Darling

En pleno siglo XXI podemos decir que en el cine casi todo está inventado, y partiendo de esta premisa es como el director de Darling nos demuestra que hoy en día para asustar al público o para hacerle pasar simplemente un mal rato delante de la pantalla, no son necesarios grandes efectos digitales o grandes presupuestos para mostrarnos muchos fuegos de artificio en pantalla, tan solo se necesita una gran idea y el buen hacer de todo el equipo del film. Así es como se consiguen pequeñas joyas como la que hoy nos ocupa.

Una joven acaba de ser contratada para ocuparse de un gran caserón mientras la propietaria está fuera. Antes de empezar su trabajo es avisada de que no es una casa normal y mejor que se mantenga alejada de ciertos lugares. Aislada de todo y todos pronto empezará su particular descenso a los infiernos y la locura total.

Mickey Keating continúa su periplo por el terror, y con su nueva película demuestra que a medida que pasa el tiempo cada vez tiene más por la mano un género fácil de realizar pero muy difícil de dominar. Con Darling ha demostrado llegar a una madurez que no había conseguido con sus tres títulos anteriores. El mérito extra que podemos otorgar a Keating es que además de dirigir siempre escribe sus propias historias, y lo mejor es que cada producción que realiza se nota la evolución tanto como director como de guionista, regalándonos situaciones cada vez más elaboradas y personajes mucho más profundos.

Tal vez donde más peca Darling es en el mismo guión, como dije antes es cierto que la evolución es evidente en este film pero queda algo corto o ausente de algunas respuestas, tal vez no primordiales para la evolución del personaje que al final es lo que realmente cuenta en esta película, pero sí que el metraje hubiese gozado de más profundidad y en algún momento fuera algo más llevadero, pues estamos hablando de una película en blanco y negro, con apenas tres personajes en pantalla y un avance un tanto “Lynchiano” en algunos momentos.

Mención especial para Lauren Ashley Carter, una actriz vinculada muy estrechamente al mundo del terror y que en cada film en el que participa no deja de sorprender. Pienso que con esta cinta alcanza su mejor interpretación hasta la fecha. Sin duda alguien a seguir muy de cerca.

Estoy completamente seguro de que a muchos les apasionará, estoy convencido que a los amantes del terror que buscan algo más que el susto barato de turno les encantara, en cambio los que busquen un terror más tradicional posiblemente encuentren en Darling una obra un tanto pretenciosa y falta de ritmo en ocasiones. Para aquellos que no os acabe de convencer este film, dadle una oportunidad. Vista la filmografía de este señor ya estoy deseando echarle el guante a su nueva cinta, Carnage Park.

http://www.terrorweekend.com/2016/04/darling-review.html

Se supone que cuenta el descenso a la locura de una joven, pero todo muy metafórico, tanto que tienes que acabar aceptando que sí, que cada imagen dice eso porque es un capricho del director Mickey Keating. director con un puñado de películas de terror que ninguna alcanza el 5 en Filmaffinity.
La peli se divide en varios capítulos cada uno con su título, como digo todos muy metafóricos: Ella, Invocación, Escalofríos, Demonios, Infierno...
Se supone que la historia trata de una joven a la que contratan para cuidar una mansión en la ciudad, porque la anterior cuidadora se había arrojado desde el balcón, algo así como "El resplandor", pero ahí acaban las coincidencias. Todo se limita a fotogramas que se supone trascendentales, ya sea las vistas de la ciudad en blanco y negro, ya sea la actriz (francamente mala) con la mirada perdida y sin pestañear. Uno casi puede oír al director diciéndola, aprieta el culo y pon cara más seria... todo ello con el tic tac del reloj sonando de fondo.
Continuamente vemos referencias a una puerta cerrada al final de un largo pasillo, que parece obsesionar a la chica...

