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John Wick 4

Acción. Thriller John Wick, legendario asesino retirado, vuelve de nuevo a la acción impulsado por una incontrolable búsqueda de venganza. Al tener que luchar contra asesinos sedientos de sangre que le persiguen, John tendrá que llevar sus habilidades al límite si quiere salir esta vez con vida. (FILMAFFINITY)
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Críticas 101
Críticas ordenadas por utilidad
30 de marzo de 2023
268 de 358 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora mismo mientras escribo la película tiene una puntuación 7.5 sobre 10, lo cual me parece disparatado cuanto menos.

La película no hay por donde cogerla. Todos sabemos que hemos ido al cine a ver patadas, puñetazos, acuchillamientos, disparos y sangre. Por eso no le estoy pidiendo la trama de El Padrino, pero por dios, tampoco un espero ver un gag cómico. Literalmente la trama va de inverosimilitud a inverosimilitud y tiro porque me toca. Recuerdo en la escena de las escaleras (los que la hayan visto saben a qué me refiero) que la sala entera del cine empezó a hablar entre sí porque no daban crédito de lo que estaban viendo. En la zona con spoilers trato muchas de las cosas que no tienen sentido.
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Juan Manuel
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23 de marzo de 2023
209 de 277 usuarios han encontrado esta crítica útil
*John Wick sigue ampliando su universo

Si algo tiene John Wick 4 es que es una película absolutamente espectacular. Ha pasado de ser una franquicia que empezó como una pequeñísima película de acción (tan pequeña que en España no llegó ni a distribuirse) hasta esta cuarta parte que se convierte en una película de acción internacional con mucha localización real, escenas de acción con una cantidad ingente de extras y mucho, pero que mucho, dinero. Si bien es cierto que cuadruplica el presupuesto de la primera sigue sorprendiendo que solo haya costado 90 millones de dólares.

John Wick 4 tiene posiblemente el peor argumento de la saga, simplemente porque continúa desde lo que se planteó en la tercera y nos mete a un nuevo villano para ponerle cara al malo y darle una excusa a Wick para recorrer el mundo matando a gente. Pero lo cierto es que sí que explica un poco mejor ese lore que se han ido inventando sobre la marcha y que iban ampliando en cada entrega. Lo cierto es que si han conseguido algo es contar lo suficiente para que la película tenga sentido pero dejar muchas cosas al aire para recuperar en los spin-off, o al menos eso parece.

En la película John Wick 4 conoceremos más cosas sobre las familias criminales de Japón, la familia de kosovares que adoptó a Wick, los alemanes, los franceses y también sabremos algo más de esas leyes inamovibles a las que se hacía referencia en anteriores entregas.

*Más acción y menos drama en una extensa duración

Decir que John Wick 4 es quedarse corto. Recordemos que la primera parte duraba una hora y cuarenta minutos. Las duraciones de la saga han ido incrementándose hasta llegar a esta cuarta parte que llega a las tres horas de duración. La pregunta es: ¿son necesarias las tres horas para una película de John Wick? La respuesta es clara: no. Ahora bien, la película no se hace larga por su ritmo, se hace larga porque te das cuenta de que tienes hambre, ganas de ir al baño y de que sales muy tarde del cine. Pero tiene un ritmo tan absolutamente endiablado y es tan entretenida que no se hace larga.

Creo que puedo decir sin quedarme corto que de las tres horas que dura John Wick 4, al menos dos son de pura acción. Incluso me llegaría a apostar que pueden ser dos horas y cuarto. El tema es que cuando la estás viendo se disfruta cada instante pero al salir hambriento del cine te das cuenta de que si en cada escena multitudinaria de acción hubieras quitado diez minutos de John matando a masillas de la misma forma veinte veces y hubieras hecho un corte con las muertes más imaginativas seguramente te podrías quedar con una versión de dos horas y media. Tranquilamente. Y creo que eso juega en contra de la película.

¿Recordáis que todo esto empezó con la muerte del perro de John? La película casi que tampoco. Sí, es cierto que se hace mención a la mujer de John y hay una escena dedicada a intentar hacer al personaje más profundo pero tengo que hace la siguiente reflexión. La primera película era una película de acción brutal que tenía un buen drama de fondo. Simple pero efectivo. Pero la saga ha ido perdiendo la parte dramática para centrarse solo en las escenas de acción. Y como más han ido ampliando el lore menos verosímil se ha vuelto. A veces hasta parece una parodia de la propia John Wick.

No es spoiler porque sale en los primeros cinco minutos pero me he dado cuenta de que hemos pasado de un John matando a gente en discotecas en John Wick a uno montado a caballo por el desierto en traje y corbata persiguiendo a gente a caballo en John Wick 4. Hemos pasado de una película de acción que intentaba ser verosímil a un universo que parece sacado de un cómic o un videojuego.

