El secreto

Lo mejor DAVID DUCHOVNY, y no es que haga un papel destacable, es que me parece muy atractivo, y lamentablemente, esa fue la única razón por la que aguanté hasta el final.
Hablando de cuestiones cinematográficas, el planteamiento hubiera resultado además de original, claustrofóbico, si el guión se hubiese trabajado de manera más inteligente, profundizando en el planteamiento del misterio, y a la vez, desarrollando la complejidad de los personajes, porque materia había.

“El secreto” es una nueva vuelta de tuerca en las películas de hijos que se sienten incomprendidos y padres frustrados por no entender a sus hijos que, por intercesión divina, conjunciones cósmicas, arte de magia, deseos a una estrella o los cojones del tío Paco se despiertan una mañana cada uno en el cuerpo del otro… con las típicas situaciones del niño en un mundo de adultos, las tópicas escenas del adulto en un mundo de niños y el esperado final en el que todos sienten que se entienden un poquito mejor.

La principal novedad radica en el hecho de a) no es una comedia y b) es francesa, lo que nos garantiza situaciones escabrosamente típicas en el cine francés (incestos) y atípicamente sorprendentes en lo que suelen ser estas inofensivas comedias juveniles (incestos) con la falsa etiqueta de “gustará a todos los públicos. ¿He mencionado que me ha impactado el fondo incestuoso de la película? Bueno, no quiero engañar a nadie ni despertar falsas expectativas: no es una película de incestos, ni porno, ni que aborde la complejidad moral del tema… sino una película normalita de intercambio de papeles en la que por pura casualidad les ha salido un punto novedoso no visto hasta ahora y que, de hecho, no se molestan en explotar.

Les hubiese ido mucho mejor si hubiesen situado el eje de la película en el plano de la moralidad, la ética y la legalidad sobre las relaciones entre un padre y su esposa en el cuerpo de una hija… pero se ve que no fueron conscientes del potencial que tenían entre manos y se quedaron en los problemas del día a día que provoca una TCND (transustanciación corpórea no deseada), aunque desde un enfoque serio, toda una novedad respecto a sus predecesoras. No debe de ser fácil meterte en la piel de tu niña y darte cuenta de que no sólo es una adolescente gilipollas, sino que además es un poquito ligera, coquetea con las drogas y no le gusta estudiar.

El discutible interés y las competentes actuaciones se ven lastradas por un guión arrítmico que les obliga a unos diálogos sin sustancia y unas situaciones imposibles de interpretar con un mínimo de credibilidad. La dirección es, siendo benévolos, normalita sin conseguir aportar demasiado, ni siquiera una transición entre escenas que no chirríe, y sin poder compensar ninguna de muchas carencias de un “Secreto” que no pasa nada por no desvelar. Se puede ver una vez y no pasa nada, salvo que lo normal es mandarla directamente al cajón de las películas que en el futuro estrenarán en Antena 3 el fin de semana por la tarde.

Somos desde lo que vemos, y como nos vemos. Desde que nacemos y comenzamos a crecer se inicia una búsqueda personal: la de la propia individualidad. No ver desde los ojos de nadie, ver desde uno mismo. El secreto encierra esa búsqueda y la transforma en una metáfora sobre la transferencia, la posesión.

Triángulo madre/hija/padre. La madre muere, pero solo por haber salvado a su hija, quien ahora observa el mundo desde los ojos de su progenitora, desde la mente de su progenitora. Ese difícil camino por la identidad también debe transitarlo el padre, un Duchovny discreto, que no logra ver en su hija a una esposa ni, quizás lo más grave, a una hija en su hija. Desde un extraño fenómeno de fusión de seres, la hija empezará a conocerse "distanciándose", observando su entorno y su espíritu desde los ojos de la madre.

El secreto expresa un dilema universal en clave fantástico/psicológica. La idea es gloriosa, digna de elogio y Olivia Thirlby la bordea con sobriedad. Pero le falta PODER, poder que ponga en carne viva un drama que se antojaba dramón pero que por falta de cierta fuerza para exhibir el mensaje sólo termina por esbozar un producto interesantísimo, pero incompleto.

'El secreto' es ante todo una película entretenida y buena, lástima que no se le haya dado la promoción adecuada porque seguro que a los más romanticones les habría encantado poderla ver en cine (después de todos los bodrios que nos tragamos en cartelera). Cuenta como una mujer tiene que llegar hasta el más profundo rincón del alma de su hija para, antes de marchar lograr entenderla, sentir y pensar como lo hace ésta. Una buena lección moral sobre como actuar con las personas que creemos tener más cercanas y que sin embargo distan de nosotros miles de kilómetros.

Difícil película cuyo factor que juega a su favor es que tiene un argumento novedoso y poco visto. El protagonista es David Duchovny en una cinta en que madre e hija se vuelven una sola y cuyas consecuencias no tardan en llegar en especial para el padre. Pérez hace una dirección lineal sin meterse en muchas curvaturas de guión, los actores lo hacen bastante bien. La cinta deja un sabor amargo según la estás viendo, con las cosas no que pasan y que sabes muy bien que no pasarán, pues no se atreverán, pero que podrían llegar a pasar. Es increíble, pocas veces una película te deja así, por lo cual me parece bastante buena. La ví hace tiempo y no se si volveré a hacerlo pero lo que tengo claro es que no es una cinta fácil de olvidar, ya que araña en el plano de lo oscuro, de algo que se siente y no está bien, imposible de confesar, de ahí el título yo creo. Genial la chica protagonista. La recomiendo.