Darling nos sitúa en el momento en que una joven se muda a una antigua mansión ubicada en Manhattan. Ignorante del cúmulo de leyendas urbanas que giran a su alrededor y las muertes acaecidas en dicha casa acepta un trabajo de 24 horas como celadora. A partir de ese momento sin apenas instalarse una extraña atmósfera envuelve el lugar, voces, susurros, imágenes, capaz de distorsionar su realidad y entregarla lentamente a la psicopatía más oscura. Dividida en 6 capítulos: Ella – Invocación – Escalofrío – Demonio – Infierno – La celadora; Keating homenajea al cine de terror de los años 60’s, The Innocents (1961), The Haunting (1963), That Cold Day in the Park (1969) que tienen como constante la claustrofobia psicológica y el concepto de “casas encantadas”, también, es inevitable no recordar a Kubrick en The Shining (1980) y el cine de Hitchcock. Pero de quien realmente bebe Darling es de Repulsion (1965).

En su primera línea Keating describe a su película: Esta película contiene destellos de luces e imágenes alucinatorias. En efecto es lo que vamos a obtener, contrastando con su ritmo pausado y primeros planos más o menos largos, aquello que hará tangible la perturbación emocional de nuestra protagonista será el carácter experimental del filme a base de imágenes superpuestas y destellos, aportando celeridad y el desequilibrio necesario.

Posiblemente sea una película más orientada a los amantes del cine de Polanski, al blanco y negro y a la narrativa experimental de Lynch. Porque… entretiene, pero en mi opinión me parece que es poco, muy poco, el aporte original de Darling. Sin embargo estamos ante la mejor película de Keating, a quien los metrajes breves (75 minutos) le van geniales, la película funciona (y bien) gracias a que dura poco, otro aspecto importante (además de filmar en blanco y negro) es el reparto, apenas si unos cuantos personajes, hallando en la sobreactuación de Lauren Ashley su elemento más valioso… por otro lado, en referencia a lo negativo del filme, su punto más débil, es la elipsis narrativa a la que se aferra.

Recomendable. Su corta duración y poseedora de un par de escenas o cuadros bastante estéticos y enérgicos hacen que valga su visionado.

http://teatro-vandrian.blogspot.mx

“Darling” de Mickey Keating explora la vía de la elipsis: con el menor número de datos el espectador ya buscará completar los tramos vacíos. Este tipo de películas en blanco y negro puede tener dos lecturas: una, por un lado, muchos espectadores van a pensar que el director se ha quedado con él, vamos que se ha subido a una parra, por decir algo, con la cámara en la mano y que allí ha permanecido día y noche rodando hasta que se ha cansado para bajar más tarde a colocar los títulos de créditos de la película, además de pretencioso en mostrar unas imágenes morbosas y una trama idiota que no viene a cuento; dos, por otro lado, que la importancia de saber la procedencia del personaje o su historia no importa en el desarrollo de la trama; ahí está (1) “El último tango en París” de Bertolucci donde los personajes se desconocen y el móvil que les empuja es un desenfreno sexual de uno hacia el otro, con la única intención de follar a saco. En este caso, la obsesión psíquica, patológica o de locura de remate, por parte de la protagonista, está en cargarse a un tío por el motivo que sea, por lo menos desconocemos el sentido real que le mueva a realizarlo. La motivación existe ya sea porque está tarada de remate o por una obsesión de infancia, de vengarse hacia él o sencillamente por placer si partimos de que está loca. No lo sabemos y no nos importa saberlo para disfrutar si es que te gusta el morbo de las escenas escabrosas y retorcidas.
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Extraña cinta que remite inexorablemente a la obra maestra de Polanksy, "Repulsión"...sin, creo yo, llegarle ni a la altura del zapato.
No obstante tiene personalidad propia al estar concebida como un ejercicio de estilo, sobre todo en cuanto a puesta en escena y, especialmente teniendo en cuenta la buena fotografía en blanco y negro a cargo de Mac Fisken.
Tiene algunos momentos buenos y la interpretación de Lauren Ashley Carter, la protagonista, es excelente.
Sin embargo ocurre que es demasiado lenta, parca en situaciones, aunque felizmente corta en duración del metraje, lo que le hace más llevadera.
Pero, en lo que a mí atañe, resulta aburrida y tediosa, aunque indudablemente pudiera resultar simpática en cuanto a ser reconocible en anteriores películas de corte clásico, con personajes de parecido pelo.
Se puede ver, desde luego, y no molesta en absoluto, pero creo honestamente que sabe a bastante poco.

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