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Cómicos

Drama Ana Ruiz, una joven actriz que trabaja en una compañía de teatro ambulante, interpreta sólo pequeños papeles; pero ella aspira a triunfar y antepone el éxito al amor de Miguel. Cuando la compañía decide estrenar "El cielo no está lejos", Ana confía en ser la joven protagonista; sin embargo, el papel vuelve a recaer en la ya veterana Carmen. El empresario Carlos Márquez le ofrece a Ana ser la protagonista de un nuevo montaje si se ... [+]
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
4 de noviembre de 2005
27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película en solitario de Bardem tras el éxito de "Esa pareja feliz" junto a Berlanga, que todavía emerge hoy, sin duda, como una de las mejores de la filmografía de éste. A partir de apuntes autobiográficos y siendo como es un sincero y sentido, a la par que equilibrado y dotado, homenaje al mundo del teatro y los artistas (sobre todo los olvidados y talentosos secundarios huérfanos de gloria) con ecos de la maravillosa "Eva al desnudo", "Cómicos" es una gran película, un notable ejemplo del estilo del cineasta, comprometido, realista y expresivo, con frecuencia de primeros planos, con un agridulce paisaje de personajes y un esquema dramático lleno de personalidad que, en último término, suponen (dado también el fuerte tono de implicación personal de Bardem en el proyecto) una reivindicación solemne de la autosuperación personal.
kafka
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3 de noviembre de 2009
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero bueno, ¿qué hace este peliculón escondido entre tanta mediocridad, con un 6,8 de media? ¡Y encima realizado aquí! Una película que curiosamente no contiene ninguna carcajada, pese a ser una de las mejores radiografías del mundo del teatro que se hayan hecho en este país tan poco aficionado a él.

A los mandos tenemos a Bardem, un director con un comienzo de carrera estratosférico (Esa pareja feliz, Muerte de un Ciclista, Calle Mayor y la que nos ocupa) que fue perdiendo fuelle por su tendencia cada vez mayor a embadurnar de rojo sus películas.

Cómicos narra la historia de Ana, una aspirante a primera actriz que desperdicia su talento en papeluchos de segunda fila, esperando un papel principal que le lance a la fama. Para ello renunciará al amor y la tentación de un "protector". A lo largo de la trama se nos describen fabulosamente los entresijos del mundillo: camerinos-confesionario, bares llenos de bohemios sin un duro, viajes maratonianos en tren, ensayos raquíticos, envidias, celos, chismorreos...

Magnífico plantel de actores: Carlos Casaravilla en el rol de empresario sin escrúpulos (adelanto del papelón que interpretará en "Muerte de un ciclista"), Emma Penella en el rol de actriz "mala", por primera vez con su original voz ronca, un testimonial Fernando Rey en el rol de galán que tan bien le sienta y especialmente la maravillosa Elisa Galvé (llamada Christian por temas de censura) como Ana, la protagonista que actúa como narradora omnisciente. ¡¡Qué elegancia, qué recital interpretativo!!

Y empastando todo como por arte de magia, la cámara de Bardem con un festival de encuadres y tomas, especialmente en los primeros planos que unos actores en estado de gracia sostienen de forma convincente.

Película con muchos paralelismos con "Eva al desnudo" (especialmente en la descripción inicial del grupo de teatro), a reivindicar como una joya escondida en nuestra infravalorada cinematografía.
tantra
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22 de julio de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta social por excelencia en España lleva por nombre Juan Antonio Bardem. Su obra aparece muy ligada a la historia cotidiana de nuestro país en su intento de reflejar los avatares de la sociedad española de la década de los cincuenta. Al cineasta se le ocurrió escribir el guión de “Cómicos” tras leer en la casa americana el guión de Joseph L. Mankiewicz para su genial film “Eva al desnudo”, una atinada reflexión sobre el mundo del teatro, una radiografía del universo femenino y la ambición desmedida para conseguir el éxito. Bardem venía de familia de actores y conocía muy bien ese mundo de esperanzas, ilusiones frustradas, rencillas y aprovechados para sacar tajada personal de la situación, las pequeñas alegrías y las miserias, para el cineasta fue como el pago de una deuda familiar.

