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Dos más uno... igual a dos

Comedia. Romance Burt Reynolds y Kris Kristofferson son Billy Clyde Puckett y Shake Tiller, dos jugadores de fútbol que comparten el amor por el deporte, el éxito y el equipo, además de la novia, Barbara Jane Bookman (Jill Clayburg), la atractiva hija del presidente del club. Numerosas parodias acerca del mundo del fútbol americano, la competición y sus entresijos. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
2 de septiembre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Difícilmente puede esta película agradar a un espectador que no sea americano, y aún así. Aunque no tenga nada que ver, debo compararla con El castañazo (1977), por las diversas tramas que se dan en los deportistas y su relación con el presidente del club y entre los compañeros, siendo la de Paul Newman una película muchísimo mejor.
Dejando también de lado que esta sea una película sobre el equipo de Miami de fútbol americano, creo entrever que toca también, o quiere tocar, el espíritu de Junior Bonner (1972), por el trasfondo del deporte y del espectáculo mostrándonos la vida de sus competidores, por el sabor americano y el ritmo a base de country y baladas.
Permanece sobre la historia de la película un continuo descontento en todo, una especie de rivalidad generacional, como la de Junior Bonner con su padre, aquí la hija con su padre, el presidente del club. También puede ser debido a los tiempos que corrían y los cambios sociales. El caso es que los dos amigos jugadores, que se suponen que estarán entrenando todos los días, nos van a hablar nada más que de un amor compartido, un tema que se hace escaso para completar la película.
La película está bien construida y compaginada con los añadidos como asistir a cursos medio religiosos de autoestima o psicoterapias en grupo, muy aficionados a ello los americanos, también las clásicas peleas en grupo y esas típicas escenas tan americanas del público en los estadios disfrutando de un buen partido de fútbol, donde ahí se logra un poquitín de emoción.
floïd blue
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28 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película tiene un montón de gracietas absurdas metidas en los diálogos (sobre todo al principio), pero que sólo consiguen sacarte una sonrisa a medias. Los protagonistas son demasiado serios y no se llega a conseguir el climax cómico necesario. Tampoco tiene acción, ni una historia truculenta, por lo que cansa y aburre. Parte del supuesto humor se compone de situaciones que en los 70 eran ridículas para un adulto, pero que hoy en día, con las convenciones sociales más relajadas, carecen de gracia.

El mundo del futbol americano no centraliza la película (sólo al final toma algo de protagonismo). Es más una historia de dos amigos que compiten por la misma chica, pero sin hacer mucho esfuerzo por conseguirla, la verdad sea dicha. Puestos a hacer chistes, ¿no se les ocurrió uno tan evidente como jugar con el 'touch down'?

Aburre hasta el hastío y se hace pesada.
echulin
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13 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El quintaesencial escritor de Sports Illustrated”, fue la frase con la que Larry King se refirió un día a Dan Jenkins… y hubo bastantes más personas que así lo creían. Pero Jenkins dejó un día de escribir en la revista porque quería dedicarse a las novelas y fue así como, en 1972, publicó su primer título “Semi-tough”, la cual tenía como tema central el fútbol americano y pronto interesó a los productores hollywoodenses.

Pero al serle dada para su adaptación a Walter Bernstein y a Ring Lardner Jr. (este último sin crédito en el filme), dos renombrados guionistas bastante críticos con la sociedad estadounidense, el libro de Jenkins perdió un poco su rumbo cuando algunos elementos fueron transformados en una parodia contra los seminarios de 'couching' que estaban en boga, y más sutilmente, contra las nuevas religiones que comenzaban a proliferar, temas para los que serviría de ejemplo satírico el acogido trabajo grupal de Werner Erhard, quien, al tiempo que ganaba admiradores, también adquiría un buen número de punzantes críticos.

El director, Michael Ritchie, convierte su comedia en un triángulo amoroso entre dos buenos amigos futbolistas y la hija del presidente del equipo del que ellos hacen parte, y el conflicto, muy sutil, que se va generando entre ellos, será el que dé espacio para acceder al cuestionado seminario que, más cercano me resulta con aquellas iglesias cristianas que abusan de la credibilidad para recrear y generar contorsiones, desmayos y toda suerte de histerias entre sus sugestionables adeptos.

Hay algunos diálogos muy afilados, otros con algo de picardía y anticonvencionalismos, pero a la dirección de Ritchie le faltó algo de tono y vitalidad, y el filme no logra que nos compenetremos suficientemente en su primera mitad, aunque a su favor cuenta con una de las más atinadas interpretaciones del trío protagonista: Jill Clayburgh (Barbara Jane) resulta muy grata esmerándose por consolidar el fuerte lazo que la une a sus entrañables, y por mucho tiempo, platónicos amigos. Burt Reynolds (Billy Clyde, un nombre bastante outsider) es el astuto rompe-obstáculos que se resiste, muy sutilmente, a perder al ser que más ama. Y Kris Kristofferson, como ‘Shake’ Tiller, el hombre empeñado en hacer lo correcto en los momentos más trascendentales de su vida.

Durante el seminario (identificado como B.E.A.T. en la película), el facilitador hace referencia al propósito de ‘captar’ algo que él nunca define y como refuerzo se cita una frase que dice “O captas la vida o no la captas… si no la captas, ella te captará a ti”. Esto ¿alude a B.C. a S.T. a B.J., o a todos nosotros? Con este asunto, se pone una nota de interés sobre la historia que eleva positivamente su tono, pues vale la pena pensarlo y quizás suscite más de una interpretación.

Ritchie rinde también homenaje al recordado actor y cantante, Gene Autry (cuando cumplía 70 años), del cual nos dejará oír varias de sus canciones; ilustrará una escena con posters de sus muchos westerns; y hasta citará la frase por la que más se le recuerda: “¿Cómo me conoces tanto si soy un extraño para mi?”.

A “DOS MÁS UNO… IGUAL A DOS”, le faltó una pizca de sal y pimienta para ser una brillante comedia, pero unos cuantos momentos gratos justifican el haberla visto.

Título para Latinoamérica: “EL, ELLA Y ÉL”
Luis Guillermo Cardona
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