Feedback

La verdad es que iba con bajas expectativas de la película pero como tampoco está la cartelera para tirar cohetes pues probamos a ver que se cocía en feedback. Lo primero de todo indicar que sin ser original (en el spoiler digo las referencias) toma varios argumentos del genero secuestro con rehenes que lo hacen interesante.

Eddie Marsan es un locutor famoso de radio que acaba de ser secuestrado y vuelve a la radio después de unos días. Es una estrella digna de nuestro insigne Ferreras de la sexta. Se mete con todo el mundo y se siente por encima del mundo. Para no destripar la trama diré que le retienen en el estudio y aquí es donde empieza la película.

El ritmo es trepidante y aunque el guión tiene algún fallo (temo que por el montaje) la película se deja ver y tiene una conclusión lejos de los canones por lo que le suma algún punto adicional.

Los actores en general muy bien, destacando Eddie Marsan, un secundario de lujo aquí metido a protagonista. Les recomiendo que si andan en búsqueda de una película para el fin de semana la elijan porque no lo lamentaran

Siempre he considerado atractivas las historias con pocos personajes encerrados en un único escenario. De ahí suelen salir películas interesantes, en las que la tensión y el suspense acostumbran a ser elementos habituales. En el caso que nos ocupa todo indicaba que podía haber un caldo de cultivo que nos trajera otra pequeña joya que incorporar al subgénero. Pero, lamentablemente, no es así. “Feedback” parte de una premisa argumental interesante, pero se muestra excesivamente torpe narrativamente hablando, tanto en la presentación de personajes como en el desarrollo de la historia.

La película del debutante Pedro C. Alonso, se ve lastrada por dos aspectos fundamentales. Por un lado, ni el protagonista principal ni los secundarios adquieren durante el relato suficiente entidad. Se quedan en meros estereotipos (sobre todo esa pareja de enmascarados) y caricaturas, retales de otras películas, sin personalidad propia. Ello aleja la historia del espectador, que se ve afectada a la vez (y aquí entraríamos en la segunda losa que impide que el film alce el vuelo) por un guión sin pulir, lleno de incoherencias y que deja al espectador con más de una pregunta al salir de la sala. La sensación es que se trata de un debut fallido, cuyas buenas intenciones se ven diluidas por la falta de oficio.

Lo mejor: la contundencia de alguna de sus escenas.

Lo peor: ni las actuaciones ni el desenlace ayudan a hacerla mínimamente creíble.

Pedro C. Alonso se estrena con un laborioso film sobre un comentarista que es secuestrado en su emisora y chantajeado por sus captores... Poco a poco vamos descubriendo los motivos de los secuestradores.... Lastrado por un guiòn lleno de agujeros aunque se convierte en un film entretenido lleno de tensión termina generando mas dudas que respuestas.... Ni las buenas interpretaciones ni el agobio que desentraña rodar casi en un pequeño espacio consigue que el film no pase de ser un film pasable y entretenido...

Jarvis Dolan (Eddie Marsan) es la estrella del programa radiofónico “La Cruel Realidad” de gran éxito. La calma de los estudios de radio se ve alterada una noche que unos encapuchados entran violentamente y pretenden que se descubra una oscura verdad sucedida años atrás y en la que está implicado uno de los invitados al programa.
Pedro C. Alonso debuta con su opera prima “Feedback” un thriller intenso con una temática muy de moda como es el home invasión que en esta ocasión se centra en el reducido espacio de los estudios de una emisora de radio.
Con el apoyo en la producción de Jaume Collet-Serra con lo que es inevitable recordar su debut con una cinta de terror “La Casad de cera” que ahora queda muy lejos de su exitosa carrera en Hollywood.
La historia está planteada con pocos actores, muy rápida y que enseguida va al grano tratando de ganarse al espectador desde el primer instante.
Tal vez el mayor problema de la película es que intentando estirar la tensión al máximo se pierde un poco en mostrar algo real y que puede pasar en nuestra vida diaria en cualquier momento.
El mensaje de la manipulación de los medios queda muy en el aire repercutiendo en el resultado final y se ve superado por unas escenas violentas que en algún momento quedan como algo gratuitas.
Aún así la cinta encuentra momentos que importunan al espectador y le hace partícipe de la tensión que se está viviendo en la emisora de radio.
Apoyada en unas buenas interpretaciones de sus actores en el que destacamos a Eddie Marsan conocido por sus papeles en “Misión Imposible 3” , “Sherlock Holmes: Juego de sombras”, a Paul Anderson en la serie “Peaky Blinders”, “El Renacido”, a Ivana Baquero en “El Laberinto del Fauno” o Richard Brake El Caballero de la Noche en “Juego de Tronos”.

El británico Eddie Marsan, que normalmente no hace papeles protagonistas, pasa una mala noche con estos secuestradores enmascarados que invaden su estudio de radio. Sigue la película un esquema visto ya mil veces, aunque esta vez no transcurre en una casa de lujo.
Así que es un thriller muy al uso. Habrá que ver si cumple las dos reglas de oro del género: enganchar y sorprender. Me temo que no.
De principio a fin todo es demasiado convencional, con las típicas amenazas y mal rollo. El problema es que hemos visto ya tantos films como este, que no se puede decir que tenga ni originalidad ni personalidad propia. El guion no consigue (al menos conmigo) emocionar mucho ni destacar en nada, lo que hace que no logre meterme en la situación y que me dé un poco igual todo lo que le pase al periodista este.
Hay muy pocos personajes y un único escenario. A veces salen buenas películas de esto. Pero aquí, el ritmo lento, que prácticamente lo único que hacen sea hablar y que los malos no den demasiado miedo, dan lugar a un mal resultado.
Ni nuestra buena actriz paisana Ivana Baquero (la mejor miembro del reparto) logra levantar esto.
Pensándolo bien, creo que el fallo de base es que alargan mucho los diálogos. De esta forma, se rompe la poca tensión que a duras penas intentan transmitir.
Es una película demasiado simple, que solo puede gustarle a un público que no haya visto demasiados thrillers en su vida.