Mira quién habla también

Mickey ya no es el único que habla, ha tenido una hermanita y encima tiene mala leche, como la mayoría de las mujeres (broma). Secuela repetitiva que ya no cae tanto en gracia como su antecesora, repitiendo la mayor parte del reparto. Aún así a los niño-adictos puede ser que les ocupe el rato. Lo más aprovechable el sarcasmo de la nena.

Cuando se estrenó "Mira Quien Habla", todo el mundo se quedó impresionado por la original historia que contaba y por las sarcásticas impresiones que el bebé hacía sobre el mundo de los mayores. Eso hizo que la industría cinematográfica tratara de alargar dicho éxito con una secuela, en la que en vez de un bebé parlante hubieran dos bebés parlantes.

La película nos cuenta como tras superar todos los problemas habidos y por haber entre la pareja protagonista que vimos en la primera de las películas, James y Mollie tienen otro retoño igual de deslenguado que el primero. Sin embargo, la convivencia y la presencia del hermano de Mollie hace que la armonía entre ambos se resquebraje.

A pesar de todas las buenas expectativas que generaba la presencia de un nuevo bebé parlante, el resultado final tuvo bastante menos calidad que su antedecesora. La razón, muy simple: los guionistas no quisieron dotarle de suficiente protagonismo a las estrellas del film, los bebés. Así, acaba siendo una sosa y previsible película más sobre parejas que se separan para luego juntarse.

Respecto a los intérpretes decir que siguen la misma buena línea que la anterior, destacando la incorporación del buen hacer de Elias Koteas.

Esta secuela es más de lo mismo pero igual me parece muy buena, no tanto como la anterior pero casi casi y la nenita es un encanto y tiene buenas escenas cómicas, repiten todo o casi todo el reparto anterior y es otra agradable y simpática película.

Aquí la historia no es tan buena y me parece que esto es lo más débil de esta historia pero como es una película familiar sin muchas pretensiones, no lo veo tan catastrófico, tal vez si para los productores en su momento.

Segunda parte o continuación de la franquicia "Mira quién habla" que regresa sólo un año después de la original de 1989 con prácticamente el mismo equipo que la anterior más la incorporación de Elias Koteas, clavadito a Robert de Niro de joven: Kirstie Alley, John Travolta, Olympia Dukakis y en la dirección Amy Heckerling. Sin embargo el impacto no fue el mismo y si la original consiguió ser la cuarta más taquillera de los Estados Unidos con algo más de 140 millones de dólares recaudados, la que estamos comentando "Mira quién habla también" se tuvo que conformar con un más bien discreto puesto veinticuatro con algo menos de 48 millones embolsados. Los motivos pueden ser varios, que fueron demasiado seguidas, que ya lo del bebé parlanchín no eran tan novedoso, que no tocaba, etc.

Aunque no nos engañemos, para mí se debe a que como película es lo más de discreta. Pero tampoco "Mira quién habla" (1989) era buena, incluso en algunos puntos era más desagradable que ésta y sin embargo se convirtió en un pelotazo. Sea como fuere, la presente tiene una trama tirando a floja pero el carisma de sus estrellas, la saca a flote, algunas caras de Kirstie Alley, siempre tan expresiva, el baile de John Travolta en la guardería, atención a cómo lo viven las niñas, especialmente la del pelo negro que podrá contar a sus hijos, que siendo una perfecta desconocida, compartió escena con Travolta, y por supuesto las ocurrencias de los nenes, con el hombre del water y demás. En este sentido, el fichaje de Julie (Megan Milner) es un acierto, porque es muy graciosa y además es monísima.

La primera película tenía un encanto del que ya hablé en mi crítica correspondiente. Esta adolece de los ingredientes de la primera. Esta vez nos encontramos con un pastiche de gags que no llevan a ninguna parte y una historia aún peor guionizada y desarrollada. Al principio parece que vas a ver más de lo mismo (encima eso, no innovan), pero es que encima es peor. Para verla mejor ve la primera y ya está, que es mucho mejor. Lo único interesante, y por eso la nota no es más baja, es el enfoque de representar a los niños con su naturalidad de que no necesitan entender el mundo como los adultos, simplemente hacen la vida con las cosas más insignificantes y simples. Eso está muy bien representado y menos mal que ese ingrediente de la primera película lo han trasladado aquí también.

En los últimos minutos de la película se compensa la mala calidad de la película, ya que le ponen acción y emoción. En otras partes de la cinta se buscaba sacar algún detalle sentimental, pero estaba dirigido sin ritmo y de una manera aburrida.

Si tuviera que valorarla como comedia, le pondría una nota aún más baja, como un 2.