King Dinosaur: El planeta infernal

Auténtica basura fílmica, desperdicio de celuloide, bizarro ejercicio de cutrez al estilo de Ed Wood. Así, durante los 15 minutos iniciales únicamente emplean imágenes de archivos de pruebas aéreas, de motores, ensayos de tensión, incluso de ratones en ingravidez con una ominosa voz en off... nos preparan para un viaje intergaláctico a un planeta que, ale-hop, ha aparecido junto a la Tierra. No hay ni imágenes del interior de la nave. No hay pasta. El caso es rellenar de imágenes de archivo este bodrio, así tenemos imágenes de lanzamientos de cohetes y, ya en el planeta, de animales de diversas selvas, así vemos pitones, pangolines, perezosos...ni Frank de la Jungla....

El guión de por sí es horripilante, escrito por cabezas vacías de cerebro. ¿proto-tronistas?. Hablan de que el planeta es de "edad prehistórica", o que los animales son "prehistóricos". ¿A qué historia se refieren si es otro planeta? Las amenazas son realmente cutres, desde caimanes muertos, una pitón que se pasea por el campamento y, tras cerca de 45 minutos, aparece "King Dinosaur", ¡una iguana con un objetivo macro!. Tras pelearse la iguana con varias lagartijas, los arriesgados astronautas, deciden tomar cartas en el asunto. El final es un delirio. Hay que verlo varias veces porque uno es incapaz de asumir tamaña majadería, con un mensaje que te dejará sin habla, en el mal sentido.

En fin, un auténtico despropósito. Esto sí es serie Z. Y de la mala.

Seudo película de ciencia-ficción, por llamarla de alguna forma, mala a rabiar. Un insulto a la inteligencia o al nivel cultural de los espectadores, que al señor Bert I. Gordon, (El alimento de los dioses, 1976), le importo bastante poco en hacer y al productor en poner la pasta el señor Zimbalist,(Cat women of the moon,1953), especialista en este tipo de producciones mucho mejor que esta. Una simple historia, un planeta que entra en el sistema solar y deciden crear un cohete para aterrizar en dicho planeta y de paso hacer el primer viaje interplanetario para el hombre. Bueno para que saliese baratito del interior de la nave nada, de pronto vemos un cohete despegar y un breve viaje por el espacio (de cartón), y aterrizar en dicho planeta….que es como la tierra dicho sea de paso. A partir de aquí los diálogos, las situaciones los bichos que salen, y todo lo demás es un despropósito y como decía antes un insulto a la inteligencia, hacernos creer, aunque fuese el año 1955, que una pobre y simple iguana es un Tyranosaurus rex…..para troncharse. Cantidad de anacronismos, cantidad de imagines reales del archivo de documentales….y cantidad de tonterías una tras otra. Los actores parecen sacados de los anuncios de época, una rubia y morena y otro rubio y moreno, para que no haya problemas….Probablemente una de las peores de la época y desde luego del genero, que con el titulo además quiso aprovechar el tirón de King Kong (1933), que por suerte para esta, solo se parece en eso, en el título. Un apunte cómico más para que vean la originalidad de los creadores, esta película la produjo Zimgor productions…….Zim de Zimbalist y Gor de Gordon……unos cracks. Para incondicionales del genero y los que se quieran tronchar de risa, aunque eso si, no llega a los niveles de cutrez de la obra maestra de este genero de series Z, The creeping terror (1964) de Vic Savage, que esa si, esa si que se las trae.

Lamentable obra prima de Gordon, insultantemente estereotipada. El comportamiento de los personajes es inexplicable (e inexplicado). Para los efectos especiales murieron dos iguanas y un cocodrilo torturados, lo que además entorpece el desarrollo (que el final llegue lo antes posible) de la película.

En fin, un trabajo triste para el director que fue la serie Z del cine de serie B con una excluyente dedicación al cine de explotación, aproximando los títulos a super producciones y directamente a otras películas de éxito de Jack Arnold (Rey algo aburrido de la serie B). Donde este hizo "El increíble hombre menguante" Gordon creó "El increible hombre creciente", a "Tarántula" le respondió con "Araña"...

Innecesario cementerio de mascotas.

Pues pura serie H o W, como se quiera.
Con un poco más de cuatro dólares, el especialista Bert I. Gordon, buen conocedor de su oficio y que tiene algunos buenos ejemplos de cine barato fantástico pero eficaz, consigue un producto escasamente ameno, que se hace bastante larga pese a su reducido metraje (63 minutos), y que se olvida (felizmente) al de pocos minutos.
Una simpleza que si la ves con diez años (de los de la segunda mitad del siglo XX) pues igual te gusta. Si no...

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