Haz click aquí para copiar la URL
España España · malaga
Críticas de alcaide
Críticas 602
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
1 de marzo de 2024
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
'En estos tiempos la sustancia más apreciada del universo es la especia melange, especia que extiende la vida, especia que expande la consciencia, la especia es vital en los viajes espaciales, la cofradía del espacio y sus navegantes, a quienes la especia ha venido mutando durante cuatro mil años, utilizan el gas de especia naranja, que les confiere la facultad de plegar el espacio, es decir, de viajar a cualquier lugar del universo sin necesidad de moverse'

Tras hundirse hasta las rodillas en la arena del planeta Arrakis, pero salir sustancialmente airoso, Dennis Villeneuve acomete la segunda mitad del Dune de Frank Herbert con el impulso necesario, y la garantía de haber enfocado un texto tan insondable e inabarcable, con el acierto necesario, sin abandonar ese carácter de odisea megalómana que contiene tan particular tótem de la ciencia ficción, y haciendo frente sobre todo, al carácter maldito que la obra contiene como adaptación.

Como segunda mitad, la cinta mantiene claros los conceptos, la política, el fanatismo, los peligros de la conolización, el catastrófico impacto medioambiental, son entre otros, argumentos universales siempre de actualidad, para los que el realizador canadiense ha vuelto a contar con el guionista Jon Spaiths, en un mano a mano que prescinde de Eric Roth, presente en el primer segmento, pero que aún así mantiene aspectos básicos de la obra de Herbert, tales como la constante amenaza del fracaso.

Una de las mayores virtudes de Dune, ha sido el mostrarse siempre como un vistoso lienzo en blanco, sobre el que poder desarrollar algunas variaciones sobre la propia novela, dada la complejidad de muchos de sus pasajes, un matiz que debe traer siempre a la memoria, el esfuerzo titánico de ese inclasificable genio llamado Alejandro Jodorowski, que ya a mediados de los setenta intentó llevar acabo la odisea sin éxito, culminando la que sin ningún género de dudas, es la película más influyente de la historia del cine, pese a que, y como puede verse en el sensacional documental 'Dune de Jodorowski' (2013), nunca llegó filmarse, aunque si consiguió preñar con su cautivadora imaginación, a la mayoría de películas de fantasía de finales de los setenta, los ochenta, e incluso más allá.

El carácter frío e impersonal de Villeneuve, vuelve a sentarle bien a una historia, que en palabras del propio realizador, debe verse como una experiencia sensorial e inmersiva, mientras que el poderoso aparato visual se ocupa del resto, justo en ese punto donde el canadiense tiene buena mano, como visionario portador y responsable de escenas verdaderamente deslumbrantes, que igualmente aprovechan el enorme impulso técnico, en aspectos como la más que inspirada batuta de Hans Zimmer, o el excelente trabajo de Greig Fraser en la fotografía, dentro de un concepto artístico que cuida especialmente el diseño de producción, el sonido, el vestuario, y en general todos esos factores determinantes para que una producción de tales características, tan dependiente de lo visual, luzca de manera convincente.

Algún destello de las ideas originales con las que Jodorowski interpretó la historia de Paul Atreides, parece haber intrigado a los responsables del film actual, en concreto lo de desvestir del carácter mesiánico a Muad'dib, o al menos amortiguar su impacto, más allá de su lógico liderazgo, algo que añade seriedad y consistencia a un relato, que si bien a veces avanza algo atropellado, por inabarcable, consigue asentar sus conceptos también en lo inmaterial, que de lo material ya se ocupa su fastuoso fondo de armario.

Cabe destacar, que esta segunda mitad no requiere ya de la presentación de personajes, pese a añadir a los que faltaban, aquel atasco en la amalgama de caracteres de la cinta anterior, queda superado para el espectador y permite al realizador alcanzar mejores cotas de solemnidad, gracias a que algunos factores como la ambición o el terror, casi todos derivados del espectro Harkonnen, que se quedaron algo desdibujados en el capítulo inicial, cobran aquí mayor relevancia, mejor expuestos sobre la base de una historia que no hay que olvidar, esta ambientada más allá del año 10.000, y está sujeta a profundas raíces ético filosóficas.

