Karakter

Carácter es la historia de un hombre y de su historia por conseguir sus metas propuestas en la vida a pesar de las continuas dificultades que pueda tener.
Una película que va mejorando a medida que está va avanzando, con un principio que promete poco la película se adentra en la historia de su protagonista para describir a unas personas y sus historias que poco a poco te van atrapando.
Una mujer tiene un hijo por accidente del hombre, quizás más poderoso de la ciudad, la mujer decide no saber nada de él y criar, con su carácter, a su hijo.
Será la lucha entre hijo y padre por saber quien gana, un padre cruel, arrogante, poderoso, un reflejo del poder injusto e inmoral de la sociedad, hará fortalecer a su propio hijo, un hijo que vive con un solo fin, conseguir sus metas, ser un buen abogado y vivir independientemente de su padre y su madre.
Personajes muy peculiares y muy bien descritos; como en Tristana de Buñuel, se analiza el odio de las personas, odio debido al entorno de las personas que nos rodean, un odio que se va guardando poco a poco hasta que este explota un día y muestra su cara más cruel, así será la vida de nuestro protagonista, un humilde niño que tendrá que luchar por conseguir sus metas al mismo tiempo que se va cultivando en su persona un odio silencioso hacia aquel que es su padre, un padre que a su manera le quiere y quiere para él lo mejor pero con un camino bastante equivocado.
El título de la película resulta bastante apropiado pues vemos diferentes caracteres como el de la madre, el hijo y el padre, caracteres que poseen la misma característica, el odio y un amor muy peculiar.
Película bien narrada, bastante bien ambientada ya que a veces su ambientación de época resulta un tanto artificial llegando a sentirse que los personajes y sus trajes no pertenecen al medio en el que se mueven, pero aún así la ambientación es bastante buena.
Película bien actuada y bien dirigida y lo más importante para mí, que detrás de una historia muy normal se analizan las psicologías de unas personas para captar sentimientos y emociones tan comunes en el ser humano, el odio.

Confieso conocer pocas cosas del cine holandés, pero si tuviera muchas películas como esta valdría la pena extender los conocimientos. Un drama de los duros de verdad, pero muy interesante y emotivo, con unas interpretaciones poco menos que geniales: especialmente las de Fedja van Huêt, Van Decleir y Betty Schuuman; el primero, en el papel de Jacob Katadreuffe, un joven que tiene que abrirse paso en la vida luchando contra mil dificultades y, principalmente contra el estigma de ser hijo bastardo de un padre millonario e increíblemente cruel y rencoroso (Van Decleir) y de una madre con la que mantiene unas duras y frías relaciones (Betty Schuuman). Drama familiar que deriva a tragedia, con un romance fallido entre Jacob y una buena compañera de trabajo. Sobresaliente film que ganó merecidamente su Oscar por mejor película extranjera.

Aunque a veces se pone ladrilluda, Carácter quedará para la Historia como una de las mejores producciones del cine holandés. Buenos actores (especialmente van Huet), excelente escenografía y, sobretodo, un argumento que dejaría intrigado a más de un psicoanalista.
Aunque se sufre (por lo exageradamente dramática), vale la pena verla más de una vez. Dura pero esperanzadora. Una clara muestra de que con tesón se puede alcanzar lo que uno desea.

Reconozco que la vi empezada 5 minutos, pero desde el primer fotograma me di cuenta que no era cine americano, obviando el argumento la pelicula subyuga con una fuerza visual reflejada en las pasiones y miserias de los personajes que roza lo memorable, los silencios tormentosos de la madre, el amor inconprendido de los personajes más jovenes, la lucha del protagonista encarnizada por derrotar a su infortunio, excelente vestuario, excelente musica, excelente dirección, cine "humano" en estado puro, abstenganse amantes del cine palomitero.

"Quizás todos somos los hijos idiotas o locos de un padre al que, de todas maneras, siempre cuesta mucho olvidar". Frase perteneciente al final de una obra argentina titulada Hombre mirando al sudeste y que nos sirve, aunque sea un poco, como punto de referencia para esta película: Carácter, exactamente eso que parece evidenciar el protagonista pero también, por sobre todas las cosas, el pulso dramático de esta obra.

Se asemeja al mundo de Kafka porque ley y padre se hallan encadenados dentro de un solo eslabón. Por otro lado los pasajes estrechos y oscuros, la personalidad casi metafísica de ese hombre que guarda para sí todo el poder y el vínculo entre enfermizo y autosuperatorio del protagonista suman a la obra cada vez más puntos. Ojo, tiene sus altibajos, por momentos parece querer expresar un poco ampulosamente el deseo y la ambición llevándola a terrenos casi épicos: allí es donde chirría un poco porque las características de los personajes, si bien jamás son estereotipadas, adquieren matices cuasi sobrenaturales.
El contexto, con el comunismo de fondo, parece querer situar la historia dentro de un marco creíble, aunque lo cierto es que hablamos de pasiones universales que no requieren de un espacio o tiempo determinado. Si la obra se hubiera ubicado dentro de un entorno atemporal e inespecífico tal vez hubiera ganado en trascendencia. Pero por otro lado también es cierto que ya no hablaríamos de Carácter, sino de un producto con objetivos y metas completamente distintos.

Se llevó el Oscar: ese que normalmente se consigue con pactos comerciales y nombres propios de fondo. En este caso se les escapó la tortuga: puesto que eligieron bien.