Cold Hell (Die Hölle)

Cold Hell es un thriller con toques sangrientos con una historia que engancha, unas escenas de acción realistas y estupendamente dirigidas y, sobre todo, una de las mejores protagonistas que hacía tiempo que no veía en pantalla. En definitiva, Cold Hell es una película que recomiendo fervientemente que veas.

Özge de ascendencia turca reside en Viena y trabaja conduciendo un taxi de noche. Está hastiada con su vida y solo su entrenamiento en las MMA y cuidar de su sobrina la sacan de su miseria. Una noche, tras cumplir su turno, vuelve a casa y desde la ventana descubre el cadáver de su vecina asesinada y al asesino que todavía está en la habitación que la vé. A Özge solo le queda huir antes de que la atrape.

La película sabe cuáles son sus principales bazas, su misteriosa y reservada protagonista, una chica dura de la que será imposible no quedarte prendado de ella. Si bien el personaje del maníaco perseguidor es de un excéntrico excesivo y que la historia romántica, aunque está bastante lograda, no se puede negar que está cogida con pinzas, Cold Hell es magnética, interesante y diferente. Es la demostración de que todavía se pueden hacer cosas nuevas en tramas tan poco originales como la que nos ocupa si ideamos unos protagonistas interesantes (mención especial también al personaje del policía, quien va tomando protagonismo según la película avanza) y un par de escenas de acción endiabladamente bien dirigidas. Tanto la secuencia de la lucha en el coche como la del metro son para verlas varias veces de principio a fin.

Dirige Stefan Ruzowitzky (Anatomía, La huida) de una manera sobria y sin complicaciones excepto en las dos escenas de acción antes mencionadas, ambas muy largas y llenas de tensión. El guión es cosa de Martin Ambrosch, un thriller de manual que sin el carisma de su protagonista no habría salido igual de bien, la resolución de la psíque del asesino me pareció de cómic de los malos pero la historia tiene giros interesantes y una trama en general muy decente. Pero es que el show es para Violetta Schurawlow (Cannibal Diner), consigue construir un personaje con todas las aristas del mundo, muy silenciosa, decidida, protectora y anti social. Una badass en toda regla. Un personaje carismático y una de las mejores protagonistas que hacía tiempo que no veía. De largo lo mejor de la película. Tobias Moretti (El valle oscuro) que interpreta al policía encargado del caso también está muy correcto con un personaje que va de menos a más, con una gran química con Violetta.

Un thriller trepidante, con alguna bajada de ritmo al principio del último acto pero necesario para la evolución de los personajes. Y es que estos son lo más interesante de Cold Hell, pues su trama no es el zenit de la originalidad pese a que consigue darte lo suficiente para seguir con interés la historia. Quiero terminar volviendo a comentar el gran trabajo realizado por Violetta Schurawlow y ese gran personaje que es Özge.

http://www.terrorweekend.com/2017/07/cold-hell-review.html

Özge conduce un taxi en Viena, es una musulmana no practicante que proviene de una familia desestructurada, lo que la ha llevado, como válvula de escape a la tensión acumulada, a entrenar como luchadora de kickboxing. Al volver a casa, tras una dura jornada, presencia el brutal asesinato de una prostituta en la ventana del edificio contiguo, en la que también se encuentra, envuelto en las sombras, el asesino, que desde ese instante comenzará a perseguirla.

El director Stefan Ruzowitzki, ganador en 2008 del Oscar de habla no inglesa por Los Falsificadores, retoma su carrera en su Austria natal, tras una breve aventura americana poco satisfactoria, para centrarse en un thriller oscuro, muy de género, sobre el que transitan ecos del mejor cine negro, con destellos de obras tan reconocibles como Taxi Driver, o La ventana Indiscreta, del maestro Alfred Hitchcock.

Un trabajo superior, de una dureza narrativa y expositiva muy convincentes, que en ningún caso descuida temas tan importantes, como la fractura social que presenta la masiva llegada de inmigrantes turcos a los países centroeuropeos, donde son verdaderamente tratados como ciudadanos de segunda categoría.

Sin abandonar nunca el hilo criminal que recorre el film, a Ruzowitzki le da tiempo a mostrar relaciones humanas promovidas por la incomunicación, uno de los grandes males de la sociedad actual, sobre el que consigue indagar, con mucho acierto, sobre los motivos personales que pueden haber llevado a tal situación, creando una serie de interacciones entre personajes muy creíbles, que como ocurre en la vida real, tardan en aproximar sus motivaciones hasta alcanzar un entendimiento.

El descubrimiento de Violeta Schurawlow, una actriz prácticamente novel, que recoge aquí todo el protagonismo del film, es otra de las bazas a tener en cuenta en Cold Hell, su trabajo como mujer golpeada que siempre tiene un puñetazo de contraataque, consuma uno de los mejores ejemplos de feminismo no pragmático o adoctrinador, que el cine moderno haya contemplado.

Un trabajo visceral, nocturno, de fotografía tenue, que se mueve entre unos suburbios donde quizá, y como sugiere el título, haya una parte helada de ese infierno urbano, que pueda quemar más que el propio fuego, y ante tal perspectiva, más vale estar preparado cuando el diablo sale a cazar almas torturadas.



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Irregular film que combina buenas escenas de acción, bien filmadas, pero con un guión previsible y con personajes que no empatizan con el espectador. La trama es como una joven (cuyo trabajo no me gustó demasiado) observa un asesinato y a partir de ese momento será perseguida por el asesino. Es una película cuyos personajes son pobres, la protagonista es inexpresiva, el policía caricaturesco y el asesino se la pasa paseando un cuchillo por toda la película. El film tarda 85 minutos para averiguar el paradero del asesino y se resuelve todo en los 5 finales. Pobre