La trampa

Norman Panama y Melvin Frank compusieron una afamada asociación de guionistas/directores escorada por lo general hacia la comedia. De sus plumas salieron Los Blandings ya tienen casa, Un gramo de locura, Navidades Blancas, Habitación para dos, Dos frescos en óbita, etc. Curiosamente, en 1959 cada uno se fue por su lado. Melvin Frank dirigió un western violento y apañadito, Los rebeldes de Kansas, y Norman Panama, un noir, La trampa, el que nos ocupa en este momento. Después, ambos regresaron a lo que sabían hacer mejor y nunca más se alejaron de los terrenos de la comedia. La trampa narra la situación en que se ha metido un leguleyo venido a menos (Widmark), convertido en correveidile del gánster Massonetti (Lee J. Cobb, con su habitual cara de asco). Widmark tiene problemas con su padre, el sheriff del poblacho, y con su hermano, el apocado y calzonazos ayudante del sheriff (Holliman), sobre todo porque está enamorado, y el sentimiento es correspondido, de la mujer de su hermano, la explosiva Tina Louise (malas noticias para sus fans: ni enseña nada, ni utiliza ropa provocativa; mejor revisáis God's Little Acre, donde debía poner de los nervios hasta al santo Job). El devenir del guión es algo teatral, con los principales personajes atrapados en el decorado único del desierto, y después en la cabaña donde tiene lugar el enfrentamiento definitivo. Sin ser nada del otro mundo, sólo un noir algo blandengue, aun se puede ver cincuenta años después sin aburrirse en exceso, sobre todo por los exteriores en bonito tecnicolor, y la esforzada composición de Widmark (al fin y al cabo era el productor). Para cvompletistas y coleccionistas.

En su época se vería en un glorioso Technicolor, ahora se ve ligeramente mejor que un VHS. No sé si lo ha dicho el sabio de arriba pero el guionista es el mismo de Vertigo y Matar a un ruiseñor y el fotógrafo es el mismo de West Side Story. Seguramente se habrá leído el librillo que lleva el DVD, yo solamente me he leído la contraportada de dicho DVD. Lo que no ha dicho es la excelente interpretación de un mito del cine llamado Richard Widmark. La mezcla de géneros como thriller, noir, western y drama no siempre funciona por el abuso de géneros. Si lo dejamos en thriller es una notable muestra del genero.

Película de buena factura cinematográfica que sitúa sobre la pantalla una fina capa de tensión para que desde le comienzo la atención se centre exclusivamente en ella.
La dirección de N. Panama resulta sobria, alejada de estridencias y de distracciones y, aunque a veces el guión peca de ingenuo, la historia se desarrolla con credibilidad y cohesión, proporcionando un resultado coherente y atractivo.
Su sentido del ritmo resuelve bien los momentos de mayor dificultad y proporciona a la acción la fluidez conveniente.
Hay que reseñar la estupenda actuación de R. Widmark.
En cuanto al argumento, da la impresión de haber sido extraído de un cuaderno que contenía las anotaciones pertinentes para elaborar una teoría sobre el castigo.

"La trampa" es un "thriller" de la década de los 50 poco conocido, y es una pena porque es bastante entretenido y mantiene siempre el interés, si bien su punto de partida es algo inverosímil, aunque no por ello increíble: un abogado (Richard Widmark), que trabaja para una organización mafiosa liderada por Lee J. Cobb, se opondrá a la misma con todas sus fuerzas cuando estos criminales maten a su padre, el "sheriff" local del pequeño pueblo de Tula. Pasa así de abogado a hombre de acción, y de hombre sin principios a héroe improvisado, con derecho a una cierta redención personal.

La solidez del reparto, el buen hacer del mismo, la calidad del guión y de la fotografía en color, y el buen uso de los paisajes naturales, desérticos para más señas, se unen de un modo muy coherente, creando una muestra de cine negro más violenta, paranoica, sucia y sórdida de lo acostumbrado por entonces. Sin duda es un film a reivindicar, y es de suponer que es de lo mejor de su no muy distinguido director.

"- ¿Un muerto más? ¿A cuántos tiene que matar?
- ¿Cuántos hay?"

Entretenido film de genuino género negro, que no obstante, a pesar de tener todos los elementos para ser una gran película, en realidad no acaba de convencer en su totalidad.
Para comenzar, los intérpretes son estupendos, con un Richard Widmark que, como siempre, está impecable en su papel.
Sin embargo creo que el guión no es redondo, mezclando las situaciones llenas de tensión dramática con otras que bordean, sino caen de lleno, en el melodrama familiar. Esto hace que no resulta sobria en su totalidad, resultando algo irregular en líneas generales.

Es amena y se sigue con interés, pero hay cosas que chirrían un poco más de la cuenta, como la credibilidad. Y es que, tal y como se nos cuenta la historia, no resulta demasiado verosímil cuanto acontece. Sí que la hace incluso más espectacular, como sus últimos minutos, pero al final todo se ve con algo de perplejidad. Pero vamos, se pasa bien el rato.

Estupenda fotografía a cargo de Daniel L. Fapp y como última curiosidad, decir que resulta nostálgico (para los espectadores de mi edad) ver en la misma peli a Lee J. Cobb y Lorne Greene, poco antes de lograr un gran éxito popular en sus respectivos papeles en las míticas series "El virginiano" y "Bonanza".

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