Héroe en dos mundos

*Dos novelas “comprimidas” en dos horas de película

Dos horas de película no dan el espacio ni el tiempo necesario para cubrir dos novelas; los puntos dramáticos se apresuran y muchos de los detalles de la trama se pasan por alto. Por eso, Héroe en dos mundos resulta un torbellino de sensaciones que no dejan entender del todo la historia hasta que ya está muy avanzada.

No es una trama fácil de manejar, nos movemos entre el mundo actual y el histórico-fantástico. Además, hay muchos componentes que por tiempo no se pueden explicar, así como profundizar en la misión de la corporación Aladdin, la “magia” del protagonista, la conexión entre el novelista y su obra o la importancia de la flauta. Por estos motivos, también da la sensación de que el final está demasiado apresurado o, de algún modo, improvisado. Como no he leído las novelas originales, me es imposible destacar los cambios más significativos, pero las prisas en el clímax y su resolución me hacen pensar que el final es un tanto abrupto.

Aun así, la trama sigue siendo muy interesante. Es una historia que, en realidad, son dos; tenemos unos personajes que nos acompañan en la actualidad, mientras que los otros nos trasladan a un mundo ficticio, haciendo que se entrelacen y afecten ambas historias. Me pregunto si, con una serie en vez de una película, se hubiese conseguido un poco más de claridad en los detalles.

*Héroe en dos mundos es visualmente potente

Pocas producciones, fuera de Hollywood, consiguen tener unos efectos especiales de primerísima calidad. Pero la verdad es que, si la historia es buena, no hacen falta. En este caso, pese a no tener un CGI impecable y realista, consiguen transmitir el efecto deseado. Es llegando al clímax de la película, cuando de repente se convierte en una especie de Attack on Titan poco realista.

Si ya has visto películas de acción fantásticas chinas, sabrás que tienen otra forma de utilizar los elementos mágicos, fuertemente influenciados por el folklore, las leyendas y los distintos géneros, sobre todo literarios, del país. Además, tienen una forma muy particular de grabar las escenas de acción y su coreografía, basado, sin duda, en las artes marciales. Lo mismo ocurre en Héroe en dos mundos, donde se puede apreciar ese formato de lucha, sobre todo, en la trama fantástica.

Visualmente, el juego de luces oscuro y sombrío acompañan perfectamente al trabajo de cámara, especialmente potente en las escenas de acción. Hay muy buenas transiciones de escenas al pasar de la realidad a la ficción, dándonos esa sensación de adentrarnos a otro mundo. Dejando de lado algunos de los efectos especiales, la producción de Héroe en dos mundos es de muy buena calidad, no solo a nivel técnico, sino que también interpretativo.

*Una odisea entre la realidad y la ficción

Corporaciones ilegales, tráfico de personas, mundos paralelos, dioses y la búsqueda exhaustiva de un padre por encontrar a su hija son algunos de los temas que trata esta película. Es un viaje del héroe recorrido en dos realidades muy distintas que pueden o no estar relacionadas una con la otra. Es interesante ver ese contraste entre la realidad y la ficción que continuamente van entrelazando. Héroe en dos mundos parece juntar el drama y la acción contemporáneo con el género xianxia (género del cine y la literatura china que transcurre en una ficción histórica donde las artes marciales, el budismo, la mitología china, los héroes y los dioses conviven en un mundo fantasioso), aunque en realidad crean un mundo bastante singular.

Guan Ning, un hombre movido por la desesperación tras perder a su hija seis años atrás es el protagonista de la historia. Dentro de no ser un personaje con mucha personalidad, se aprecia la transformación de su arco. Por otro lado, está Kongwen, un joven autor de novelas sin éxito, que vive de su madre y la caridad de la gente. Kongwen además de ser el autor de la novela, es también el protagonista de esta, personificando ambos personajes; en la realidad y en la ficción. Los dos hombres están más conectados de lo que creen y gracias a su cooperación son capaces de perseguir aquello que más desean. Ambos persisten por aquello que aman.

