Decía hace poco Joss Whedon que no se había sentido tan agotado desde la época en la que tenía tres shows en el aire ('Buffy', 'Angel' y 'Firefly'). Es indudable que el cansancio del director es evidente en la película que adolece de varios defectos que la primera entrega no tenía. Donde aquélla se sentía fluida y dinámica, ésta pierde el rumbo en más de una ocasión y acaba con un desenlace precipitado.

No creo que el principal error de la película sea el haber incluido demasiados personajes. Al contrario, seguramente lo que más me gustó del film es el hecho de que Whedon supo dotar de cierto protagonismo a todos los superhéroes e incluso se reserva cameos para personajes secundarios que harán las delicias de los fans. Desde mi punto de vista, el gran defecto es no haber conseguido transmitir al espectador esa sensación de que la amenaza de Ultrón es global. Sin spoilear nada, lo cierto es que creo que la lucha contra el villano no está tan bien resuelta como en la primera película ya que aquí la narrativa pierde fuelle y en ocasiones no se vislumbra el verdadero peligro del cyborg.

Al respecto, creo que el hecho de usar tantos escenarios (el Congo, el Este de Europa, Corea) no ayuda a entender el verdadero plan de Ultrón y ahí se diluye parte del suspense o sorpresa de la película.

Sin embargo, las batallas, los brillantes y simpáticos diálogos de los personajes que sí se entienden muy bien y desprenden carisma y química, ayudan a que la película nunca aburra y sobreviva como una decente película de superhéroes. No es la mejor de Marvel (de hecho, 'Iron Man 3' y 'Capitán América 2' son mejores) pero resulta un placentero pasatiempo.

Poco sabía de 'Cruel & Unusual' antes de empezar a verla lo cual, creo, favoreció a que saliera tan contento del cine. Se trata de un film original en su temática, que juega bastante con ciertas hipótesis vistas en películas como 'Atrapado en el tiempo', pero dándole una vuelta de tuerca a sus posibilidades.

No quiero desvelar demasiado del argumento en esta crítica pero sí diré que el guión tiene mucha coherencia y cohesión. El largometraje sigue un arco argumental bastante bien trabajado y las piezas encajan en este universo "surreal" de una manera impecable.

Es cierto, no obstante, que hay algunos personajes planos y se crean concesiones al espectador en aras de favorecer la conclusión o la concatenación de acontecimientos. Pese a todo, me parece que es una buena película, entretenida y disfrutable.

Es difícil a estas alturas definir "Una historia de violencia" cuando parece ya que todo el mundo se ha olvidado de ella. Y no nos equivoquemos, pese a que la película tiene fecha de 2005 seguramente debe ser de las mejores películas de la última década y de las más infravaloradas. Se quédó sin ningun premio, pasó desapercibida en la taquilla y a día de hoy el nombre del film seguro que no dice nada a la inmensa mayoría de la gente.
Sin embargo, la película merece de nuestra atención y a buen seguro de más de un visionado. Con una potentísima actuación de Viggo Mortensen y sobre todo de Maria Bello y William Hurt, la película tiene una sinopsis bastante curiosa y provocativa, que incluso con los elementos más nimios logra crear una agobiante sensación de suspense.
A ello favorece la dirección de Cronenberg, que parece por fin alejado de sus habitualidades tendencias surrealistas, frikis y extrañas y que en esta ocasión muestra que puede ser buen director, perfecto cuando quiere.
Con un guión 10 entre sus manos y el toque maestro de sus actores, el director canadiense consigue hacer su mejor película a mi gusto, llamada a convertirse en referente en unos años y que sin embargo fijo que se queda a las puertas de esta valoración en parte por la indiferencia (injustificada a todas luces) de la audiencia.
Denle en cambio Rambo, Epic Movies y variantes y ya verás como las prefieren. Yo en cambio me quedo con esta pequeña joya, una historia magnífica, una historia verdadera.

