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Macabro

Terror Un ama de casa de Nueva Orleans tiene una aventura amorosa con otro hombre. La tragedia se ceba sobre ella cuando encuentra a su hijo ahogado y debe marchar rápidamente al hospital -junto al amante-. En el camino tiene un accidente, en el que el hombre muere decapitado. Un año después ella sale de un asilo para enfermos mentales, separada ya del marido, y se va a vivir a la casa del anterior amante. Pero el casero ciego escucha gemidos ... [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
4 de agosto de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamberto Bava, dirige esta película intrigante, una producción muy particular con un halo de misterio que mantiene al espectador con una intriga malsana. Una historia de corte clásico, mezcla el dramatismo y lo enfermo por igual. Con contadas muertes, sin llegar a ser una película especialmente sangrienta, consigue un ambiente erótico y perturbador al mismo tiempo que sobrecoge al espectador hasta un final sorprendente.

Efectivamente nos encontramos ante el mejor film de Lamberto Bava si no tenemos en cuenta su gran clásico de los ochenta, Demons, que el tiempo ha convertido en su obra mas recordada por todos los amantes del terror ochentero. Aunque es imposible hacer una comparación, ya que se trata de películas muy distintas que gustarán a los aficionados por motivos muy distintos. Como ya hemos dicho al principio de esta crítica, Macabro es una película muy particular, aunque puede estar perfectamente enmarcada en el terror, lo que más miedo da es la propia historia planteada por Bava hijo, una historia enfermiza y malsana donde las haya. No puede dejar de recordar otras producciones que continuaron por este camino dentro del género, como Demencia de Joe D'Amato y sobretodo, la película de culto Nekromantik, ambas muy distintas pero con similitudes que conducen a Macabro.

Tanto el estilo como el desarrollo de la historia son muy Giallo, un género muy popular por esa época que actualmente continúa vivo aunque sea de forma minoritaria en la memoria de algunos aficionados. Macabro mantiene el suspense durante toda la película, su lento desarrollo y alguna tosca presentación de personajes que indican el motivo de algunas situaciones, concluyen en el momento preciso para mostrarnos un desenlace que aunque puede resultar previsible, no deja de impactar por su alto contenido enfermizo y por la inolvidable sorpresa final que Bava nos regala.
Orlok
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2 de agosto de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una sensación de cierto desasosiego y asco te queda cuando ves esta peli, así como curiosidad malsana al saber que se basa en hechos reales.
La sinopsis que aporta filmaffinity es bastante inexacta aunque no desvirtúa los hechos que se desarrollarán posteriormente. El film se basa en ir añadiendo dosis de intriga perfectamente adivinables si se está puesto en este tipo de pelis. Los escasos intérpretes cumplen con su cometido, en especial la hija de la protagonista, "una verdadera joya". El escaso presupuesto se deja notar en todos y cada uno de los apartados de este film de terror psicológico italiano filmado íntegramente en Nueva Orleans. De todos modos para los cinéfilos tiene su punto de interés.
piwi
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28 de marzo de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamberto Bava, hijo del conocido director Mario Bava precursor del género de terror italiano denominado Giallo, tuvo muy cerca su fuente de inspiración. Aparte de director se dedicó a laslabores de guionista y productor. En 1985 dirigió Demons la película por la que es más conocido y que tuvo una secuela en 1987. Unos años antes en 1980 dirige Macabro en la que colabora de co-guionista junto a los hermanos Avati y Roberto Gandus.
Jane(Bernice Stegers) es un ama de casa que se ve con su amante con el que tiene encuentros amorosos. En el edificio donde se encuentra la casa del amante, en la casa de abajo vive Robert un hombre ciego que conoce a Jane.
Su vida se tuerce cuando uno de sus hijos muere ahogado, en el viaje de regreso a casa tiene un accidente de coche en el que muere decapitado su amante. Debido al trauma ingresará en un centro psiquiátrico donde pasará un año.
Al salir del psiquiátrico volverá para vivir en la casa del amante pero esta vez ya divorciada y es donde revivirá cada noche los momentos más eróticos que allí pasó.
La hija de Jane, Lucy visitará bastante a menudo a Robert con el que hará una buena amistad.
La película estará envuelta en misterios, la extraña muerte del hijo de Jane, las noches con jadeos que escucha Robert desde su dormitorio, Lucy que tiene un carácter muy posesivo y que cada vez actúa de una forma más excéntrica.
Durante la misma veremos algunas escena muy escabrosas y desagradables que acabarán con un final que te dejará con la cara de asombro y los ojos desorbitados.
JUANJO
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16 de marzo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película como director "en solitario" (en Shock había hecho de ayudante de su padre, el gran Mario Bava) de Lamberto Bava es esta especie de giallo retorcido que mezcla suspense, erotismo perverso, asesinatos sádicos, personajes desquiciados y algún toque digamos sobrenatural. En medio de toda esta vorágine de perversiones se encuentra un personaje cándido hasta rozar la tontería (el ciego), al que el espectador un poco espabilado irá adelantando en lo que a enterarse de lo que ocurre se refiere. La intriga es solo medianamente eficaz y tiene múltiples altibajos de ritmo, pero cuenta con alguna que otra escena bastante impactante y con una atmósfera de sordidez bastante lograda. Podría haber dado más de sí, pero tiene la virtud de ser una película bastante peculiar y la capacidad de mantener la atención del respetable hasta el final.

Rescatable.
elviajero
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8 de octubre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿A qué grado de locura puede descender el ser humano?, ¿cuánta maldad puede acumular nuestro espíritu?, ¿cuál es el límite del daño que podemos infrigir en otra persona hasta satisfacer nuestro deseo?
Se puede llamar "psicosis" lo que provoca este tipo de desviaciones, aunque "macabro" es más adecuado.