Desde el primer plano de un film que le costó mucho financiar debido a su bisoñez, pues era casi un desconocido, el cineasta muestra una panorámica de ese tren en marcha donde viajan durmiendo los cómicos, de ciudad en ciudad, para representar cada noche la función. Y nos irá mostrando esas inseguridades, miedos, dudas, triunfos, fracasos, conveniencias, un homenaje a los actores, a su dignidad y trabajo. Hay quien identificó a la protagonista Ana con el propio Bardem, la lucha de una persona con talento y que no tiene ocasión de demostrarlo, que sueña con el éxito siendo una primera actriz y se tiene que conformar con papeles de veinte líneas, puede interpretarse como el equivalente de los denodados esfuerzos de un realizador novel que está convencido de sus posibilidades y no encuentra la forma de que le produzcan películas. Un cineasta que aspirando al éxito con grandes proyectos, tiene que conformarse con pequeños trabajos que se diferencian bastante de los grandes films épicos, de aquellos “Potemkin” con los que sueña.

“Cómicos” es una película de estructura lineal, en el que asistimos a la gira por provincias de una compañía de teatro, donde impera el, tanto cobras, tanto vales, es la máxima de la profesión, esperar tu oportunidad o rendirte al camino fácil y llano, pero que te exigirá un desagradable “pago en especie”. La dureza de una vida sin un lugar donde descansar, en fondas baratas y trenes desvencijados de tercera clase. Fue su primer film en solitario, tras “Esa pareja feliz” junto a Berlanga, otro de los grandes. Y grandes también son el grupo de actores que no voy a enumerar pero que están en la mente de todos. La personal puesta en escena del cineasta deviene en planos brillantes. La profundidad de campo dentro del encuadre que siempre utilizó Bardem, los primeros planos de Ana, con una fotografía irreal de reminiscencias expresionistas, la protagonista de perfil en una esquina del encuadre con ese fondo negro. Sin duda el film más autobiográfico de su director, un cineasta que ya apuntaba hechuras de gran maestro.
Antonio Morales
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20 de diciembre de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de codirigir con Luis García Berlanga “Esa pareja feliz”, “Cómicos” es la primera película en solitario de Juan Antonio Bardem, guionista y director que, como lo confesaba el mismo, se inspiró en la célebre producción norteamericana “Eva al desnudo”, una absoluta obra maestra de Joseph L. Mankiewicz, para escribir este relato sobre el mundo de los cómicos en la España de los años 50. Entre la Eva que interpretaba Anne Baxter en la obra de Mankiewicz, joven arribista que buscaba desbancar en Broadway a la actriz estrella interpretada por Bette Davis, y la Ana Ruiz que interpreta Elisa Galvé, sólo su juventud y su ambición artística son denominadores comunes, pues el personaje de Ana es una joven actriz que intenta abrirse camino sin capitular moralmente en la difícil España de la postguerra, Bardem hace de Ana un personaje positivo y nos muestra sobre todo su mensaje de amor, de reconocimiento y de gratitud hacia esos cómicos entrañable y patéticos.

Hijo de los actores Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, Juan Antonio Bardem tenía sin duda en sus recuerdos infantiles y familiares numerosas anécdotas que sirvieron para alimentar este relato que visto hoy, tantos años después, sigue teniendo un valor casi documental, más allá de la trama dramática sobre las dudas y vacilaciones de esa joven actriz que sueña con los aplausos del público.

El viaje en tren de esos cómicos que se albergan en pensiones de mala muerte y que se pasan la vida pidiendo adelantos sobre su sueldo, los cafés a los que acuden, con actrices jubiladas y agentes de actores que les buscan uno u otro papel, la vida del mundo del teatro con sus ensayos, sus rivalidades y sus discusiones entre bastidores mientras se desarrolla la representación teatral, son todos elementos reconstruidos por Bardem que reflejan bien el ambiente de esa época. Sirviéndose a menudo de primeros planos y de la profundidad de campo, Bardem sabe jugar en su puesta en escena con esa doble mirada en el escenario y en bastidores. Señalemos que el propio Bardem hace una esporádica aparición como tramoyista y destaquemos la presencia en el reparto de ese gran actor que era Fernando Rey, que le propone matrimonio, pero no logra desviar de su vocación artística a la chica, y la de Carlos Casaravilla, en uno de sus típicos papeles de villano, aquí es el empresario sin escrúpulos, coleccionista de primeras estrellas, que quiere tan solo acostarse con la actriz, haciéndole creer que de él depende el éxito de su carrera.
Juan Marey
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22 de abril de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómicos (Cómicos, 1954) se trata de una de las películas más infravaloradas del cine español. A pesar de que la película fue dirigida por uno de los directores más importantes de nuestra cinematografía, el filme se encuentra prácticamente en el olvido, cuando debería ser una de las películas más conocidas del cineasta. El filme fue escrito por el propio Bardem y recibió la nominación a la palma de oro en el festival de Cannes del mismo año, consiguiendo una buena crítica internacional. Se trató además del primer filme en solitario del cineasta, después de la película que rodó Bardem en colaboración con Luis Garcia Berlanga, Esa pareja feliz (Esa pareja feliz, 1953).