*Conclusión

Héroe en dos mundos es una película entretenida que, dentro de ser una confusión de elementos e ideas, te atrapa sin darte cuenta. Es una lucha entre el bien y el mal donde la fuerza recae en creer en lo que más amamos. La película, aparte de tener una historia interesante, y dejando de lado las incongruencias de la trama, tiene, además, un mensaje muy claro: hay que apostar por aquello en lo que creemos, incluso cuando parezca imposible. Puede que empiece siendo confusa y un poco lenta, pero pronto te encuentras intrigado por su historia, empatizando con los personajes y con ganas de saber qué es lo que realmente está ocurriendo.

Escrito por Gemma Rubio Massó

Soberbio espectáculo visual que resulta confuso por momentos y se entrega por completo al CGI en su final. Un hombre, que busca desde hace cuatro años a su hija desaparecida, es contactado por un magnate para que mate a un joven que está publicando una novela en directo en un video blog. Poco a poco se irán evidenciando conexiones entre todos ellos tanto en el mundo real como en el de la imaginación.

Como espectáculo visual es apabullante, digno de una superproducción. Hay escenas con unos coloridos y unos diseños de producción que dejan boquiabierto. El dragón de globos y fuego es simplemente majestuoso, y los contrastes entre la fotografía azulada y los rojos y amarillos intensos son todo un deleite visual. No es solo el diseño, es la espectacular imaginería que, ignoro pero es probable, bebe de la propia mitología china. La cinta es un drama, un thriller, es fantasía, es acción propia del cine de artes marciales... Entonces, ¿por qué solo un 6?

La trama a veces se hace complicada de seguir, ya que se superponen dos y a veces tres capas de narración. No es inextricable, pero si uno se despista le puede ocurrir. Luego tiene algunas caídas de ritmo, sobre todo porque los puntos álgidos te llevan tan arriba que es imposible mantener tal dinamismo. Y el CGI, que durante casi todo el metraje acompaña bastante bien sin dar la impresión de estar viendo una película de animación 3D, se desboca al final, en un uso que es también abuso, equiparable a cualquiera de Marvel. Solo ese final tan de dibujos animados le hace bajar del siete que ya tenía decidido. Pero seguro que la volveré a ver, y eso no es algo que diga de muchas películas recientes.

Como en 'la historia interminable', aquí se mezcla mundo real y mundo escrito. Pero en este caso en ambos mundos desde el principio a gente con super poderes.

Esto es cine de aventuras con mucha acción. Su punto fuerte es el vestuario y los decorados. Estos aspectos sí te llevan a un mundo de fantasía bastante conseguido y aunque también hay bastante CGI, y se nota, está introducido con buen gusto. Aun así algunos videojuegos tienen cinemáticas más curradas. Por otro lado la acción también está bien rodada.

La historia me parece lo más flojo. No me acaba de enganchar y en ocasiones es un poco confusa. El guión nos deja algunos diálogos que son para enmarcarlos. Dejo un ejemplo en spoiler, pero hay más. Eso sí, puede que tenga algo que ver el doblaje ya que la he visto en castellano.

No soy muy aficionado a las películas de aventuras fantásticas orientales. Si la comparas con algunos live action basados en mangas o con las pelis más fantásticas del cine wuxia, está me parece de lo más asequible para espectadores estándar.

Resumen:

Dudoso planteamiento (...) guion que decepcionará, así como el estilo sobreactuado (...) Todo lo anterior desluce (y convierte en vano disfrute) el apartado visual.

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Crítica completa:

La historia se desarrolla con una estructura narrativa en paralelo. Dos devenires separados modalmente: por un lado, acontecimientos reales y también trágicos que suceden al protagonista; por otro lado, sueños, deseos y eventos posibles para una imaginación onírica que deshiciera las desgracias.

