Entre las piernas

Entre las piernas se situa en ese marenostrum de pelis de intriga con estructura policial/thrilleresca en donde las pistas se fusionan como en una ensalada rusa: hay que ir separando cada ingrediente para dar sentido al conjunto. Por suerte, Pereira respeta la coherencia interna, lo cual hace que la obra resalte, no mucho pero lo hace, por sobre otras pelis de estas manufacturas.

La narración se presenta como una sucesión de segmentos que, al principio, no ofrecen una unidad de sentido aparente. El montaje sincopado, un fondo musical chirriante y ciertos toques de humor la hacen llevadera. Por otro lado, la intriga funciona, no es aburrida, pero puede llegar a confundir si el espectador hace la plancha conforme los datos se van apilando.

Como es costumbre en este tipo de entregas, no todas las sub historias encuentran su razón de ser en la columna vertebral, algunas son extraíbles y se nota que figuran dentro del argumento sólo por ser atrayentes u ocurrentes, pero pecan de prescindibles. No obstante, la labor de los actores, algunos de ellos notables, distraen la atención por lo que los defectos, y esto es muy personal, se ocultan bajo la alfombra.

Morbosa, violenta no sólo desde la concepción del sexo sino desde la mayor parte de las relaciones humanas, Entre las piernas es...no creo que una gran mentira. Más bien una visión ultra neurótica, rayana en lo perverso, sobre nuestra manera de ver el mundo.

En la década de los noventa el thriller erótico estaba de moda, tras el potente éxito arrollador de “Instinto básico”, a raíz del fenómeno Sharon Stone surgieron cantidad de thrillers sexuales que exploraban ese subgénero, la mayoría bastante mediocres. “Entre las piernas” sin ser grandiosa, no me parece mala, la considero bastante aceptable respecto al resto para estar hecha en España. Gómez Pereira, su director, siempre tuvo una visión del amor un tanto reduccionista, pues en todas sus comedias anteriores solía limitarlo casi todo al sexo. También suele acudir a la fragilidad de las apariencias y de las máscaras sociales que constituyen otros de sus temas preponderantes. Aquí abandona la comedia sofisticada para adaptar la novela homónima de Joaquin Oristrell, una pasión lujuriosa entre Miranda (Victoria Abril) que trabaja en un programa de radio sobre sexo y Javier (Javier Bardem), un guionista de cine. Ella es esposa y madre, él divorciado, que se conocen asistiendo a una terapia sobre adictos al sexo.

Miranda está casada con un policía, Félix (un excelente Carmelo Gómez), quien entrará en escena, a raíz de unas pesquisas que está practicando en torno a la productora de cine donde trabaja Javier. La explosiva mezcla entre sexo y crimen en torno a un triángulo amoroso de traiciones que está seriamente influenciado por el cine clásico americano con reminiscencias de famosas películas de Alfred Hitchcock concretamente. Hay muchas ideas de puesta en escena de “Vértigo”, “Psicosis” o “Recuerda”, la narración cinematográfica como artificio, y por ende, el de la llamada “realidad” como mentira, simple apariencia. Una sórdida historia en la que no faltan detalles escabrosos, donde ya en sus originales títulos de crédito están influidos por las espirales y juegos geométricos del diseño gráfico del genial Saul Bass que había trabajado para el maestro del suspense en los títulos de “Vértigo”, “Con La muerte en los talones” y “Psicosis”.

Un film provocador y de alto voltaje erótico al que sus personajes tienen un problema que anuncia el título explícito del film, cuando en realidad deberían tenerlo en el cerebro, al ser adictos al sexo, resulta francamente extraño por sus giros inesperados, demasiado grave cuando quiere ser ligero y demasiado ligero cuando quiere ponerse grave. Proliferan los puntos de vista, en varias historias que se entremezclan en una azarosa interposición de planos narrativos que por momentos oscila entre la comedia negra y la trama criminal. Se trata del delirio de un escritor carcomido por el miedo a verse engullido por sus propias ficciones, asustado ante su imparable capacidad de fabulación. Un film entretenido y a ratos interesante, en mi opinión, gracias a un excelente casting de actores con buena química.

