Wanda Nevada

Pensaba que nunca lo iba a decir pero es que resulta que el principal problema que tiene "Wanda Nevada" es Brooke Shields, su protagonista, junto a Peter Fonda. Resulta que es una chica muy guapa pero es que tenía 13 años y medio, como nos recuerda su personaje, y realmente se la ve muy niña. Con todo no sólo se le da un rol bastante sexualizado sino que además todo parece indicar que hay aquí historia amorosa con un señor cercano a los cuarenta tacos. Esto es por lo menos delicado y algún espectador se puede sentir incómodo. No os voy a decir cómo resuelven la situación pero sí adelanto que lo hacen con cierta elegancia. Así que lo pasaremos por alto.

Dicho lo cual, "Wanda Nevada" es una película rarilla. En realidad, no es buena pero cuenta con cierto desparpajo, la trama es ligera a la par que entretenida y los personajes caen bien. Ahora bien, no termina de aclarar el género al que pertenece. Así a grandes líneas parece un western aunque ambientado en los años de la guerra de Corea, es decir, entre 1950 y 1953, pero también es aventura, comedia (ese tiroteo no es nada serio), romance, fantasía y hasta algo de drama. Esta mezcla no queda mal pero en ocasiones nos descoloca. Por ejemplo, los malos, que lo son, te acaban cayendo casi bien por el tono risible que toman. En conclusión, se deja ver. Brooke lo merece.

Wanda Nevada es el relato de una muchacha sin nadie a su lado tratando de colocarse en el mundo. Un hombre que se cruza en su destino servirá para empezar su camino. La pareja sale en busca de oro siguiendo una pista que les lleva hasta el río Colorado, el desierto y los cañones que lo atraviesan. Los inconvenientes van surgiendo.
La pareja que hacen Peter Fonda y Brooke Shields buscando la simpatía del espectador.
Ella aparenta una muchacha de 13 años y cuando rodó la película debía tener 14 ó 15, y hay que decir que apuntaba maneras; su belleza y su desparpajo es lo mejor del film.
Peter Fonda fue un actor premiado que logró su techo en Easy Rider, su participación más conocida, pero tampoco logró más alturas desde entonces; se quedó algo lejos de la popularidad que alcanzó su padre o su hermana Jane.
Wanda Nevada no ofrece grandes atractivos. Las tomas de los paisajes son bonitas sin más, la historia es tan sencillita como un cuento, y los personajes tampoco tienen mucha consistencia. Lo único brillante es una calavera monda y lironda, y la caminata que se pegan por el Gran Cañón es tan falsa como sacar una barca de debajo de la broza a las orillas del río y cuanto más la necesitan. No hay ni explicaciones y creo que realmente el que vea la película tampoco se molestará en pedirlas.
La criatura es así.
Ahora bien, entendemos que la película es un relato fantástico y que el paraje está embrujado, que igual que ofrece peligros, ofrece alternativas.
No termina de convencer pero tiene un extraño encanto.

Entretenida cinta, dirigida por su propio protagonista, un Peter Fonda que no tiene dos dedos de frente quizás por eso su estrepitoso fracaso comercial. Sin embargo te hace pasar el rato. La trama va de lo siguiente; Wanda Nevada es una chica de casi catorce años bastante desarrollada para su edad. Un día, aparece en el bar en el que todas las noches juega al billar el hombre con el que vive (que no convive). Éste llega un momento de la partida que apuesta todo el dinero que ha ganado hasta la fecha contra la chica, gana y después de matar al un hombre que a su vez intenta asesinarlo, se va con la chica a buscar oro al Gran Cañón de Colorado. ¿Qué? A que no hay por donde cogerlo...
Pues si es extraña y, en su parte final, totalmente pasada de rosca, pero no aburre y mantiene el interés lo cual ya es mucho.
Buena fotografía (con bellos paisajes) y banda sonora. Y buenos actores aunque con personajes para dar de comer a parte. Peter Fonda, Luke Askew, Henry Fonda, Fiona Lewis y la arrebatadora belleza de Brooke Shields que por aquel entonces estaba para comérsela, con perdón.
Un western pues moderno y atípico (en cierto sentido original) pero no convincente, aún así no debe desdeñarse alegremente pues tiene sus cosas positivas. Un filme para curiosos.

Entretenida cinta, que no tiene dos dedos de frente, tal vez por ello su estrepitoso fracaso comercial. Sin embargo no es nada desdeñable, pues tiene suficientes "susedidos" como para hacer pasar el rato.
Es extraña, y en su parte final, totalmente pasada de rosca, pero en conjunto no está nada mal, pues no aburre y mantiene el interés, lo cual es positivo.
Excelente fotografía y buena banda sonora. Bellos paisajes.

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Irregular incursión detrás de cámaras del actor Peter Fonda, con él mismo como protagonista y una breve aparición de su padre (casi irreconocible), el legendario Henry Fonda.
Tenemos a una adolescente pizpireta, nada menos que de propiedad de un hombre no muy santo que se la juega al póker y la pierde. A partir de ese cambio de manos tenemos una buddy movie de aventuras (tesoro incluido) con un hombre cercano a los 40 (Peter Fonda) y la mencionada adolescente (Brooke Shields) que inevitablemente terminarán en una relación romántica.
Las secuencias de acción y comedia recuerdan a las películas que por esa misma época protagonizaba Burt Reynolds. Hay algo del género fantástico y de road movie también.
Resulta extraño que en la ficción los amoríos entre hombres mayores y chicas en la pubertad se consideren algo natural y provoquen incluso admiración (Lolita de Nabokov y una de sus adaptaciones), mientras que en la realidad esto mismo se trata como algo repugnante e inmoral. Otros ejemplos de esto son: L’amant (1992), Mini’s first time (2006) o Pretty Baby (1978) con la misma Brooke Shields. Por supuesto, en cada película el tratamiento del tema en cuestión es distinto, pero sigue pareciendo que hay una excesiva permisividad por tratarse de ficción.
Si algo destaca en este filme es el trabajo de Brooke Shields. Demuestra que en ocasiones no era solamente un rostro bonito.