*Viejos y nuevos amigos

Si algo hace grande el universo de John Wick son sus secundarios carismáticos. Puede que esta sea la entrega que se lleva la palma. Obviamente recuperamos a Ian McShane y Lance Reddick de nuestro Continental favorito. También tenemos a Laurence Fishburne, que repite su histriónico personaje.

Pero menudas incorporaciones tenemos en John Wick 4. Para empezar la familia de Japón formada por Hiroyuki Sanada y Rina Sawayama, de los que te quedas con ganas de más. Tenemos un nuevo tipo de sicario (y es el que representa a los amantes de los perros en esta entrega) interpretado por Shamier Anderson, al que quiero ver ya en la película de Ballerina. Y para mí la guinda de pastel de esta película que son Scott Adkins y Donnie Yen. Adkins consigue hacer su propia versión del Pingüino, que no está tan lejos de la de Collin Farrell en The Batman; y que decir de Donnie Yen, que hace de un asesino a sueldo ciego que recuerda mucho a su personaje en Rogue One.

No soy tan fan de el villano interpretado por Bill Skarsgård. Tampoco de su guardaespaldas interpretado por Marko Zaror.

*Conclusión

Chad Stahelski y Keanu Reeves nos han entregado otra gran película de acción con su propia versión del el Pingüino y posiblemente con la mayor cantidad de escenas de acción alucinantes del cine de acción actual. Podemos decir que solo Tom Cruise puede superar a la película John Wick 4. Está claro que hay que agradecerles el enorme trabajo en intentar hacer cine de acción sin efectos especiales, especialmente en los tiempos que corren, y con un presupuesto tan ajustado. El único punto negativo es que parece que no han sabido dónde frenar. El universo de John Wick seguirá expandiendo y esperemos que dure muchos años más.

Escrito por Daniel Buron
Cinemagavia
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17 de abril de 2023
87 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que casi todos estaremos de acuerdo en que John Wick revitalizó el cine de acción entregándonos escenas bien rodadas y, algo imprescindible para mi: un protagonista mínimamente creíble, o que al menos no martiriza mi suspensión de la incredulidad como sí hacían productos de los 80/90s.

Y yo, pues qué queréis que os diga, pero acabo de llegar del cine y siento que he visto Commando del Chuache, pero con una acción fantásticamente rodada.

La cantidad de soplapolleces y exageraciones que uno ve en esta cinta para mi ya han llegado un punto que no es disfrutable. Pero esto es como todo, para gustos, colores.

Sigo en spoiler:
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FluyanMisLagrimas
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21 de marzo de 2023
92 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una bala. Un cohete. Una explosión. Un golpe en la (alta) mesa del cine de acción.

He de decir que estamos ante una secuela muy arriesgada. Parece que hayan querido juntar los planes para John Wick 4 y 5 en una sola película. Quizás por eso dure casi 3 horas. Lo que me lleva a preguntar... ¿Se hace pesada? Bueno, depende de lo que esperéis ver. Tiene mucha acción, por supuesto, pero también hay pausa para los diálogos. Si la tercera se os hizo pesada, puede que esta también. Aún así, recomiendo verla a los/las fans de la saga.

¿Van a hacer John Wick 5? Pues no lo sé. Ya quisiera yo estar detrás del equipo productivo de esta saga, pero no es así. Si os soy sincero, prefiero que se quede en esta entrega. Supone un buen cierre para la franquicia y deja el listón muy alto en cuanto a escenas de acción se refiere.

D.E.P. Lance Reddick.

El fallecimiento del actor nos ha dejado destrozados/as ante el estreno de esta nueva película. Se espera volver a verle en Ballerina, spin-off protagonizado por Ana de Armas.

Ballerina contaría de nuevo con Keanu Reeves, Anjelica Huston e Ian McShane en una película que situaría la acción entre la tercera y esta cuarta entrega. Se desconoce si The Bowery King, el personaje de Laurence Fishburne, hará acto de presencia.

P.D.: Esta película tiene una escena post-créditos.
Sly
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24 de marzo de 2023
80 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
La extensión vital de toda franquicia cinematográfica se sostiene sobre un reforzamiento de sus cualidades identitarias que, sobre el ascendente intento de superarse, está destinada a afrontar la posibilidad de devorarse. Ante este desafío se enfrentaba la nueva entrega de serie que hoy nos ocupa, aparatosa superproducción cuyas características genéricas la hacen todo un rara avis en el mainstream que llevaba un par de años en nevera, esperando que amainasen las oleadas de COVID-19 y se perfilase un panorama más acogedor para un estreno comercial en salas. Con Keanu Reeves como principal reclamo se estrena John Wick 4 (2023), canto de cisne de la saga de acción aplaudida por público y crítica, que viene de nuevo firmada por Chad Stahelski (acompañado en la primera entrega por David Leitch).