La nueva película de los hermanos Coen es un puro experimento cinematográfico basado en el transporte "in situ" del espectador a los años 80 y la total sincronización con tal época. El público se inmiscuye en la historia y por varios momentos parece que estamos en las áridas tierras de Texas y alrededores asistiendo perplejos al brutal enfrentamiento entre los personajes de Bardem y Broshlin; o la investigación del sheriff Lee Jones.
La ausencia de música contribuye a ello; aunque Carter Burwell está acreditado como compositor la única partitura que se oye realmente es el silencio, lo cual beneficia enormemente a la película y crea una atmósfera inquietante y a la vez tétrica y beneficia al recurso del suspense.
Los directores logran crear una película viva que resistirá seguramente el transcurso de los años y es probable que su trabajo merezca reconocimiento. Los hermanos Coen siempre se han mostrado afines a sus principios y los han mantenido a lo largo de los años,pero en esta ocasión les ha salido una obra encomiable (aunque inferior a "Muerte entre las flores") y magnífica, y buena parte del mérito se debe a sus órdenes e instrucciones cuando mandan mover la cámara.
Los planos secuencia, el montaje, esos largos planos del paisaje, la caracterización de los personajes, el ritmo pausado y a la vez nervioso de la cinta, las intromisiones que meten y sobre todo el guión que crearon les hace culpables de la gran calidad de la cinta y favoritos para los premios de este año, a la par que crearon su mejor película en años.
En cuanto a los personajes, destacar a Tommy Lee Jones y sobre todo a Bardem, que hace gala de sus buenas dotes para la actuación y consigue crear un personaje único, magnífico, excelente y sumamente tenebroso e inquietante. Suyas son las mejores escenas del largometraje y sus gestos y voces son aplaudibles. Esas caras largas que muestra al inicio de la película; su sonrisa maligna; sus conversaciones y sus interrogatorios son ejemplos de seguramente la mejor actuación del año.
En cuanto al viejo Lee Jones, el escaso tiempo que su personaje está en escena perjudica gravemente su esfuerzo en pantalla. Es facilmente visible su enorme contribución a la cinta y el enorme trabajo que tuvo que hacer para llegar a esos minutos cumbre en los que su personaje se hace dueño de la pantalla y charla bien con sus subordinados, bien con su padre o esposa. Momentos cargados de una enorme expresividad, voluntad, sensibilidad y rencor que recuerdan en buena parte a su actuación en esa maravilla llamada "El en valle de Elah", donde el enorme tiempo del que dispuso ya le supuso una nominación al Oscar.
Sin embargo para el recuerdo siempre quedará el monólogo al que somete al espectador al inicio de la película, donde resume buena parte de su vida y nos informa de la rutina texana y los antiguos tiempos; y en la que suelta perlas como la que da título a mi crítica; o el propio final....

Es interesante en ocasiones percibir cuando ves una película cuán buen director es el responsable de la misma y a la vez darse cuenta de como de malos son los demás.
Son pocas las películas en las que acontece esto, pero cuando ocurre, a uno se le viene una sensación de ánimo, interés, alegría súbita y emoción, entre otras cosas, por descubrir algo nuevo y experimentar el agrado de tan vistoso visionado.
Ésta es una de esas películas; una de esas que nos muestran el pulso de John Ford, para muchos y según la American Film Institute, el mejor director de todos los tiempos, pionero en más de un centenar de modernas técnicas cinematográficas y un genio del séptimo arte.
Sé que buena parte del mérito de la película reside en el majestuoso guión que el director tuvo entre manos o las increíbles actuaciones de unos soberbios John Wayne y James Stewart, pero incluso con esas, el cineasta logra transmitir al espectador una experiencia fílmica inolvidable, algo así, como el orgasmo del cine; la sensación de contemplar una Obra Maestra absoluta que contiene momentos para el recuerdo y un final digno de mencionarse en los libros de Historia del Arte.
A todas luces una película perfecta, colosal y llena de grandes momentos que puede en cierta forma considerarse el mejor Western jamás filmado.
Sí, el género por excelencia de Hollywood encontró en este film su obra cumbre, su mayor perfección, su cima y tope, su máximo esplendor y apogeo, Su Maravilla.
Ya para terminar y a modo de cierre, me gustaría aclarar el título de esta crítica, que hace referencia no sólo al nombre de la peli sino al hombre tras las cámaras que se encargó de FILMARLA o RODARLA(=SHOOT): John Ford, verdadero artíficie de la extraordinaria aventura fílmica vivida.
Nunca un largometraje entre la palabra Acción y Corten mereció tanto la pena; tal vez no sea la Mejor Película de la Historia, pero se acerca...