El guía del desfiladero (Pathfinder)

El tal señor Nispel, tras realizar un triste remake de la matanza de Texas y una anodina revisitación del cuento de Frankenstein, se nos cuela esta vez en las pantallas con un refrito de innumerables películas, cuya base es un film noruego del año 87, del que ni siquiera se ha molestado en cambiar el nombre. Desde secuencias con tufo a Apocalypto, a escenas con regusto a 300, pasando incluso por la persecución en la nieve de Willow, el tipo no ha tenido ningún escrúpulo a la hora de copiar y pegar, como si de un Vito Corleone filmaffinitero se tratase.

Las interpretaciones son más planas que un desfile de bañadores en Miss España, y los personajes ni se desarrollan ni se describen en ningún momento, ahogados en infinitas lagunas argumentales. La ambientación y las localizaciones son lo único a destacar en positivo, aunque estan muy desaprovechadas por una dirección lamentable que abusa de los planos cortos, y por un cámara al que se ve que el frio le hacía tiritar, y no deja de temblequear en las escasas escenas de acción. Del vestuario mejor ni hablar, con esos vikingos híbridos entre Skeletor y Tino Casal en un concierto gótico.

Con muchos momentos de un aburrimiento soberano, repleta al máximo de estereotipos y fantasmadas, y con alguna escena de muchas risas involuntarias (eso de que al prota le curen un flechazo con un porro tiene cojones, y enormes), quizás sea del agrado de esos que van a los cines a merendar y decidír donde se van luego de fiesta, pero para el que ésto suscribe y para todo aquel que pretenda ver cine, ni que sólo sea por entretenerse, mejor que se ahorre el dinero de la entrada y las palomitas para cualquier otra cosa de más provecho, como pueda ser alquilar el film original que, aunque no lo he visto, es imposible que sea tan vacio y mal hecho como este absurdo videoclip.

Tan recomendable como acompañar una tapa de callos con un café con leche.

Y es que yo me guio mucho por las valoraciones de esta web antes de ir a ver una película y esta vez no he hecho caso a su baja puntuación y fui a verla. Resultado: Una película interesante y entretenida, que a la gente no le puede agradar por que se esperan obras como el señor de los anillos o 300. Pero vamos a ver, que os creeis que vais a encontraros? El peliculón del siglo? Mucha gente se siente "fracasada" por que cree que no lo ha visto todo en el mundo del cine y van a ir a ver una película que parece que promete y se encuentran con la cruda realidad, cual? que casi todas las peliculas divididas por categorías, unas mas y otras menos suelen ser semejantes en cuanto al argumento y producción. Resumiendo: El que se queje de que ha tirado el dinero es por que antes de entrar en la sala tenían un claro reflejo de lo que no iban a ver al finalizar la película, es decir, pongamos los pies en el suelo y los ojos en la cara antes de valorar una cosa que en relidad la habeis querido ver de otra manera.. Por que hago esta crítica? por que estoy seguro que me he perdido películas criticadas erroneamente por gente que no distingue "su" ficción de la realidad.

Desde el minuto uno se hace insufrible con esos créditos iniciales dignos de cualquier película de terror para videoclub. La historia es tópica, muy predecible y demasiado aburrida, a la media hora ya quieres reclamar tu dinero en las taquillas.
De actores no hay que hablar casi nada ya que todos los hacen horrible, especialmente Karl Urban que interpreta al héroe más aburrido, inexpresivo y hortera de los últimos tiempos. Los villanos más que vikingos parecen heavys gordos disfrutando de su carnaval con tan patética vestimenta.
La ambientación es terrible, la fotografía hace daño a la vista, las escenas de acción están pésimamente filmadas por lo que es casi imposible entender algo o no sentir vergüenza de las estupideces que se muestran. No vale la pena desperdiciar tiempo y dinero en esta aberración.

Repetición de la jugada, atendiéndose a las leyes de Hollywood:

1. El director deberá ser un mindundis que ni él sepa porqué está rodando lo que está rodando o, en su defecto, algún otro que haya perdido el norte y necesite una chusquilla de estas para volver a obtener las palomit...digoooo el reconocimiento del público mayoritario.

2. El actor principal debe tener unos cuantos fans, así que si ha salido de alguna saga que recorrió el mundo entero (y de paso, Nueva Zelanda entera, con el puto pseudodocumental), pues mejor que mejor. Los fans acuden fijo.

3. La fotografía debe ofrecer alguna sensación, es decir, le metes un filtro del photoshop, ya sea azul, rojo o verde, y ya tienes estética megachachi.

4. El romance de rigor siempre debe aparecer, aunque sea tan inverosímil como una peli de Ricardo Bofill y tenga la misma credibilidad que Ben Affleck. Al público hay que darle miel, que sino no retozan, coño.

5. Las secuencias de acción que se entiendan lo menos posible, para que no se vean las coreografías cartón-piedra. Es decir, un plano del jeto del bueno, otro plano de la espada del malo, ¡y voila! ya hemos rodado una pelea. Y si le damos unas pastis al cámara a ver si le da un ataque, mejor que mejor.

6. El guión, ¿guión? perdón, el ticket del super donde esté escrita la historia, que no conlleve demasiada complicación, pero a nivel argumental me refiero eh, si es a nivel técnico o de FX no hay problema, los de siempre añaden a su amigito el $$$$.


Y no sé, seguro que alguna ley más habrá, como darle unas alubias al prota, para que no se lo crea demasiado, y se traiga una cara de estreñido guapa, dando el pego así como aguerrido carapalo, o hacerle ver al director la filmo del Wiseman y algún otro tipejo de estos, que tanto saben del negocio hoy en día. Si es que... cuan entrañable es Hollywood...

USA (2007) Cine de 2.028 estrellas

Aun cuando las primeras escenas anuncian una buena cinta, lo cierto es que al correr las imágenes apenas se sitúa por encima de las decenas de películas malas que se estrenan cada semana en cartelera y que tienen pinta de atractivas.

En los avances previos antes de su estreno, prometía mucho, era de esas cintas que se tornan esperadas por los asiduos al cine, como escrutando posibilidades de que al fin el director Marcus Nispel asimilara o se fusilara alguna buena idea y pudiese escabullirse de la insipidez que había mostrado en anteriores entregas.

Ese afán de parte del director y los espectadores se desvanece, aún con todos esos magníficos escenarios en que se sitúa la historia, se torna más entretenida que interesante, los atuendos de nuestros vikingos son más impresionantes que verídicos, aunque aquello más que un error parece un acierto, ya que realza su barbarie.

Estos señores vikingos se esfuerzan mucho, muchísimo, durante todo el metraje para mantenernos atentos a la pantalla, y para ello recurren a una fuerte dosis de violencia y sangre a falta de otros elementos fílmicos que la pudiesen hacer recomendable cuando menos para pasar alguna grata tarde familiar.

(6mar2007)
Por: Godofredo Oscós Flores