Tú, yo y ahora... Dupree

A pesar de que durante la mayor parte del tiempo se digiere como una simpática comedia bonachona (es decir con las risas repartidas cada 15 minutos) todo el tramo final es absolutamente deleznable. Así como también son archiconocidas algunas (casi todas) de las tramas. Estos hermanos Russo hacen un film familiar con muy poca ironía, mala uva... Es comedia a la ligera con un pasado Michael Douglas, un Matt Dillon a la desesperada, un Owen Wilson haciendo lo de siempre y una Kate Hudson que por lo menos da un recital de culo interesante. Por lo demás un sota, caballo y rey más a añadir a la larga lista. Pero ya digo, lástima de 20 minutos finales porque si no hasta se podría haber aprobado a este producto.

Nueva comedia americana que tiene como protagonista a Owen Wilson, que junto a sus amigos Ben Stiller y Vince Vaugh demuestra que es el nuevo genio de la comedia made in Hollywood.
Si bien en esta ocasión, las cifras no fueron espectaculares, al menos no tanto como se prevenía, la película bien amortizó lo que costó y por supuesto no supuso un varapalo a la carrera del "Rubio".
En esta ocasión, Wilson interpreta a un "Tocacojones", con perdón, que se asienta en casa de su amigo, recién casado, ante la imposibilidad de irse a vivir a otro lugar, debido a su repentino despido, el embargo de su apartamento y el hecho de haberse quedado sin coche, por haber pertenecido éste a la empresa.
El caso es que una vez acomodado nuestro protagonista empieza a hacer de las suyas, que como bien se sabe en las comedias americanas, es estropear lo más que pueda la vida de sus amigos para acabar con un final previsible, lleno de sentimentalismo y con una bonita moraleja.
Si bien es cierto que el guión no depara ninguna sorpresa y no destaca por ser excesivamente gracioso(más que nada logra de sosecato sacar alguna sonrisa, que no carcajada), nos queda una entretenidilla comedia que demuestra que Wilson es el nuevo rey en este género, comiéndose completamente a los demás actores.
Lo mejor: Owen Wilson, como en casi todas sus películas. Tiene un gran encanto para las comedias y muy pronto se convertirá en una leyenda.
Lo peor: Ciertas incongruencias en el guión y la actuación de Kate Hudson, que si bien posee una cara bonita, no logra sacarle todo el partido a su papel.

Que lo único ¿relevante? de “Tú, yo y ahora... Dupree” sea la aparición de Amstrong al final de los títulos de crédito es un bagaje triste…triste… muy… pero… que… muy… triste. No está mal la idea, claro, si la coge Wilder, Hawks, etc. te hace una película cómica para chuparte el dedo (o lo que no es dedo) con encanto imperecedero. Pero para el mainstream actual acaba convirtiendo cualquier idea brillante en más de lo mismo… como obligado por leyes económicas a sumergir el producto en eternos lavados que le quiten su inicial brillo.

Owen Wilson quiere ser el nuevo Jim Carrey a base de bobadas y aunque colabore con Wes Anderson o Woody Allen mona y boba se queda. Las peripecias de un personaje, reducto de un inmadurez, no conducen el argumento hacía el surrealismo con dosis de gamberrismo a lo “Búscate la vida” sino a terrenos insustanciales para lucimiento de Kate Hudson y Matt Dillon. El acoplamiento en forma de esa lapa de confianza llamada amistad da para poco en malas manos y su comicidad queda perdida desde su arranque.

Payasada sin gracia y reforzamiento moral en un manual autocomplaciente de auto-ayuda. Amstrong dormirá feliz aunque no sé si lo leerá y menos si le hará gracia una comedia que es una pájara mental.

"Tú, yo y ahora Dupree" es una comedia bastante tópica sobre amigos plasta con puntos a favor y puntos en contra. A favor: sus tres o cuatro golpes de humor (alguno realmente bueno), dos buenos actores de comedia, la presencia de Kate Hudson y el morbillo de ver juntos a Kate y Owen después de su... ¿cómo decirlo...? ¿Incidente?. En contra: es tremendamente irregular y excesivamente larga.

Lo que no se puede negar es que la presencia de dos actores de comedia tan diferentes es un acierto inteligente porque diversifica el modo de hacer reir. Sin ninguna duda, Matt Dillon es mejor actor (en general) con sorprendentes dotes para la comedia fina sin necesidad de exagerar gestos o muecas, con naturalidad, como sin pretenderlo. Por el contrario Owen Wilson es un discutible actor, pero con un desconcertante carisma para hacer reir. No utiliza (por suerte) el histrionismo del Jim Carrey de hace tiempo, pero tampoco tiene la elegancia ol la naturalidad de Matt Dillon o Ben Stiller.

Desde mi punto de vista, la película gana en los momentos de guión preparados para Matt Dillon, aunque desgraciadamente son los menos; la estrella absoluta es Owen y, por eso, la película está llena de altibajos. ¿Merece la pena verla? Bah, supongo que sí... no es nada del otro mundo pero se sueltan cuatro o cinco carcajadas fácilmente (hoy día ya es bastante) sin pasar momentos de demasiada vergüenza ajena. Al final queda la sensación de haber visto una chorradilla, pero simpática.

Casi se me olvida... También aparece Michael Douglas como estrella invitada en un papel irrelevante (para lo que se supone que es su categoría). Supongo que hay que entender que las mansiones en Mallorca no se mantienen solas, pero da un poco de penita verle haraganeando en producciones como ésta (con decir que su papel tiene casi la misma importancia que el de Lance Amstrong, cuyas dotes como actor, por cierto, son menos sospechosas que sus dotes de ciclista...). Ánimo Michael, esperamos verte pronto en algo de tu nivel.

Y ahí va otra típica comedia, recién salida del horno, made in Hollywood, que hace películas de este género y estilo como si fuesen churros. Es raro el año en el que no aparece en las carteleras alguna de ellas.
Se trata de un film con todos los elementos que ya hemos visto infinidad de veces: pareja recién casados muy felices, amigo "tocapelotas" pero simpático, suegro cascarrabias,... problemillas, y, por último, el final que todos nos esperamos con moraleja incluida, no hay nada nuevo.
Quizás es verdad que sí resulta un tanto entretenida, aunque no muy graciosa, pero con algunos gags buenos. Es para verla, pasar el rato y olvidarla.