No es casual que el guión lo escribiera el propio Bardem, porque podemos entrever numerosos elementos de su vida reflejados en la propia película. Y es que alguien que no supiera de teatro no habría sido capaz de dirigir una película como Cómicos. Para ello, hay que haber mamado teatro desde jovencito, y eso es lo que le ocurrió a Bardem, cuyos padres, ambos, eran actores. Así, el ambiente teatral era una constante en la infancia del director. De hecho, el protagonista principal está basado en la propia prima del cineasta[1], Conchita Bardem. Aunque también hay que hacer notar la lectura del guión de All About Eve (Eva al desnudo, 1950), cuya influencia puede notarse con claridad en el filme.

Efectivamente, el filme gira en torno al teatro. Ana Ruiz, quien está maravillosamente interpretada por Elisa Galvé, es una actriz de teatro que empieza ya a pensar que su carrera profesional se ha quedado estancada. Todo el filme en realidad girará en torno al debate interno que tiene esta protagonista, porque duda entre seguir en el teatro o abandonarlo de una vez por todas. Al igual que Eva al Desnudo, el filme plantea el tema de triunfar a cualquier precio, aunque no es este el argumento principal de la película, puesto que sólo aparece en un momento muy concreto del filme. En realidad la película gira en torno al abandono. El abandono que continuamente rondará la cabeza de la actriz y que a medida que avanza la película nos mostrará todos los obstáculos que un actor puede encontrarse, dando especial relevancia al hecho de no poder avanzar profesionalmente al ser eclipsado por otros actores más veteranos. El personaje principal es realmente atractivo, y Bardem lo dota de una increíble vida interior. Básicamente el cineasta consigue que conectemos con este personaje, mostrándonos su sufrimiento (ayuda también la inteligente utilización de la voz en off, que aparece en los momentos precisos). Por ello, uno de los planos más realmente emocionantes lo encontramos en el final de la película, con la motivación de la actriz al haber triunfado, aunque fuera por sólo un día.

El propio Bardem admitió que la película fue una especie de doctorado y lo cierto es que viéndola nos damos cuenta de que el formalismo resulta imperante. Por ello, se ha acostumbrado a criticar el filme, aseverando que la película abusa de trucos de cámara y de una puesta en escena que quiere sobresalir por encima del guión. Es cierto que el interés del cineasta por destacar se nota, pero también es innegable que la cinta tiene toques de modernidad que son comparables a otros lugares de Europa. Se pueden destacar numerosas secuencias que demuestran la espectacular puesta en escena. Ya para empezar, se nota que Bardem planeó una secuencia impactante como entrante y nos presenta una serie de primeros planos de los que serán los personajes protagonistas de la película, con una potente voz en off de la personaje principal, que va detallando lo que va viendo (los personajes) y configurando lo que será el tono general (de miseria, de hecho, el filme se une a muchos otros que han tratado el teatro en España, mostrándonos como prácticamente todos los personajes que trabajan en el teatro en realidad malviven con cuatro duros). También podemos destacar las secuencias en la que los dos actores pasean por la noche, pues denotan la sensibilidad de Bardem al construir las escenas.

Además la película sabe construir una galería de personajes secundarios que resultan ser un buen apoyo al discurso. Pongamos por ejemplo, el caso del personaje que interpreta Rosario García Ortega, que representa a la perfección el tipo de actriz veterana que no es capaz de asumir que su tiempo ha terminado y dejar pasar a las nuevas generaciones. O el personaje de Fernando Rey, que no deja de ser una probable proyección de lo que sería la actriz personal si abandonara el teatro. Por otra parte, la película describe muy bien la vida de las compañías teatrales itinerantes, y en menores dosis la vida bohemia de las ciudades provinciales.

https://neokunst.wordpress.com/2016/04/22/comicos-1954/
Kyrios
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