Johnny Oro

Después de ver esta película me entra un importante dilema. ¿Es cutre porque el director lo quiso así, o el director quería hacer algo serio y le salió algo cutre? Se trata de una duda seria ya que dependiendo de la respuesta, mi crítica podrá adquirir uno u otro matiz. Si el director lo hizo adrede, tanto las ridiculas y fuera de lugar frases lapidarias como los mil y un primeros planos a la sonrisa profident de Mark Damon pueden tener su gracia. Eso sí, una gracia existente únicamente en la imaginación del director. Pero si Sergio Corbucci pretendía ser tomado en serio después de esto; es para cortarle la cabellera.

No nos vamos a detener mucho en el argumento, pues es muy parecido al de muchas películas del oeste; pero si vamos a ahondar en la ridícula caracterización de los personajes. El protagonista es Johnny Oro, un cazarecompensas con la inteligencia de Macgiver, la dureza de Rambo, la puntería de Lucky Luck, y el manejo de los cuchillos del lanzacuchillos del Gran Juego de la Oca. Este individuo, que además tiene la sonrisa más perfecta en ambos lados del Paso, resulta detenido por el Sheriff local, un tipo cuyo idealismo y cabezonería alcanza cotas inmensas. Esa detención provoca que el archienemigo del chico de las mil y una sonrisas, se alie con un jefe Sioux y planeen asaltar el pueblo y así acabar con la vida del protagonista. En la defensa del pueblo, el sheriff contará con la ayuda de un viejo que prefiere dormir en la cárcel antes que en su casa.

Quitando lo absurdos que resultan los personajes, que posiblemente esta película bata el record de número de primeros planos de la sonrisa del protagonista por minuto, que algunos diálogos son tan ridículos que no hay por donde cogerlos, que una estatua interpretaría mejor al protagonista que Mark Damon, y que en definitiva es cutre; la película tiene una falta de rigor histórico de bulto. Los Sioux se movían bastante más al norte de la frontera con México.

Sin embargo, no todo es despropósito en esta película. En su haber tiene algo muy importante: es entretenida.

Vista esta película casi primigenia de Sergio Corbucci. No esta mal, tiene detalles interesantes, se aprecian elementos propios del director que después perfeccionaria en obras posteriores: un uso del zoom un tanto aleatorio, esos planos cortos sin llegar a los primerisimos primeros planos de su tocayo, los momentos de violencia casi obscena y esa habilidad, ese 'je ne sais quoi' que tenia el director para crear imágenes impactantes...cuenta con un buen arranque y, sobre todo, un desenlace con mucha acción, bastante espectacular a nivel de violencia gráfica y en cuanto a presupuesto.

Me ha recordado un poco a Django, no solo por la violencia ni por la intención de Corbucci de definir un personaje con unos rasgos muy característicos y pivotar la narración en torno a él, sino porque adolece del mismo fallo que, para mí tiene Django: hay un buen planteamiento y desenlace, pero se pierde en el nudo y hace que baje el interes y que el conjunto se resienta bastante. Por desgracia, Johnny Oro no cuenta ni de lejos con la fuerza de las imágenes de Django ni con el carisma de su protagonista (donde en mi opinión radica el valor diferenciador de Django), por lo que la obra se queda en algunos momentos puntuales buenos que seguramente solo sean apreciados por los aficionados al género.

Por último decir que me da la impresión de que el duelo final bebe directamente del de Por un puñado de dólares: el protagonista avanza impasible ante el villano mientras este le dispara con un rifle y aunque aquí no hay plancha de metal, del mismo modo que en la película de Leone, el protagonista utiliza una argucia para salir airoso de la situación.

Como digo, una obra menor que sienta las bases de lo que luego Corbucci hará (mejor) en Django, Navajo Joe o El especialista, por lo que creo que es lo bastante interesante para quienes quieran profundizar un poco en el género.

Un 'spaguetti western' bastante rutinario. Rodado por Corbucci justo antes de "Django" pero estrenada poco después, parece claramente una obra menor del casi siempre divertido director italiano.

Aunque tiene secuencias de impacto visual, como la del inicio y las del final, probablemente a causa de un guión bastante limitado y que no explota todas sus posibilidades, el devenir del filme se estanca bastante en su parte central.

Con notoria influencia de un clásico como "Río Bravo" (Howard Hawks, 1959), en donde es también clave el asalto a la Oficina del Sheriff que está custodiando a un preso y donde el personaje de Walter Brennan es muy parecido al vejete (Pippo Starnazza) que hay aquí.

Aunque se deje ver, está lejos de la densidad dramática de otros filmes de su director y aunque dentro de la pareja protagonista Ettore Manni está rmuy en su papel, Matt Damon resulta algo hiératico. Rodada íntegramente en Italia, se echa también de menos la presencia hispana de otras pelis del subgénero en el elenco, aunque sea en papeles secundarios o de relleno.

Considerado por algunos críticos como un spaguetti western original, aunque sea solo por el argumento, la verdad es que, pese a estar dirigida por Sergio Corbucci, un competente realizador, no pasa de mediocre.
Se puede ver y no cansa, pero tampoco tiene nada que destacar. Se parece como una gota de agua a tantas otras, aunque es mejor que otras, de acuerdo.
Lo que sí es cierto es que constituye uno de los primeros títulos del género del spaguetti western con los que oficialmene se institucionaría el simpático género cinematográfico. Antes ya había habido otros títulos, pero este, junto a algún otro, cimentó su popularidad (el que lo engrandeció ya se sabe que fue el excelente Sergio Leone, con su sensacional trilogía).
Mark Damon, su protagonista, apenas hace nada más que relucir sus grandes dientes. Un actor de tercera estadounidense que, no obstante, tuvo buen olfato al hacerse productor en Los Estados Unidos, una vez amansada una pequeña fortuna en Italia. He visto una buena suma de películas de segunda, pero simpáticas y amenas, con su nombre como productor, lo que me indica que, al menos, es un hombre inteligente.
Pero "Johnny Oro" es muy poca cosa y quitando la presencia de Ettore Manni, habitual de los péplums italianos, no hay nada que llevarse a la boca. Quizás el personaje del doctor del pueblo, aficionado a vivir en la cárcel pues allí puede comer tres veces al día y estar tranquilo. Bueno, menos es nada.
¡Ah!, Como curiosidad, aparece por ahí Fernando Rey, casi casi como extra.