Con la vista puesta en los clásicos, es casi obligatorio que la mitología del conflicto en Dune, transporte al espectador a las mejores batallas fílmicas de antaño, algo que por otra parte, es una de las intenciones declaradas por el propio realizador desde los orígenes de la producción anterior, y uno de los verdaderos triunfos del Dune de Villeneuve, una vez se pueden contemplar ambas mitades como un todo, sin el carácter inconcluso que portaba la cinta predecesora, algo indigesta en sus conclusiones, por cierto exceso de apático misticismo, que ahora encajan mejor por el lógico compromiso del protagonista con los Fremen, los autóctonos pobladores de Arrakis, legítimos propietarios de sus secretos y recursos.


(Continúa en la Zona Spoiler, sin spoilers, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
26 de enero de 2024
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas carreras cinematográficas han sufrido un ascenso tan meteórico, como la del griego Yorgos Lanthimos, un rara avis excéntrico, que con apenas un par de títulos, Canino (2009), y Langosta (2015), supo llamar la atención del respetable, con esa mezcla entre lo original y lo pretencioso, tan del gusto en los diferentes festivales de prestigio.

El estreno de La Favorita, en 2018, supuso un cambio de rumbo, tanto en su faceta de autor, en la que dejó la tarea de guionista para asociarse con Tony McNamara, como en el inicio de su relación profesional con Emma Stone, la actual Novia de América, un tándem que ha despertado en el realizador un interés más prosaico, que sin haberle hecho abandonar su sello personal, ha acercado indudablemente su estilo a una audiencia bastante más extensa.

Aprovechando el impulso de dicho dúo, el realizador heleno se pone tras la cámara para dar forma a la adaptación de Mcnamara de la novela de Alasdair Gray, para una historia ambientada en el S.XIX, que recoge el mito de Frankenstein para presentar a Goodwyn y Bella Baxter, padre e hija, doctor y criatura, donde se muestran de inicio las ansias de la renacida, por conocer y devorar el mundo.

Un relato de tono clásico, pero a la vez muy vanguardista, con algún tinte steampunk, y un lenguaje propio con unos diálogos muy bien expresados, que ante todo, expone un poderoso relato sobre la libertad de la mujer, mientras versa sobre temas tan universales como la filosofía o el sexo, buscando incluso la provocación, pero sin equivocar nunca las formas, de manera limpia y sencilla, no perdiéndose en discursos cargados o aleccionadores, algo que indudablemente supone la mejor forma de hacer apología del feminismo.

Como fantasía visual, primero expresionista, a tono con los clásicos del cine mudo, más tarde como extravagante y colorido paseo por el viejo continente, Pobres Criaturas es un viaje apasionante y apasionado, que presume de un diseño de producción apabullante, por imaginativo, y por esa deseada forma artesanal de hacer las cosas, extendida al resto de apartados técnicos, entre los que destacan la música de tono experimental de Jerskin Fendrix, y la excelente fotografía de Robbie Ryan.

Igualmente, nada de esto sería posible sin un reparto cómplice, que vuelve a demostrar la enorme capacidad de Willem Dafoe para los perfiles grotescos, dando vida al Doctor Baxter con enorme convicción, bien acompañado de una galería de personajes muy bien escogida, donde todos tienen algo o mucho que decir, y entre los que Mark Ruffalo, en la piel del pérfido Duncan Weddenburn, está realmente inconmensurable.

Aunque sí alguien merece ser mencionada como ejemplo de máxima entrega, esta es sin duda Emma Stone, la peculiar novia de Frankenstein de Lanthimos, de la que sería injusto decir que sólo presta su físico y esfuerzo al personaje de Bella, aquí más bien se ha dejado el alma, en un espectáculo interpretativo del que se hablará sin duda en los años venideros.

Finalmente, Yorgos Lanthimos ha conseguido con pobres Criaturas un trabajo bastante más depurado, quizá no tan incisivo, o canino, como sus primeros títulos como realizador, pero bastante más deslumbrante si se suman todas las facetas de la producción, algo de lo que Pobres Criaturas puede presumir, como impecable y cuidado relato de fantasía excéntrico, que además despierta ese entusiasmo curioso, el mismo que porta su pintoresca protagonista, haciendo cómplice a un espectador, que a poco que se sienta huérfano de frescura y originalidad, en el generalmente convencional universo cinematográfico, encontrará en el film una sonora recompensa.


< Lee ésta crítica, y muchas más, en fusionfreakweb.blogspot.com >
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
23 de enero de 2024
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La proliferación de obras fílmicas sobre el holocausto, pieza indivisible de los acontecimientos más oscuros sucedidos durante la II Guerra Mundial, tenía inevitablemente que desembocar en acercamientos más creativos, que de algún modo alejaran ese esquema repetitivo, lo que ha permitido recientemente que incluso la sátira, a través de títulos como 'Jojo Rabbit' (2019), del neozelandés Taika Waititi, por aquello que decía el maestro Woody Allen sobre que la comedia es tragedia más tiempo, se asomen con una mirada diferente al espectro devastador, provocado por la injerencia a nivel planetario del partido nacional socialista alemán.

