Desenfunda (TV)

La década de los 80 fue la peor para ese género que tanto queremos como el western sin lugar a dudas, sin embargo si se pueden rescatar del abismo alguna pequeña joya como esta película titulada “Desenfunda” que es de lo mejor que se hizo en su tiempo.

A pesar de estar rodada para televisión, nos encontramos con un western crepuscular, pero que le suma un tono de comedia ácida con ironía, muy elegante e inteligente.

La gran baza son los actores, ni más ni menos que dos veteranos como Kirk Douglas y James Coburn, dos de los más grandes actores del western, baste recordar “Pacto de honor”, “Duelo de titanes”, “El último tren de Gun Hill”, “Ataque al carro blindado” en el caso de Douglas y “Los siete magníficos”, “Mayor Dundee”, “¡Agachate maldito!”, “Pat Garret y Billy the Kid” en el caso de Coburn. Ambos se reúnen en esta cinta sorprendente donde se habla de muchas cosas como el amor y el sexo en la vejez, la violencia de la sociedad, la modernidad y sus artefactos...

Como curiosidad es el último western que hizo Kirk Douglas que con 66 años se conservaba con una forma física mejor que muchos veinteañeros. Por su parte James Coburn, uno de los más grandes, da un verdadero ejemplo de actuación. Los secundarios también están fenomenales destacando Linda Sorenson.

El director de esta interesante cinta es el canadiense Steven Hilliard Stern, uno de esos directores de televisión, que sin tener una filmografía especialmente destacada sí que posee algunos títulos apreciables como “El fantasma del vuelo 401” o “Zona de guerra: El parque”. Pero su mejor trabajo sin dudas es este western titulado “Desenfunda” Aunque es verdad que más que por su pericia por contar con un plantel de actores excepcionales, una fotografía y sonido más que bueno y sobre todo con un guión de Stanley Mann fantástico. No olvidemos que este guionista había trabajado con William Wyler, Alexander Mackendrick, Richard Marquand, Richard Fleischer o Don Taylor, casi nada.

En definitiva película muy recomendable para amantes del western y del buen cine en general, y que el propio Clint Eastwood reconoció en su momento esta película había sido una de sus inspiraciones para su obra maestra “Sin perdón”, al abordar la tercera edad de los pistoleros en el oeste.

Nota: 5,9.

Western con toques de comedia, en el que un famoso pistolero se ve envuelto en una trifulca con varios gerifaltes de un pueblo en el que estaba de paso. Este western tiene toques de parodia, pero en general trata algunos temas mas serios , como el paso del tiempo, la decadencia física y los remordimientos por los actos cometidos y cierta crítica social a los poderosos que manipulan para que les hagan el trabajo sucio,en aquella época James Coburn y kirk Douglas rondaban los sesenta años y estaban echos unos chavales, dos de los grandes que ya no estan con nosotros.

Dos viejas glorias, dos auténticas momias del pistolerismo frente a frente delante de un pueblo de paletos cuando ya circulan los primeros automóviles.
De una parte Harry Holland el Guapo (Douglas), mujeriego y todavía con su atractivo, de otra Sam Stark (Coburn) alcoholizado pero con la cabeza en su sitio ... entre trompa y trompa.
No hay mucho más. El formato de telefilm nos lo advierte ya. No hay engaño. Una partida de cartas y un niñato hijo de papá, el bobo Reggie Bell (McGrath), quiere engañar a Harry. Tiros, un muerto y para sacarle las castañas del fuego un famoso pistolero que se bate en retirada. En medio una compañía de teatro que lleva Shakespeare en el repertorio ... y una bella dama todavía de buen ver en el elenco, Bess (Bastedo). Ya es bastante para interesarnos.
No es gran cosa, de acuerdo, pero ya es bastante para pasar el rato.
Alusiones a las marcas de viruela, una extracción de bala por un dentista que desinfecta con whisky la herida y se embolsa sus cinco dólares por los servicios. Ojo, la entrada a la función teatral cuesta apenas 25 centavos. Y eso los adultos con derecho a refrescos.
Pasen y vean que el que tuvo retuvo. Western melancólico de los tristes 80 con sus toques de comedia.

Sencilla, básica, entrañable, entretenida, desenfadada, ingeniosa, divertida, simpática y agradable producción de claro corte televisivo, en una especie de homenaje y parodia de los tradicionales Westerns, con dos estrellas de renombre haciendo de las suyas, unos excepcionales: Kirk Douglas y James Coburn.
No esperéis encontrar grandes giros de guion y espectaculares escenas de pistola, pero no dudéis en echarle un ojo, puesto que es de esas que se ven con agrado y que dejan buenas sensaciones.
En la película se aprecian con claridad diversos guiños y homenajes al Western clásico, el tradicional forajido enfrentado al Sheriff de la localidad de turno y la llegada de una nueva era con el ferrocarril y los vehículos de trasporte nuevos.
Sin esperar mucho de ella, deja muy buenas sensaciones y permite disfrutar de dos grandes del cine.

Western televisivo protagonizado por dos leyendas del cine: Kirk Douglas y James Coburn.

La película torna acerca de un viejo pistolero (Douglas) que se refugia en un hotel con una rehén (Alexandra Bastedo) para librarse del pueblo que lo quiere linchar. El ex-sherif alcohólico (James Coburn) será el encargado de negociae con él.

Lo mejor sin duda es la dupla protagonista, así como el guión (muy buenos diálogos repletos de sarcasmo) y que, a pesar de estar hecha para televisión, el sonido y la imagen es buena.

Lo peor es que se hecha en falta alguna escena de acción más y que el final a mi gusto desentona algo con el tono crepuscular.

Así y todo la recomiendo bastante.