¿Podría tal vez la infinita potencia del amor hacer converger ambas narraciones? Desde luego, una convergencia literal poco tendría que ver con las sutilezas de la Maravilla clásica, que nunca realizaba, sino solo sugería lo imposible. En este sentido, cabe decir que no: no es sutil la narración. Habrá a quien no le moleste esa falta, pero convencionalmente, realizar lo imposible se siente como un abuso de la ingenuidad del espectador.

Por suerte, hay algo que evita que tal abuso se convierta directamente en un deus ex machina, arruinando la poca coherencia interna que hubiera y es que, desde el principio, la realidad que presenta la película ya está preñada de elementos increíbles (distintos personajes tienen poderes sobrehumanos) y todo ello, sin que la narración se despeine lo más mínimo, intentando explicar las razones de esos elementos sobrenaturales (por lo que desde el inicio, estabamos advertidos para esperar cualquier cosa).

Partiendo de esa falta de argumentos, la película arriesga la experiencia entera al azar de la actitud previa del espectador, para que si le place, acceda y se sumerja de buena gana en la película o bien, de lo contrario, se enfrente a dos horas de un sinsentido fundamental; y claro, quien crea que una película debiera ahorrarse tal disyuntiva, pensará también que "Héroe en dos mundos" fracasa ya desde su planteamiento.

Dudoso planteamiento entonces, seguido por un guion que decepcionará a muchos, así como el estilo sobreactuado que acostumbra a tener parte del cine asiático (porque está anquilosado y no acaba de romper con las formas del teatro; mientras que algunos sentirán que la sobreactuación es un agradable rasgo distintivo).

Todo lo anterior desluce (y convierte en vano disfrute) el apartado visual, de costosas imágenes computarizadas, sí, pero "aunque la mona se vista de seda, mona se queda".

Estertores del día 5 de diciembre de 2022. Me propongo más allá las 0:00h (ya día 6 de diciembre), a ver dos pelis en mi "cine en casa" con mis auriculares inalámbricos para no molestar a los vecinos. El plan es "Héroe entre dos mundos" y "Black Adam", en este orden.

Las dos primeras horas de "Héroe entre dos mundos" tuve que hacer esfuerzos importantes para no quedarme dormido, y eso que trabajo por las noches en esta etapa de mi existencia. No entendí la farragosa trama. Debe ser que está pensada para personas muy inteligentes. No me enteré de nada. En varias ocasiones tuve que luchar muchísimo contra el sueño, porque literalmente la peli me estaba consiguiendo dormir. Cuando una peli me consigue dar sueño no quiere decir que sea "mala" objetivamente hablando... simplemente significa que mi cerebro no se "engancha" con la historia... es decir, cuando me duermo es porque me da exactamente igual lo que se dice en la pantalla porque no he "entrado" en la historia, o quizás la puedo entender pero me resulta irrelevante en sí misma y/o cómo me la cuentan.

Según va pasando la peli, los efectos visuales efectistas me consiguen mantener a flote, pero la historia plana, el guion aburrido, incomprensible y estúpido me hace luchar con Morfeo. En cuanto acaba, cambio de peli casi feliz... la otra me consiguió mantener en pie hasta las 4:30am con cierta atención... y le he plantado un 3 de nota.

¿Así que qué nota puedo darle a esto si a "Black Adam" le meto un "3"? Pues necesita que le plante un "1", pero le pongo un "2" porque los efectos visuales no están mal del todo. Molan... Si bien la historia es superflua, los efectos MOLAN.

En resumidas cuentas, una pirotecnia visual para una producción "a lo chino" que no trago. Es lo que tiene la "globalización", que te encuentras con cosas que sencillamente no entiendes ni con profesor particular. Ahora bien, si te gusta el cine asiático y sus particularidades al mismo tiempo que adoras a Christopher Nolan y la serie "OldBoy", probablemente esta película te resultará absolutamente deliciosa. No te la pierdas.

Hale, salud y amor.