Llega una nueva década, y esa entrada es especial para el cine; centrándonos en el terror, y no en el producido en EE.UU., sino en las tierras italianas, 1.980 acumula obras tan destacadas (por lo menos para los "freaks" de la serie "B") como "Virus", "Inferno", "Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes", "Gomia" y la demoledora y polémica "Holocausto Caníbal". Pero también es un año fúnebre, que pone de luto el género, pues uno de sus mayores artífices ha fallecido, y ese no es otro que el gran Mario Bava.
Antes de que este trágico hecho suceda, su hijo Lamberto va a dar un paso muy importante en su vida profesional; lleva dos décadas sirviendo de guionista ocasional y asistente de dirección para su señor padre y otros conocidos y colegas (como Joe D'Amato y Ruggero Deodato). En ese momento en que tiene 35 años y acaba de ayudar a Dario Argento en "Inferno", se encuentra con la repentina oferta del productor y director Giuseppe Avati de ponerse al frente de un guión inspirado en unos terribles hechos reales que han tenido lugar en New Orleans. Y así, entre Lombardía y América, empieza su carrera como cineasta...

Amanece un día como otro cualquiera en la gran casa de los Baker, aparentemente una familia de clase media-alta saludable y normal que sin embargo (y demasiado pronto, todo hay que decirlo) va a verse destruida por la tragedia en el mismo día. Hay que reconocer las habilidades de Bava no sólo por la fuerza de sus imágenes sino como narrador de lo terrible, dejando esa impronta en la serie de acontecimientos que acontece durante este primer cuarto de hora a modo de prólogo y que supone un perfecto ejemplo de su dominio de la técnica y las formas, bien heredadas de su padre.
Su denso estilo y su modo de presentar los sucesos con extremo detalle choca frontalmente con su salvaje exposición y concepción de la violencia y la locura humanas; en estos primeros minutos donde descubrimos el apasionado romance furtivo que mantiene Jane con el joven Fred ya nos podemos deleitar con un desfile de desviaciones demenciales y sorpresas que a más de uno revolverá el estómago (incluyendo infidelidades, infanticidios, decapitaciones...). Bava, junto con tres colaboradores al guión, se recrea en lo aterrador para dar cuerpo y espíritu a la historia verdadera en la cual se inspiran, usando hechos reales y otros imaginados.

Un año después volvemos a la mansión donde Fred y Jane se veían, con ella recién salida del manicomio en el que acabó debido a la brutal muerte de su Michael y del primero. En esa casa persiste Robert, un personaje extraño, un quimérico inquilino como el de Polanski; ciego y desvalido afrontará la paranoica situación desatada por la inestable mujer como si de un niño se tratase. Lo que nunca se nos explica es la relación entre Fred y este Robert (y quizás esa sea una de las bazas que Bava usa en el film: el no brindarnos muchas explicaciones; así se mantienen los elementos más importantes, que son la tensión y la sensación de extrañeza).
Él no esconde el que estas atmósferas y ciertas técnicas visuales no sólo las hereda de su padre, sino de DePalma, el mencionado Polanski, sus compatriotas Avati, Argento, Lenzi y Fulci, y, cómo no, su amado Hitchcock; incluso hay momentos en que "Macabro" recuerda al "Demencia" de D'Amato, otro de sus maestros. Y es que mientras el pobre ciego, dominado por la chiflada protagonista, intenta esclarecer la muerte de Fred, y la malévola hija de ésta (de tal palo tal astilla...) se regodea en atormentarla, el director hace un esfuerzo para sumergirnos en un ambiente claustrofóbico, áspero y sucio, viciado por la sordidez y el masoquismo que constantemente pulula en cada plano y secuencia.

En el futuro, Bava realizará principalmente "giallos" y películas de terror (como esa inmortal "Demonios", que le dará la fama internacional), todas ellas caracterizadas por su ritmo veloz y despliegue técnico por encima de las posibilidades narrativas (...además de por su mediocre factura). En "Macabro" abraza el suspense y lo inquietante como seña de identidad, aumentando la tensión conforme ese explosivo clímax entre Jane y Lucy se acerca (y lo mejor de todo es que intuimos lo que va a pasar, y sólo podemos asistir impotentes al desastre como hace Robert).
Ni su padre, ni Argento, ni siquiera el mismísimo Polanski habría imaginado una conclusión tan devastadoramente sádica y cruel, siendo la guinda del pastel ese secreto del frigorífico (revelado, en mi opinión, antes de tiempo) y cuya exposición pone los pelos de punta. Contra una joven Veronica Zinny de sonrisa escalofriante (nunca una niña dará tanto miedo en el cine de terror, nunca), esa entregada Bernice Stegers (tan entregada que soportar su presencia en la pantalla más de 15 segundos es un reto para el espectador) y un decente pero tampoco espectacular Stanko Molnar.

Aquí es la maestría de Bava para transmitir desasosiego por la vía de lo repulsivo lo que hace de esta obra el sobrepasar los límites de extrañeza del género con algunas secuencias que desde luego desafían la persistencia retiniana. Incluso el sr. Argento salió tiritando del estreno, y confirmó la valía de su compañero como hábil poeta de lo estremecedor.
Con la esperada censura que iba a generar y algunas críticas positivas, el debut del romano, que hasta llegaría a Sitges en Octubre de aquel año, sigue manteniendo su fuerza como el perturbador cuento de intriga, horror y violencia (a todos los niveles: física, psicológica y emocional) que es.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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