El cuervo

Film realizado por Lew Landers (pseudónimo de Louis Friedländer). Escriben el guión David Boehm y Jim Tully, con la colaboración de Florence Enright en los diálogos. Se inspiran libremente en el poema "The Raven" (1845), de Edgar Allan Poe. Se rueda en estudio. Producido por Stanley Bergerman (no acreditado), se estrena el 8-VII-1935 (EEUU).

La acción tiene lugar en una ciudad costera indeterminada de EEUU, en 1934/35. La notable bailarina Jean Thatcher (Ware) sufre un accidente de coche que la lleva al borde de la muerte. Los médicos creen que el afamado cirujano Richard Vollin (Lugosi) es el único que puede curarla. El juez Thatcher (Hinds), padre de la muchacha, logra convencerlo.

El film es un thriller de terror y horror, con elementos de melodrama. Reúne a los dos actores más destacados del cine de terror de la Universal, Karloff y Lugosi. Trabajan juntos en 6 films de Universal y 2 de RKO. Se considera que sus mejores films son "Stanás"/"The Black Cat" (1934) y el que nos ocupa. El realizador es un artesano eficiente que trabaja con discreción. En el film crea una atmósfera siniestra, opresiva y oscura, dominada por la brutalidad sádica y la demencia. La afición del doctor a la lectura de Poe añade elementos estremecedores, como la lectura en voz alta del poema "El cuervo". La presencia inquietante del cuervo, símbolo de la muerte, es explícita en la secuencia inicial, la figura sobre peana del despacho del doctor, la proyección de su sombra sobre la pared, el baile y la noche de tempestad. El espíritu de Poe está presente de modo continuado a través de los juegos de luces y sombras, referencias a instrumentos de tortura y visualidción de algunos de ellos. Se propone una reflexión sobre las relaciones de la maldad/bondad y la fealdad/belleza. En los últimos 15 minutos la tensión se eleva a cotas de intensidad inusual. El film tiene gran influencia en obras posteriores: inspira la escena de los espejos de "La dama de Shanghai" (O. Welles, 1947). La cinta homónima de Corman ("El cuervo", R. Corman, 1963), tiene poco que ver con la de Landers. Se abordan cuatro temas principales: tortura, desfiguración física, venganza y dominación, que se contraponen al amor paternofilial y al amor de pareja. El uso de maquetas (accidente, fachada de mansión, tempestad), de fácil identificación, no perjudican al conjunto del films. Los escenarios de tortura se inspiran en el relato breve "The Pit And The Pendulum" (1842), de Poe. Es de gran interés el duelo interpretativo de Karloff y Lugosi.

La música, de Clifford Vaughan ("Capitanes intrépidos", 1937), aporta fragmentos de composiciones descriptivas y emotivas que refuerzan el aire lúgubre y aterrador del relato. La fotografía, de Charles J. Stumar, ofrece encuadres precisos, primeros planos inquietantes, tomas elevadas y oblícuas y aproximaciones emotivas, en el marco de una estética de inspiración expresionista. Es uno de los films de terror más notables de la Universal de los años 30-40.

“El cuervo” es una adaptación cinematográfica de una macabra historia original surgida de un poema de Edgar Allan Poe.

Si bien es un filme al que se le nota cierta rusticidad y visos naif tanto desde el argumento como desde las interpretaciones, también hay que tener en cuenta de que la cinta está conseguida desde su carga perversa y sombría, es una oferta que goza del carisma de dos grandes íconos del terror como son Karloff y Lugosi, está muy bien lograda desde los escenarios góticos y tenebrosos, posee una atmósfera inquietante donde la perturbación y la locura dominan la pantalla, y además es sugerente desde los juegos de luces y sombras para darle un marco más alarmante desde lo estético.

Es una película de corte negrísimo, con alternativas siniestras y retorcidas, donde el desequilibrio mental y la venganza son los dos temas fundamentales de la historia.

El horror se manifiesta de manera implícita, donde la opresión psicológica es el elemento más constante dentro de la narración, aunque hay pasajes donde entran en juego ciertos tópicos más escabrosos y sádicos tales como la tortura y la violencia física, claro que siempre en clave no tan explícita ya que en la cinta no se exhibe ni una gota de sangre.