Un festival hiperbólico de artes marciales y tiroteos deudor de múltiples tradiciones cinematográficas que revitaliza los últimos ecos de Matrix y reivindica la figura de las coreografías en tomas generales y los especialistas de acción, que entrega aquí su crepuscular despedida en forma de elevación a la máxima potencia. Una entrega vigorosa, apesadumbrada y técnicamente encomiable, que brilla en muchas de las facetas que exhibe y logra gran parte de sus objetivos, pero se muestra indeterminada calibrando sus rasgos tonales.

La tradición del cine de artes marciales asiático se da la mano con reminiscencias del spaghetti western y rasgos visuales del neo-noir, aderezado del exotismo internacional del cine de espionaje y de paletas cromáticas que pudieran mirarse en los devaneos de ciencia ficción de Villeneuve o en las abstracciones de neón de Nicolas Winding Refn (cabe incluso un guiño a David Lean). Un minimalista relato depurado hasta el arquetipo, con antihéroes en su núcleo devenidos figuras mitológicas, que se encomienda con entregado desempeño técnico a la máxima pirueta física, devenida abstracción de festiva coreografía de puños, llaves, disparos y cuchillos.

Una extensión, en suma, de lo planteado en las tres entregas anteriores, exacerbado aquí como canto de cisne solemne para mayor gloria de los aficionados. Un trabajo comprensible tan sólo como extensión de los conflictos establecidos en las entregas previas, cuya acción retoma prácticamente sin introducción alguna. Apéndice, como decía, que opta por la depuración última del hueso del conflicto pero a través del exceso de su léxico, reflejado en un metraje que se aproxima a las tres horas. Y aún con los lógicos recelos que despierten estas decisiones, es razonable indicar que la película emerge airosa, aunando sus virtudes en la carismática figura del rostro impasible de Keanu Reeves (elevado aquí por ese enigmático contrapunto que es Donnie Yen). Un estoico antihéroe resignado a avanzar hacia delante, en un ejercicio de funambulismo permanente sobre la condición de mártir. Una figura en pleno control de su fisicidad, entregado a una rutina diaria de persecuciones, escaramuzas y confrontaciones.

El argumento es mínimo, y Stahelski estructura el filme alrededor de tres apabullantes bloques de acción en una ciudad diferente, articulados de set-pieces dignas de elogio. Batallas ejemplares que aprovechan al máximo el potencial estético de sus localizaciones, sirviéndose de planos abiertos y una escasa fragmentación por montaje. Violencia demente que nunca se ve tentada a alterar la velocidad natural de las tomas, y que incluso se permite jugar con la altura de la cámara en tomas en movimiento sobre habitaciones sin corte alguno. Disparo raso y Kung-Fu acompañado de manera orgánica de músicas electrónicas, o incluso remixes de melodías clásicas. Un viaje que se sirve de objetos urbanos o elementos iconográficos de nuestra realidad, extendiendo la singular mitología de la saga. Una mitología de reciclaje de tradiciones señoriales europeas para perfilar los rígidos protocolos de un mundo de sociedades secretas que asesina sin discreción. Cuadros, libreas, trajes, hoteles y ritos centenarios. Elegancia y tejido de clanes para un mundo absolutamente ficticio, donde la violencia se torna rutina y pierde su significado.

John Wick 4 adolece de tenerse en demasiada estima, y de buscar reírse de sí misma y apelar con su congoja al mismo tiempo. Exhibe autoconsciencia, marcada por el absurdo inherente a la exageración de múltiples momentos, pero recalca cada pocos minutos la afectación trágica de la odisea de su cruzado. La trama se reduce, pero sigue estando, y sus correspondientes diálogos o perfiles interpretativos apelan por igual a la astracanada que al énfasis trascendente del cine de superhéroes. Sus escenas de acción son hipnóticas, pero la abundancia de ellas y sus similitudes en concepción conllevan una monotonía agotadora. Su humor refuerza su faceta juguetona de divertimento sin pretensiones, y su afán de anticipar y concluir conflictos con declamaciones orales pomposas arruinan cualquier ligereza. El filme bascula permanentemente entre la sublimación y el auto-sabotaje.

La estilización lúdica de la violencia es una vía cinematográfica prolífica, y tras las cátedras sentadas desde Asia en los años ochenta y noventa bien está que series populares como esta prolonguen ese anhelo plástico. El despliegue técnico de John Wick 4, así como su compromiso con una filosofía narrativa que tan fácil puede conllevar el rechazo de tantos espectadores, son noticias positivas. Pero todos aquellos que no conozcan las películas anteriores, o que no comulguen de manera acrítica con sus registros, se encontraran aquí perdidos sin posibilidad de brújula.
Néstor Juez
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