El rey de la mentira

Con poco de nuevo y con un argumento donde no abundan ideas nuevas, este film apunta solo a entretener y olvidar casi al mismo tiempo. Así y todo al menos mantiene la atención del espectador durante su metraje. La trama se desarrolla alrededor de un joven que vive mintiendo a todo el mundo importándole poco las consecuencias del mismo. De pronto todo se da vuelta y sus mentiras comienzan a hacerse verdad trastocando su vida llevándolo a la reflexión de sus actos. Hay algo de comedia y poco mas, sus modestos 90 minutos ayudan que al menos sea llevadera. Dentro de las actuaciones todos están relativamente correctos destacándose Victor Artus Solaro como el hermano del personaje principal.

Adoro al señor Philippe Lacheau, responsable de comedias como la estupenda ‘Se nos fue de las manos’, su secuela ‘Babysitting 2’, ‘Alibi.com’, ‘City Hunter y el perfume de cupido’, o la reciente ‘Super… ¿quién?’ Y no, no es el protagonista de esta película, pero si el compañero de aventuras y descubridor de Tarek Boudali, que es el hombre que sí nos interesa a la hora de hablar de El rey de la mentira.

Es como si Lacheau fuese Adam Sandler, y Boudali uno de sus eternos amigos, volando en algunas ocasiones en solitario, ya que esta no es la primera vez, ni creo que vaya a ser la última, y claro, si quieres a uno, los quieres a todos. Son las reglas, y hay que aceptarlas.

El caso, que me enrollo más que una persiana, El rey de la mentira es una comedia francesa sobre un mentiroso compulsivo que un día recibe una lección debido a sus invenciones. Sé lo que estáis pensando, Jim Carrey, y no vais desencaminados, pero aquí le dan una vuelta de tuerca, ya que en esta ocasión las mentiras se han realidad, atormentado al protagonista y a su hermano, que se ha visto envuelto en esta trama sin comerlo ni beberlo.

Destacaría la originalidad de la premisa, pero estamos ante un remake de una comedia canadiense, así que mejor me callo. El caso es que la película cumple su función de entretener sin mayores complicaciones, siendo un producto perfecto para pasar el rato en una tarde aburrida, y que no engaña a nadie. Sí, la habrás olvidado en dos días, pero tiene momentos divertidos y logrados, sacando partido del punto de partida, en una especie de juego del quién da más, porque esto cada vez se vuelve más loco.

Y respecto al señor Tarek Boudali, se nota que se lo pasa en grande, divertido y convincente en su rol protagonista, y con un catálogo de secundarios que no se queda atrás, en un conjunto más que cumplidor.

En conclusión, si no tienes nada mejor que ver, te atrae el argumento y no tienen demasiadas exigencias, El rey de la mentira seguramente cumpla tus expectativas, ya que da lo prometido, pero tampoco va más allá. Yo no esperaba nada, ya que las críticas no son demasiado buenas, por lo que he salido bastante satisfecho, pero quizás no se te haya perdido nada en Niza, ciudad donde sucede la película, por lo que mejor lo dejo a tu criterio. Simpática y a ratos divertida, que no es poco, y más en los tiempos que corren.

Más críticas: ocioworld.net

Comedia rutinaria francesa para sobremesa aburrida sobre el tema bastante tratado del mentiroso patológico al que un día por una maldición todas sus mentiras se convierten en realidad. Con una estética preciosista del lujo de Niza que parece la de un documental para viajes de millonarios.

No sé si la traducción al español le quitará la gracia que tiene en el original, supongo que sí, se nota que los actores actúan correctamente y se divierten, pero el humor no llega, aparte de las poquísimas escenas que son algo originales.

Comparada por ejemplo con "Mentiroso compulsivo" siendo una película comercial de Jim Carrey tenía mucha más gracia incluso siendo igual de simple, sonaba más auténtica, y tenía una trama algo más dramática y sincera, además la interpretación histriónica pero acorde a los momentos cómicos de Jim Carrey, lograba que la comedia te importara por lo menos, mientras la veías, tenías curiosidad en saber cómo acababa.

Aquí uno solo piensa en los gags (que no destacan) y en divertirse, le da igual si a Jerome (Tarek Boudali) lo despiden o no del trabajo, si consigue el contrato millonario, si llega a algo serio con la bella traductora o si deja de ser un mentiroso patológico. Tampoco si la familia sigue unida.

No se que me ha pasado con el cine francés, que hace unos años tenía ciertas reticencias a su filmografía, y hoy en día me suponen un aire fresco, y me entretienen si me apuran más que las comedias españolas, que no paran de torpedearnos con propuestas tontorronas.
Tampoco es que aquí estemos hablando de la octava maravilla, ni que me emocione mucho TAREK BOUDALI, super actuado, y exagerado pero es lo que tocaba para este papel en el que EL REY DE LA MENTIRA es el, y la premisa aparte de tono fantástico es amena y divertida, se cumplen sus peores pesadillas... y sus líos y enredos se vuelven en su contra.