En definitivas, es una obra con asfixiante atmósfera demencial, donde se respira un aire macabro y revanchista por la locura que provoca un amor obsesivo no correspondido, elemento bastante común en las obras de Poe.

Palabras claves: sadismo, Edgar Allan Poe, doctor loco, amor obsesivo, venganza, trastornos psicológicos.

EL CUERVO (1935), de Lew Landers, una adaptación libre del maravilloso poema de Edgar Allan Poe que contó con un dueto protagonista de excepción; las dos estrellas indiscutibles del cine de terror de los años 30; por un lado Bela Lugosi (quien ya protagonizara por 1931 la famosa “Drácula”, la primera versión de la historia del cine, dirigida por el brillante Tod Browning), y por otro lado Boris Karloff (famoso por su interpretación de Frankenstein en “El Doctor Frankenstein” de 1931 dirigida por James Whale, también “La novia de Frankenstein” (1935), o “La momia” de 1932); no sería la única vez que participarían juntos ya que coincidieron en varias ocasiones más pero es un placer ver en la misma pantalla a los dos mitos incuestionables del cine de terror clásico.

La película es un tributo a Poe en general ya que aunque el film se titula como el famoso poema, es una libre y personal adaptación del autor donde se hacen más referencias tanto al autor como a la obra; en los diálogos de Lugosi siempre está presente Edgar Allan Poe y sus obras literarias que quiere llevar a la realidad, mención especial para “El pozo y el péndulo”, gran cuento que se tributa también en esta película y que por otra parte se llevo a la gran pantalla como no podía ser de otra manera por el fanático de Poe y del terror clásico en general, el director de grandes películas de “serie b”, Roger Corman en 1961 con su obra “El péndulo de la muerte” (The Pit and the Pendulum), protagonizado por uno de sus actores fetiche Vincent Price.

“The Raven” es una entretenida película de intriga, suspense y dosis de terror que van aumentando con el transcurrir del metraje, película muy bien rodada y ambientada, y con algunas escenas que influenciaron a realizadores posteriores como la escena de los espejos a los que dispara Boris Karloff, y que utilizaría o serviría posteriormente a Orson Welles para la realización de su famosísima escena de los espejos con Rita Hayworth en su película “La dama de Shanghai”.

Tal vez el “pero“que se puede achacar a la película es su rapidez a la hora de solucionar algunos puntos, algunas elipsis algo injustificadas que hace preguntarse al espectador cómo ocurrieron algunos sucesos, pero no de demasiada importancia.

De metraje muy corto, apenas 60 minutos, sirve para pasar una gran noche de terror clásico que hará las delicias de los más fieles y puros espectadores del género.

Landers consigue darle a su obra la atmósfera adecuada. Personajes a la altura de sus estrellas y planos para el recuerdo.

Dioses de carne y hueso. Amores no correspondidos. La venganza del sádico que nunca ama. El juguete roto del diablo. Ubicaciones para el delirio de un alma retorcida.

La belleza de una producción que supo contener y exprimir el carisma necesario. A reivindicar por delante de otros clásicos de la Universal.

Curiosa esta película de uno de los dúos del terror clásico más grandes que ha habido, Bela Lugosi y Boris Karloff, y que obviamente no versiona el poema de ¨El Cuervo¨ de Poe, más bien se llama así por la obsesión del protagonista, un cirujano megalómano y con una mente perversa, por la obra de Poe, las torturas y la muerte.

La película viene a ser una mezcla de terror gótico y ¨mad doctor¨, con Lugosi convirtiendo a Karloff en un deforme a sus órdenes, y dedicándose a martirizar a una serie de personas con torturas sacadas de libros de su ídolo, en una mansión llena de mecanismos que ha dispuesto para ello, y que haría las delicias de cualquier genio del mal, ¡¡y es que menuda casa!!

Ni tiene una trama magnífica, ni tiene las mejores actuaciones del mundo -salvo Lugosi, que está tremendo-, pero me ha resultado una película de lo más disfrutable.