Jinetes desesperados

Cowboys con el cabello lavado con champú y bien cepillado, ropas recién lavadas y planchadas, parece que volvieron los años 60. Para el director de este engendro de película no existió el neorrealismo italiano y por eso muestra una estética a lo Bonanza o El Gran Chaparral. Todo lo que usted se imagine que tiene que tener un filme (guion, actuaciones, fotografía, ambientación, etcétera) éste también lo tiene, pero todo mal. Sería agotador nombrar uno por uno los errores, así que voy a simplificar diciendo que antes que ver esta película si tiene cualquier otra cosa que hacer, lavar los platos o pasear al perro, por ejemplo, hágalo, que no se pierde nada.

A veces queremos pasarnos de listos. Después de leer las dos críticas que nos preceden sobre la cinta (3 y 2 de valoración), decidimos verla por si la cosa no era para tanto.
Lo era.
Guion embarullado y torpe, realización con el automático puesto, sin tensión ni emoción, personajes sin personalidad, todo al servicio de un melodrama lacrimógeno de aire televisivo.
Ni siquiera lo salva la presencia de Berenger metido con calzador al principio en el papel de Doc, "Yo practico la odontología, pero fui cirujano en el 5º de Infantería de Texas en la pasada guerra. Vi una gran cantidad de amputaciones". Pues eso, que ahora saca balas y muelas.
Tampoco compensan los bellos paisajes correctamente fotografiados. Ni aun las blondas melenas de unos y otros que parece que acaban de pasar por el champú acondicionador. Sunsilk por ejemplo.
Mala sin contemplaciones, apta si acaso para estilistas del cabello. Huir los demás.

He tenido la mala suerte de ver esta película en "suavesito", es decir, en español latino. Eso le quita mucha fuerza a los personajes, que ya no parecen tan rudos, ni tan duros. De hecho el chaval, ya casi un hombre, parece un panoli hablando de su "papá" y su "mamá".

La película va de unos bandidos que atacan una casa y se llevan a las mujeres, y la persecución que hacen los protagonistas trase ellos, con un giro de guión inesperado demasiado moderno, diría yo, para la mentalidad de los amantes del western (que son de la quinta de mi padre).

Lo que sí es fantástico es la imagen. Bonitos paisajes y una nitidez asombrosa.