Elígeme

"Elígeme" no es una película fácil. Alan Rudolph nos transporta a un concurrido bar nocturno llamado Eve. Mickey, un hombre que acaba de salir del psiquiátrico acude al bar en busca de Eve, pero ella no está, en su lugar hay otra Eve que ha comprado el local. Es amor a primera vista.

Nancy Love da consejos a las mujeres por la radio, todos los hombres y mujeres la desean. Nancy conocerá a Eve y a Mickey. Zack está casado con Pearl y enamorado de Eve. Zack conocerá a Nancy y odiará a Mickey. Mickey pide matrimonio a todas las mujeres a las que besa, y mientras reúne dinero para ir a Las Vegas mientras pasa las noches en una ciudad que conoce y le resulta extraña.

"Elígeme" es una película inusual, sorprendentemente mediocre de inicio y absorbente al final. El film me ha dejado enganchado como un bobo intentando conocer a estos emblemáticos personajes. La película merece la pena, es atrevida en su planteamiento y sensacional en su forma.

Un ensayo sobre el sexo y la psicología que de él se desprende. Seis personajes que se enfrentan de manera distinta al amor, a un amor crudo y nocturno de chulos y putas. Cada uno tiene su forma de amar y lo terrible es que nadie se pone de acuerdo en el cómo, pero así es la vida, y así es esta película llena de conversaciones íntimas, de celos y cuernos, de sexo real. Aquí te pillo, aquí te mato; mañana por la mañana ya me castigará la resaca.
Totalmente recomendable para todo aquel al que le hagan gracia nuestros simples impulsos animales. Para mi, una comedia, oscura, pero comedia, que de ir firmada por Lynch tendría alguna estrellita más filmaffinity.

No en todas las películas se muestran vidas extrañas como la propia vida. Esta si lo hace. ¿Qué nos dice?
Nos dice que las personas que parecen tenerlo todo no lo tienen, nos dice que las personas que parecen merecer algo más que otros no lo consiguen, nos dice que las personas no son lo que parecen, nos dice que no siempre queremos lo que creemos querer, nos dice lo difícil que es una relación amorosa y lo fácil que es a la vez...
Sí, es cierto, esto lo cuentan muchas otras películas. Pero lo cuentan, simplemente. Se plantean transmitir ese mensaje y lo único que consiguen es esbozarlo en medio de un batiburrillo de clichés y escenas absurdas.
Pero esta película logra transmitirnos todos esos mensajes con sutileza.
Sin duda merece la pena verla.

Si hemos de atenernos como el paso del tiempo afecta a algunas películas, ésta és una de las malparadas. Sus dialogos extras y exageradamente snobs la convierten en un extraño indigesto no apto para todos los paladares. Hoy en día algunas de sus escenas se nos antojan
irrisorias y trasnochadas, sus actores sobreactuados y algunas situaciones grotescas. Pero bueno, no todo va a ser malo. Cualquier película del mismisimo Ford hoy nos puede parecer cursi si nos nos atenemos a su tiempo y forma. Choose me representa un fresco de su época,
una expresión de cine original, y una muestra de cine alternativo. Su ambientación más que correcta, la banda sonora y sus detalles estéticos le confieren un halo de cine de autor y originalidad dificilmente encontrables aquellos años. Vamos, un Luz de Luna en pantalla grande.

Alan Rudolph fue flor de un día allá en los lejanos 80. ¡ Pero que dia!. Su película más conocida , y más fascinante fue Choose me. Quizás ahora su lenguaje fílmico haya quedado algo obsoleto, pero sigue guardando esa magia y fascinación que atesoraba entonces. La química de todos sus participantes, desde Keith Carradine, Lesley Ann Warren o Bauchau y Larroquette como secundario, es manifiesta y difícil de lograr. Todos los personajes tienen su importancia. Todos son complejos, atesoran un universo en su interior. Son carne de psiquiatra...pero no de la Doctora Amor! Y las canciones de Teddy Pendergrass siguen resultando emocionantes.

La mixtura de una buena historia, unos brillantes diálogos, unos inspirados actores, una cautivadora banda sonora y una fotografía del ambiente nocturno de la ciudad, tan lograda, originó un clásico de culto que debería trascender a los años 80.

Es una película inmortal, imprescindible.