada (aunque es más evidente de lo que parece) a las fuerzas de las Naciones Unidas, algo que Jack Cardiff hace encantado en contraposición del capitán mercenario británico que sí se preocupa de la gente. Todo destila un tufillo de autobombo importante, pero se compensa sobradamente con una acción adelantada a su época y un gran entretenimiento.

“Último tren a Katanga” es uno de esos productos que si quieres verlo con superficialidad es una virtud y gana bastante, pero que si intentas ir más allá de lo recomendable puedes sufrir una buena desilusión, o lo que es peor bastante irritación.

La nota la misma hasta el momento de la web: 6,4
vircenguetorix
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11 de abril de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dark of the Sun o Los Mercenarios es la adaptación del libro de Wilbur Smith. El tema de Smith siempre ha sido la aventura africana, tanto en las épocas coloniales como en la turbulenta década del sesenta, cuando la mayoría del continente se revolvía en sangrientas guerras civiles.
El él caso que nos ocupa se ubica en medio de la crisis del Congo que tuvo lugar entre 1960 y 1966, aunque el resto de los hechos que componen la historia son ficticios.
Se trata de un escenario brutal, ya que se tratan de sangrientas refriegas entre despiadados dictadores y hordas de locales impulsados por un furibundo odio racial.
Ningún bando resulta potable y, lo que es peor, a la hora del combate resultaba mejor ser asesinado o suicidarse que caer en las manos del enemigo.
Considerando el año en que fue filmada, Los Mercenarios resulta shockeantemente violenta. Quizás uno se ha acostumbrado a cierto nivel de violencia cinematográfica con el paso del tiempo, pero aquí estamos hablando de una película con casi 50 años de antigüedad, y en la que hay matanzas de niños, hordas salvajes violando a hombres, mujeres y chicos, asesinatos bestiales y algunas de las peleas más violentas que uno recuerde.
Los Mercenarios forma parte de una serie de películas ultraviolentas (e injustamente olvidadas) en las cuales se embarcó Rod Taylor para intentar erigirse como héroe de acción. Esos títulos como Darker Than Amber (que tiene la pelea más salvaje de la historia del cine) o Trader Horn, por ejemplo, no rindieron sus frutos en la taquilla, y en los 70 un Taylor deprimido y sumido en el alcoholismo terminaría refugiado en una serie de deslucidas series televisivas. Lo cual es completamente injusto, ya que Los Mercenarios es un filme de culto de pura cepa que merece ser redescubierto en toda su gloria.
Es intenso y maduro, y tiene un puñado de escenas impactantes. Todos los personajes tienen su costado retorcido, incluso el protagonista, y el peligro está presente en cada uno de los fotogramas del filme, y las tomas son realmente inspiradas. Quizás el mayor problema que tiene Los Mercenarios es que es un filme recargado de testosterona, en donde todos los hombres sienten que deben retar al que tienen adelante (sin importar si es amigo o enemigo) para demostrar su fuerza y su virilidad. Pasa entre el noble Jim Brown y el recio Rod Taylor, o entre Taylor y el despiadado ex soldado nazi que compone Peter Carsten. Incluso Carsten termina con su cabeza a punto de ser aplastada por las ruedas de un tren mientras Rod Taylor se esfuerza porque la sangre del nazi no le manche demasiado el uniforme. Realmente éste es un filme brutal.
Que Los Mercenarios sea una de las películas favoritas de Quentin Tarantino no sorprende a nadie, ya que uno encuentra aquí patrones similares a los que tenía la brutal pandilla en Bastardos Sin Gloria.
No sé si trata de una gran historia, en realidad la trama es pequeña y hasta predecible, pero está narrada de una manera impresionante.
Los Mercenarios es de esas películas que uno debe rastrear porque sabe que valen la pena ver. Forma parte de un subgénero que daría títulos tan dispares como Los Gansos Salvajes o Lost Command, pero ninguno de esos filmes tiene la intensidad de la película que nos ocupa.

Lo Mejor: un Rod Taylor en estado de gracia, lo entretenida y violenta que es.
Lo peor: la actuación de Jim Brown, cero carisma .
flashion
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31 de julio de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película de aventuras postcoloniales sobre un mercenario encargado de recuperar unos diamantes en la recientemente independizada Republica democrática del Congo. “Rail movie” con buenas escenas de acción y un destacado trabajo de Robert Taylor, un actor algo limitado pero de gran presencia física, cuenta con una atractiva música de Jacques Loussier –ese perpetrador de versiones jazzísticas de Bach- para un film que deja un buen sabor de boca de la mano del brillante operador de cámara y, en ocasiones, acertado director Jack Cardiff. Aventuras para una nostálgica tarde de sábado de nuestra infancia. Buena.
Gould
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23 de enero de 2010
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante todo soy un fan del genero bélico, por lo que me gusta ver todo tipo de películas de este género y cuanto más exótico sea el marco y más desconocida es la guerra tratada, mayor es mi interés.
Las películas bélicas referentes al continente negro son muy escasas, en proporción a otros conflictos, lo que resulta tremendamente curioso, ya que no será porque no haya guerras en África, un contiene devastado por innumerables e interminables conflictos, muchos de los cuales siguen abiertos en la actualidad. La posible explicación de este hecho, es que posiblemente, a nivel comercial la temática bélica africana no sea excesivamente rentable y popular. Probablemente para un espectador medio occidental, es plato de mejor gusto ver a un marine tomando una colina atestada de nazis, por la libertad y la democracia, que ver a un mercenario occidental matando a favor de un gobierno títere por un puñado de diamantes.
La presente película es una serie B (con medios) de aventuras (muy entretenida por cierto) y que tiene como principal puntos de atracción, que el marco donde se desarrolla es el Congo (también influye la sonoridad del título, “Katanga”) , ya que la historia podría ajustarse perfectamente a un típico spaguetti-western (sudistas llevando oro en un tren, “Último tren a Monterrey”) pero que con dicha premisa hubiese caído en el mayor de los olvidos (más de lo que está) junto con millones de infumables westerns que se hacían por aquella época, y probablemente así, nunca hubiese visto la película.
Aunque he dejado claro que se trata de una peli de aventuras y no de un análisis sociopolítico de la situación africana postcolonial, como toda película de aventuras bien contada, permite al espectador atento, leer entrelineas, captando aspectos que enriquecen la película y aumentan su interés: mercenarios occidentales, gobiernos títeres, corrupción- diamantes, racismo….
La dirección corre a cargo del artesano competente Cardiff (excelente director de fotografía), que siempre ha realizado películas cuando menos interesantes, y al frente del reparto un estupendo Rod Taylor, un actor muy infravalorado (comparto la anterior critica), pero al que el tiempo, poco a poco va poniendo en su sitio.
En conclusión una película menor pero muy recomendable por entretenida y curiosa. Los amantes de películas bélicas con pocas pretensiones no quedarán defraudados.
akatone
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