Sin lugar a dudas se trata de una película española que fue muy controvertida debido al título que lleva, y la temática que conduce.
El director Manuel Gómez Pereira dirige una historia donde nos presenta a unas personas que van a terapia en grupo de gente adicta al sexo. Ellos intentan superar esa adicción que tienen para que su vida sea mucho mejor, pero al final dos de esas personas acaban atrayéndose y comienzan a tener una relación. Lo que no se imaginan, es que esa relación será investigada por un policía (marido de ella) porque se les relaciona con el asesinato de una persona que aparece en el maletero de un coche.
La historia resulta interesante por momentos, pero en general flojea en muchos aspectos que hace que al final no llegue a cuajar del todo. Uno espera en el fondo mucho más de esta trama, y sobre todo cuando algunas escenas que se ven hacen que uno se conecte con esa trama de intriga y suspense. Pero al momento, vuelven a surgir momentos que no interesan y que están rodados de una forma que se alejan de lo visto anteriormente en lo que a calidad se refiere.
Soy una persona que suelo defender bastante el cine español ya que hay mucha gente que lo critica simplemente porque es español. Yo creo que hay de todo igual que en cualquier tipo de cine de cualquier país. Es más, hay películas españolas que están entre mis favoritas. Pero con una cosa que no puedo del cine español es que siempre utilicen la temática del sexo para atraer al público. Y en esta ocasión es un hecho que se puede comprobar en varias escenas y en el título del film.
Un reparto muy amplio de grandes actores forman parte de la película. Victoria Abril, Javier Bardem, Carmelo Gómez, Juan Diego o Sergi López dan vida a los protagonistas de esta trama. Todos ellos realizan un brillante trabajo ya que son grandes actores, y aquí vuelven a demostrar el enorme talento que tienen.
Como anécdota curiosa, se puede fijar uno que en una escena aparece una desconocida en ese momento Blanca Portillo; la cual hace un personaje que apenas dice un par de frases. Quien iba a pensar que esa joven se convertiría en una de las mejores actrices que ha dado nuestro país.
En fin, "Entre las piernas" es una película que se espera mucho más de lo que es cuando se lee su sinopsis. Una película que cuenta con ciertos momentos buenos, pero que son ensombrecidos por diversas escenas que no convencen ya que están narradas de una forma que no interesan.

Gómez Pereira, tras una coherente y cualitativamente relanzada trayectoria en la comedia, da el salto (a través de su inseparable trío de colaboradores) al thriller y se estrella. No es que "Entre las piernas" sea una mala película tampoco, pero como suspense, intriga o como quieran llamarlo deja muchísimo que desear. Está basada en una novela del astuto Oristrell y cuenta con un guión torpe, desvaído, incongruente y mediocre. Centrada en el mundo del sexo y su peligroso entorno, combina ofreciendo más que logrando morbo, erothriller y psicodrama al narrar la historia de dos seres que se conocen en una terapia de cura de adicción sexual: ella ninfómana y empleada de radio (Abril) casada con un policía (Gómez) y él un erotómano y guionista (Bardem). A partir de aquí todo se desliza y tropieza hacia el terreno más insustancial que hay: quedarse en tierra de nadie, pues ni provoca ira por sus desequilibrios ni entusiasma por haber buscado una apuesta más arriesgada. Resulta enormemente encomiable el magnífico trabajo de los intérpretes (y es solo por esto por lo que la película no es directamente un desatinado bodrio), en una película tan desorientada y falta de garra y convicción, en la que todo está mal perfilado, desarrollado y planteado. Ejemplo mismo el del personaje de Juan Diego.
Resumiendo: pudiera parecer un film complejo y por ello atractivo, pero no es más que una película arbitraria, hueca, que promete mucho y no ofrece casi nada. Un fracaso rotundo, vaya.

Una vez más son los actores los que aportan mucho a esta trama. Y ni que decir la sorpresa del final! No voy a incluir spoiler pero sugiero verla no solo por lo entretenida sino por ese giro que termina dando el relato.
Clave para todo los tiempos que se toma Javier Bardem, para cada frase un poco de suspenso en las palabras, sabiendo que lo que se viene es algo fuerte. Bien también Victoria Abril, en un papel bastante hecho a su medida.