Wishmaster

Una escultura veneradora del Dios Ahura Mazda perteneciente a la civilización persa del siglo XII es exportada a Estados Unidos por encargo de Raymond Beaumont (Robert Englund) un coleccionista de reliquias y antigüedades cuyo fin es completar su exposición de divinidades paganas. Lo que ignora es que después de un terrible accidente en el muelle del puerto que acaba con la vida de su ayudante Ed (Ted Raimi), la presencia de un ópalo rojo de incalculable valor y perfectamente tallado desatará el renacer de un demonio cuya existencia en la Tierra se basa en cumplir los deseos de los humanos, a cual más terribles, originando una cadena de muertes y desapariciones que solamente Alex Amberson (Tammy Lauren) una potencial víctima de tan abominable ser puede detener. Pero el Djinn personificado en Nathaniel Demerest (Andrew Divoff)a través de la energía que absorbe de los cuerpos de los condenados irá a su acecho aunque para ello tenga que llamar la atención con sus fechorías.

Robert Kurtzman, que junto con su colega Gregg Nicotero han desarrollado una amplia labor en el campo de los efectos de maquillaje en su vertiente más gore y hemoglobínica, se puso detrás de las cámaras con este “divertimento” reservado a los incondicionales del género y muy en la línea de películas cuya premisa traza la llegada, por curiosidad o circunstancias rocambolescas como se da aquí, de un maligno jinete del Apocalipsis dispuesto a arrasarlo todo en los tiempos de hoy. No obstante el film entretetiene dentro de lo que cabe y la habilidad artesanal por zafarse en las muertes que se suceden, incluso cuando el metraje intenta abrir una línea de relato policíaco en la investigación desde el primer cadáver o la desaparición del diamante (una auténtica caja de Pandora o de truenos dignas de “Hellraiser”) que se desvanece para que Kurtzman nos deleita en su espectáculo de sangre y horror en la fiesta final, y con el Djinn de invitado excepcional.

“Wishmaster” es un festín y reunión de glorias asociadas al cine fantástico y de terror made in USA que, tal vez, algunos nombres nos suenen a Camilo si dejamos a un lado la presencia de Robert Englund. Pero si estáis emparentados con ésta clase de films, nombres como Ted Raimi (hermano de Sam), Tony Todd (protagonista del respetable remake de “La Noche de Los Muertos Vivientes” que dirigió Tom Savini en 1990), George “Buck” Flower (sufirdo secundario de lujo en algunos films de John Carpenter) o el villano Andrew Divoff (apareció en la coproducción española “Faust” de Brian Yuzna) os vendrán en mente. O dos actores que intervinieron en esa legendaria pesadilla que realizó Don Coscarelli en 1978 titulada “Phantasma”; el veterano Angus Scrimm (pone las voz en su versión original) y Reggie Bannister (que interpreta a un farmaceútico propenso a los tumores acelerados).

Bueno, la verdad es que nunca he entendido la cantidad de malas criticas que se han llegado ha decir de esta película.

Wishmaster es uno de esos films sin mas pretensiones que entretener, y ha fe que eso lo logra . Su aspecto visual es impecable, el inicio del film, ambientado en la antigua Persia es acojonante, con todo un festival gore de vísceras y sangre y el personaje del djinn, irradia carisma y humor por todos lados, genialmente interpretado por el actor venezolano Andrew Divoff.

La película es claramente una B movie, y tampoco intenta ocultarlo, pero si nos ponemos a mirarlo la película resulta lo suficientemente divertida y entretenida sin necesidad de contar con grandes efectos especiales, si bien es cierto que eso se debe única y exclusivamente al personaje del djinn, el cual es el único y verdadero interés del film, gracias a su divertida perversidad a la hora de conceder los deseos a sus incautas victimas.

Ahora bien, nunca he considerado ha esta película como un film de terror, sino mas bien como una historia fantástica con pinceladas de horror y humor negro.

Sé que es mala, sé que es cutre, pero me gusta. No sabría explicar bien el por qué. Igual que a veces, películas que son incuestionablemente buenas no me agradan, también hay ocasiones en las que, películas malas con avaricia me gustan y ésta es una de ellas. La ví en el cine solo, incapaz de convencer a nadie para que me acompañara. Tal vez me sedujo la carátula del film o más bien el argumento y el aroma a serie b. El caso es que me entretuvo y me gustó a pesar de reconocer objetivamente que la peli es bastante mala.

Me pareció muy interesante el personaje de Wishmaster interpretado brillantemente por Andrew Divoff. Así como los guiños a películas de terror como Pesadilla en Elm street, con la aparición de Robert Englund y Candyman, con la aparición de Tony Todd. También aparece el hermano de Sam Raimi, Ted Raimi, haciendo un breve cameo en el que, por supuesto muere nada más comenzar la película como en casi todas sus apariciones anteriores. Otro capítulo destacado, son sus cutres pero aceptables efectos especiales, que a una película de bajo presupuesto como ésta, se le pueden perdonar.

El argumento también me atrajo. Hace casi mil años, durante la etapa pre-islámica, un mago crea un valioso cristal para poder mantener encerrado a un djinn, una criatura diabólica que pretende liberar a los de su temible raza con el fin de apoderarse del mundo. Ya en la actualidad, dicho cristal, que se encuentra escondido en una de las estatuas de aquella época, es recogido por un trabajador del muelle cuando la estatua sufre un accidente al romperse en varios pedazos mientras la descargaban de un barco. En el momento en que dicho cristal cae en manos de un científico, que trata de examinarlo en su laboratorio, el djinn se libera. Sin embargo, para que el mal reine sobre la tierra, la maléfica criatura deberá cargar el cristal con almas de personas a las que les concede un deseo, para luego reunirse con la persona que le ha liberado y concederle otros tres deseos. Es en ese momento cuando el mal puede liberarse completamente.

Contando con una producción magnifica, muertes impensadas y escenas perturbadoras, la película representa una verdadera y oculta perla del cine de terror. Rememorando clásicos del género y conservando aquellos miedos y horrores profundos que nos generan fascinación.

"Wishmaster" es de una película producida por Wes Craven, dirigida por Robert Kurtzman, quien fue un genio de los efectos de maquillaje en películas de terror y fantásticas.
Como género, el terror generalmente es en muchas ocasiones para los fanáticos.
Ha habido pocas películas de terror de alta calidad a lo largo de los años. Este no es un gran clásico, pero definitivamente esta por encima del promedio.
La película está protagonizada por Tammy Lauren como Alexandra Amberson, una experta en gemas que accidentalmente libera a un genio de una antigua gema.
El genio tiene una habilidad, para descubrir los deseos ocultos y las debilidades de las personas y para explotar el odio y la envidia de las personas.
Por supuesto, hay una serie de efectos de maquillaje muy sangrientos.
Hay criaturas que brotan, como extraterrestres, de las vísceras de las personas, criaturas grotescas en abundancia y mucha sangre, heridas y personas desolladas.
Robert Englund, más conocido como Freddie Krueger, también tiene un papel menor en la película como el rico coleccionista de arte Raymond Beaumont.
La película no es del todo aterradora o espeluznante, es una especie de fiesta gore irónica dedicada a ese viejo dicho, "Cuidado con lo que deseas, puedes conseguirlo.".