Con una mirada diametralmente más seria que la de Waititi, pero con una vocación similar por no resultar reiterativo, el británico Jonathan Glazer, gurú de culto de trabajos tan cojonudos como 'Sexy Beast' (2000), o la compleja pero no menos hipnótica 'Under the Skin' (2013), centra su mirada en la familia Höss, donde Rudolf, cabeza de familia, es el comandante responsable de Auschwitz, epicentro del exterminio.

Basada en la novela de Martin Amis, la cual adapta el propio Glazer, lo primero que destaca en 'La Zona de Interés', es que en ningún momento se ve la actividad dentro del campo, la acción se centra en la casa familiar anexa al perímetro del mismo, la cual está separada por un muro, un planteamiento desconcertante, en el que el espectador asiste a la cotidianidad de los Höss, en sus aspectos más lúdicos y domésticos.

Impecablemente rodada, incluso experimental por momentos, con su propia fábula insertada y arrastrada al vacío más perturbador, el film destaca por esa capacidad de mantener la distancia, recurriendo a un espectro sónico aterrador, que nunca abandona a unos personajes ajenos al enorme sufrimiento que les rodea, generando esa inquietante normalización del holocausto, factor que por otra parte, supone el mayor rasgo de originalidad que porta la cinta.

Con una puesta en escena apabullante, de enorme gelidez expositiva, Glazer se apoya en una casi inexistente música de Mica Levi, limitada prácticamente al prólogo y el epílogo en su aspecto más convencional, mientras ese mencionado carácter experimental se adueña también de la partitura, ayudando a crear aún una mayor sensación de desasosiego, en un trabajo que se mueve bastante mejor entre las cuatro paredes del escenario casi único, el cual solo abandona para mostrar ciertos espacios de naturaleza estival, y cuando muestra reuniones de la jerarquía nazi a nivel militar y aristocrático, más bien avanzado el metraje.

Del reparto, un grupo de actores alemanes muy bien escogidos, destaca el protagonismo de La Reina de Auschwitz, una inquietante Sandra Hüller, como esposa del comandante Höss, la cual cierra un año triunfal, tras participar, también como protagonista, en la reciente Palma de Oro del Festival de Cannes, la igualmente recomendable 'Anatomía de una Caída', de bandera francesa, y que básicamente, define a la actriz como una de las más destacadas interpretes en el panorama europeo actual.

Finalmente, 'La Zona de Interés' es de esos trabajos simétricos de autor, difícilmente recomendables fuera de un circuito puramente cinéfilo, ningún consumidor de productos manufacturados debe acercarse a ella, si no quiere experimentar otras formas de horror a los que alude el film, el cual requiere un destacado esfuerzo de introspección emocional. Justo para esa minoría, los que consigan superar la aparente apatía que porta la cinta, y siempre con un estado de ánimo adecuado, encontraran la recompensa de una obra diferente y verdaderamente audaz, sobre un tema expuesto hasta la saciedad en la cultura contemporánea.


< Lee ésta crítica, y muchas más, en fusionfreakweb.blogspot.com >
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
17 de noviembre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era más que evidente, que la proliferación de títulos zombie a principios del nuevo milenio, iba a provocar un desgaste pronunciado, que acabaría por devolver a este deseado subgénero del terror, al terreno de la Serie B, un espacio del que por otra parte, quizá nunca debió salir.

Con la clara intención de seguir participando con productos populares, los realizadores canadienses Anouk Whissell, Françoise Simard, y Yoann-Karl Whissell, responsables de la estimulante 'Turbo Kid' (2015), y la nostálgica pero fallida 'Verano del 84' (2018), exponen para su tercer trabajo conjunto, y a partir de su propio guión, adaptado de la novela gráfica de Jerry Frissen, un híbrido entre comedia y terror muy deudora nuevamente de esa nostalgia ochentera, en la que el cine de entretenimiento campaba a sus anchas, y bastante más despreocupado que ahora, por la cartelera y las estanterías del videoclub.

