Tom Horn

Penúltima película de Steve McQueen, de la que es protagonista y productor ejecutivo. Los exteriores se rodaron en espléndidos paisajes de Arizona.

La acción se desarrolla en la licalidad de Hagerville (Wyoming), entre 1901 y 1903. Narra la historia de los últimos años del aventurero Tom Horn, controvertido personaje histórico, que tras muchas peripecias decide regresar a su tierra natal. En el camino se topa con un granjero que, en nombre de la Asociación de Ganaderos del lugar, contrata sus servicios para auyentar a los ladrones de ganado y a los ocupantes ilegales de sus tierras. Hombre taciturno y solitario, encuentra en la maestra de escuela Glendoleene (Linda Evans) afecto y comprensión. La versión que la película da de los hechos que narra es exculpatoria, extremo posible, pero poco probable en base a la documentación disponible. Constituye un retrato de gran interés del poder de los grandes terratenientes dedicados a la ganadería en los albores del XX, de su capacidad de llegar a acuerdos en temas puntuales, de la mezcla de ambiciones públicas e intereses pesonales, de la división de los servidores de la ley entre la honestidad de Herb y el egoísmo de un sheriff pretencioso. La obra rompe los tiempos reales de la historia: acorta sobremanera los tres años de prisión de Horn.

La música, original del austríaco Ernest Gold ("Éxodo", "Vencedores o vencidos"), es de formato orquestal y tiene un importante componente descriptivo. Acompaña la narración visual de los grandes espacios abiertos con melodías de aire pastoral y bucólico, con flauta y cuerdas. En las escenas de amor y amistad suenan, con alegría, violines acompañados de viento. En las escenas dramáticas se oyen compases de tristeza y abatimiento al son de clarinetes que cantan junto a bajos profundos y percusión grave. La música enriquece y engrandece la narración. La fotografía, dirigida por John A. Alonzo ("Chinatown", "Harold y Maude") se presenta muy cuidada. Sobresale la descripción de los paisajes grandiosos, el uso frecuente de luz natural de tarde (que potencia la fuerza del claroscuro), el recurso a luces naturales crepusculares (tenues y doradas), la cámara lenta que detalla escenas espectaculares, la presentación de actores a contraluz para subrayar sentimientos de intimidad, penetrantes primeros planos de encuadre muy preciso, combinaciones de luz dispersa y luz fragmentada. El paisaje nevado del pueblo se refuerza con la visión de un gran edificio lateral blanco y la llegada de un jinete en un caballo blanco. La narración visual es soberbia, variada, rica en matices y muy sugerente. La interpretación de McQueen se ajusta a las necesidades de la historia y está realizada con una convicción, propia de una despedida, que sobrecoge.

Película interesante, melancólica, de gran belleza visual y sonora. Forma parte de las dos obras que marcaron la vuelta al cine de McQueen y que se estrenaron el mismo año de su prematura muerte. Ambas constituyen un canto a la vida.

Hay veces que navegar por esta página es una auténtica delicia compañeros. El miércoles me quedé por la tarde vagueando en casa y en Telemadrid pusieron la película Tom Horn, de la que había odio hablar y precisamente nada mal.

Me gustó bastante, es entretenida, Steve McQueen para mi hace un más que aceptable papel y se nos narra una historia real, buenos paisajes, buena música, bien en general.

Iba a hacer una crítica más larga e incluso armar algo de cachondeo, pero leí antes de hacer esta crítica la única que había y quédame anonadado. Pasada de crítica amigos, documentada estupendamente, con poderío, una auténtica delicia a la que no puedo añadir otra cosa que no sea mi admiración por el usuario Miguel ¡Un crack!

Después del hallazgo me he leído bastantes críticas suyas y sinceramente son de chapeau, no las pongo en favoritas todas pues me va ha dejar sin sitio, pongo esta de manera testimonial pero seguiré a este usuario pues no tiene desperdicio. Para que consultar el Google sobre un personaje teniendo a este hombre, ¡fantástico!

De la película, ya sabéis os leéis la crítica de Miguel, yo solo añado de que si tenéis un rato la veáis, a mi gusto esta muy bien.

Pues nada Miguel, saludos y felicidades aunque me hayas chafado la crítica.

376/04(04/12/09) Wéstern crepuscular que nos cuenta los últimos días de un famoso pistolero, Tom Horn (Steve McQueen), un rudo y solitario, que maneja su rifle de forma brillante, el siglo XX acaba de comenzar y con él el mundo empieza a cambiar, Tom es contratado por una compañía de ganaderos en Hagerville (Wyoming, aunque está rodada en Arizona) para acabar con los ladrones de ganado y los que se han establecido ilegalmente en sus tierras, de forma que acaba con ellos y los que no, huyen, entonces se produce el asesinato de un muchacho del que es acusado Tom. La cinta es el fresco de un mundo que toca a su fin, donde los intereses de las grandes corporaciones lo aplastan todo, y después para no dejar rastro terminan con el que allanó el camino, es el retrato de un tipo de alma libre que se encuentra en el ocaso de su vida, un tipo duro, forjado en el duro Oeste, en luchas contra los indios y que justo cuando encuentra el amor le cortan las alas. Es esta una historia melancólica, que rezuma un aire antiépico, donde las personas quedan empequeñecidas en grandes espacios abiertos retratados maravillosamente por un maestro en la materia, John A. Alonzo, adornados con la bucólica música de Ernst Gold. Recomendable film a los que gusten de westerns tristones. Fuerza y honor!!!

En 1900, en pleno tránsito del viejo al nuevo Oeste, una asociación de ganaderos que está siendo acosada por cuatreros decide defenderse contratando a Tom Horn, un héroe de la guerra contra los indios apaches. Interesante la biografía de este pendenciero que no alcanzamos a ver en plenitud durante la película debido a la falta de tiempo, donde se nos da a entender que ha vivido siempre en las colinas -sus añoradas colinas- cuando llevaba años ejerciendo como detective y pistolero a sueldo en varios estados de los EEUU.

Quizá por hicpocresía, quizá por la llegada de esos nuevos tiempos al Oeste, en la película, a los ganaderos que lo han contratado y las gentes del lugar, los expeditivos y violentos métodos de Horn comienzan a parcerles demasiado extremos cuando comienza su tarea de "asustar" a los ladrones.

El film es Bucólico, cálido, con música que acompaña. Se deja ver y viene aderezado de una bella fotografía que nos lleva a los tiempos de los carteles de Marlboro, faltando únicamente un cigarro y el bigote original de Tom Horn para ser perfecta.

Hay actores que trascienden a las películas que protagonizan, llegándose a convertir ellos mismos en el fin último de la obra. La simbiosis entre el personaje y el intérprete (los cuales no necesariamente se tienen que identificar) es tal, que dejamos a un lado nuestra artillería crítica para disfrutar, sin más, de una buena historia, bien contada, bien realizada. Es la "suspensión de la credulidad" que los teóricos de la ficción destacan como una de las virtudes de las obras logradas. En este sentido, no cabe duda que Tom Horn es una obra lograda, una buena película.

Por cierto, no fue, como se ha dicho, la última película de McQueen, pues poco después rodó Cazador a sueldo, una buena película también, y por los mismos motivos.