Sin especiales pretensiones, este pueblo infestado de muertos vivientes, que no representan amenaza más allá de su estado, presenta las aventuras de tres estafadores, que van a tener que luchar contra una despiadada farmacéutica, para rescatar a su abuela secuestrada, resulta algo frívola en cuanto a humor se refiere, siendo excesivamente paródica en su primer tramo, alargado en exceso para presentar a unos personajes, donde los villanos no se muestran especialmente inspirados.

En el otro lado del espejo interpretativo, si hay química entre sus tres protagonistas, en especial en los dos perdedores interpretados por Alex C. Nachi, y Derek Jones, pese a que los verdaderos protagonistas de estas películas siempre son los zombies, con algún diseño interesante, uno muy basto que homenajea a cierto videojuego mítico de recreativas, y el uso del siempre deseado maquillaje artesanal.

Del tono estético, hay que reprochar que la fotografía no ayuda a entrar en ese universo Pulp, que anticipaban los títulos de crédito en ese amarillo tan reconocible, el film requería de un estilo más degradado, para consumar ese homenaje que persigue al cine Z original, por mucho que cuando por fin desata su particular Apocalipsis, suba el tono con alguna sangría o evisceración genuina.

Finalmente, 'We Are Zombies' es un título simpático, a veces más bien bobo, que en parte recupera algunas esencias de aquel cine de subgénero zombie, comprendido entre los setenta y ochenta del siglo pasado, sus muertos vivientes son lentos, y tiene ese gore por momentos agresivo y artesanal, que cualquier aficionado de este cine, en su expresión más original y pura, debería reclamar, una lástima que no sepa modular su tono paródico, en favor de una mayor contundencia.



- Películas del 33 Fancine: Festival de Cine Fantástico Universidad de Málaga -

< Lee ésta crítica, y muchas más, en fusionfreakweb.blogspot.com >
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
16 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Justo ahora que se cumplen cincuenta años del estreno de 'El Exorcista', obra cumbre del género de terror, es interesante echar la vista atrás, y comprobar como las audiencias han ido evolucionando, hasta difuminar mucho de ese temor católico que portaban nuestros padres y abuelos, y que llegados a este nuevo siglo, no solo ha perdido intensidad como concepto, sino que en muchos casos suena a chufa, o se presta al mayor de los ridículos en el terreno cinematográfico.

Basada en una historia original, sucedida a principios de los 90 en Australia, 'Godless: The Eastfield Exorcism' se centra en un joven matrimonio que pasa por sus horas más bajas, tras ser diagnosticada la esposa con un cuadro agudo de esquizofrenia paranoide, que la lleva a comportamientos malsanos y aterradores, los cuales son identificados por su marido, un devoto creyente unido a una comunidad católica más bien sectaria, como un caso claro de posesión demoníaca.

Un trabajo interesante, que nunca acaba por definir la dirección que lleva, arreglándoselas para mantener la atención del espectador hasta el desenlace, donde una vez puestas las cartas sobre la mesa, se muestra relevante en sus conclusiones, por mucho que recurra al efectismo puntualmente durante su recorrido, o resuelva escenas de vital importancia para la trama, de manera excesivamente torpe y sujeta a lo convencional.

Del reparto, no destaca especialmente la química entre el matrimonio protagonista, con un poco convincente Dan Ewing, y una más sufrida y esforzada Ella Bourne, que al menos mantiene el tipo en el ojo del huracán, por suerte, los actores secundarios si resultan bastante más creíbles, en especial Tim Pocock, que aparece en la segunda mitad del film como exorcista poco ortodoxo, extremadamente agresivo en sus métodos, una figura que indudablemente, ayuda a elevar el tono general del film.

Tampoco se puede destacar especialmente la parte técnica, su principal responsable, el realizador Nick Kozakis, recurre a la tensión general, bien apoyado en unos adecuados trabajos de montaje y sonido, y a una banda sonora bien implementada, que en parte, ayudan a disfrazar su vocación más bien plana tras la cámara.

Finalmente, hay que agradecer que 'Godless: The Eastfield Exorcism' no haya caído apenas en el efectismo barato del cine de exorcismos y posesiones varias, alejando también ese adoctrinamiento católico en el que suelen incidir muchas de las propuestas de dicho subgénero, se puede decir que su principal virtud es no dejarse arrastrar por la tentación, pese a portar en muchos aspectos, una vocación similar a esa infinidad de olvidables telefilms de sobremesa, los cuales esquiva apuntalando de trascendencia su discurso.


- Películas del 33 Fancine: Festival de Cine Fantástico Universidad de Málaga -

< Lee ésta crítica, y muchas más, en fusionfreakweb.blogspot.com >
alcaide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow