Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido

--"Preparativos para estar juntos durante un periodo de tiempo desconocido" ("Felkészülés meghatározatlan ideig tartó együttlétre") de Lili Horvát, o "Prepararse para un periodo indefinido de tiempo juntos" (según el traductor automático húngaro/castellano): que es algo parecido pero no igual.

Suspender el juicio o nuestras alarmas sobre lo que es verosímil o no, es lo que nos propone la directora de esta película: una neurocirujana húngara se enamora en un breve encuentro de un colega y compatriota de viaje profesional en EE.UU. No intercambian números de teléfono o direcciones@, sino que quedan citados en el puente de la Libertad de Budapest un día y una hora concreta: las cinco de la tarde.

No descubro nada -se halla en la sinopsis sobre el film- si cuento que él no se presenta y que en el encuentro posterior -ella lo busca, claro está- negará conocerla.

Tras un desmayo más que justificado, la enamorada decidirá quedarse en Budapest y trabajar en el mismo hospital donde ejerce él. Su currículum se lo permite (me refiero al hecho de ser contratada ipso facto).

A partir de este prometedor momento se inicia el intríngulis de la película: ¿lo que nos ha contado la mujer es realidad o fantasía? ¿Es un hecho incontrastable y él es un cabronazo, o ella transita por terrenos a los que la psiquiatría pondría un nombre? ¿Él es una construcción del imaginario de una mujer que ha inventado a su enamorado?

La respuesta..., viendo el film.

Pero estamos ante una obra de arte: lo que nos inquieta viéndola es esa suspensión del juicio (como decía antes), que la cineasta propone a los espectadores. Realmente, todos los hechos circunstanciales que junta al directora en la trama de la película nos hacen vacilar entre una interpretación u otra.

Es el mérito de este film. Para conseguirlo cuenta con un guion sutil, medido, atento al detalle y a los tiempos narrativos. Con una actriz que emana fragilidad (como todo enamorado no correspondido) y tenacidad: como todo quien quiere cumplir su deseo.

(El hecho de que sea una enamorada valiente, y no un enamorado, introduce un motivo de reflexión que dejo para otro momento o para voces más autorizadas).

La fotografía y la música son fundamentales para crear esa sensación de que la enamorada se mueve entre la realidad y la imaginación. Fotografía de celuloide (parece ser), de tonos fríos, salvo cuando la cámara se acerca a la actriz: Natasa Stork, espléndida en su papel. Un amor.

La música merece también su pequeño apartado: me parece exquisita. Y no soy melómano.

A mí me ha gustado. Bastante.

El título y la premisa del largometraje son prometedores, pero, lamentablemente, ambos son el punto más álgido al que llega la película. A partir de una introducción bien planteada, la narrativa empieza a desviarse hasta un desenlace tan simple que hace que el conflicto inicial no tenga sentido ni para la trama ni para los personajes.

El misterio (de tintes románticos) que se da entre la pareja se desarrolla muy lentamente; tanto que, aunque el metraje no es excesivo, la cinta se hace larga. A su favor, debe decirse que la directora trata los hechos con sutileza de manera que, durante todo el film, consigue confundir al espectador, quien no sabe si lo que está presenciando es real o fruto de la imaginación de la protagonista.

Natasa Stork realiza un gran trabajo, con una actuación expresiva y contenida a la vez. No obstante, la propuesta no cuenta con más rasgos atractivos. Ni siquiera la música –cuidadosamente seleccionada– o la composición fotográfica –oscura y con colores fríos– logran hacer despegar un argumento poco elaborado. Al final, probablemente sea más cautivadora la idea de lo que pudo ser, y no fue.

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Con un título tan largo pedir las entradas al taquillero ha sido un poco tenso…en la sala éramos sólo dos espectadores así que el drama no se le ha repetido. Es raro que películas de cinematografías pequeñas entren en el mercado comercial si no van arropadas, como en éste caso, por premios en festivales…y es más complicado aún que los distribuidores puedan recuperar mínimamente la inversión porqué los cines se cierran a su proyección.
La película que comento hoy, es uno de éstos títulos que pasan por festivales dejando un buen sabor y que tienen ese encanto de lo que se ha hecho con esfuerzo, sacrificio y mucho amor. Una historia de amor clásico pero con características propias de sus costumbres y tradiciones. Bien narrada y con buenas interpretaciones que te llegan al corazón pero con ese ritmo que cuesta asumí al público general que se cierra en banda al cine de autor.
Una historia simple de gran calidad.

La directora y guionista Lili Horvát nos presenta su segundo largometraje, cuyo objetivo principal es mostrarnos el importante papel que juega la imaginación cuando estamos enamorados. La película nos llega casi un año después de que fuera presentada en el Festival de cine de Valladolid ( Seminci) donde obtuvo el premio a la mejor actriz, Mejor dirección novel y la Espiga de Oro.

Nos cuenta la historia de Marta, una prestigiosa neurocirujana húngara que trabaja en un hospital en Estados Unidos, Cuando se enamora de János, un médico residente en Budapest, durante un congreso en Nueva Jersey, decide dejarlo todo para empezar una nueva vida con él. Marta nunca había sentido nada igual y decide volver a quedar con János en el Liberty Bridge de la capital húngara. Pero él no aparece a la cita y ella va a buscarlo al hospital en el que trabaja y, tras encontrarse, él niega conocerla. Es entonces cuando ella se derrumba totalmente.

Ese punto de la película es fundamental, porque la directora empieza a jugar con el espectador y te hace dudar de quién de los dos está mintiendo. Aunque Marta está totalmente disgustada, decide quedarse, dejando atrás todo por lo que había luchado en los últimos años, tanto su carrera como su prestigio.

La cinta pretende reflejar en todo momento que la imaginación se convierte en un elemento fundamental del proceso de enamoramiento, es decir las emociones, los sentimientos, los deseos y las expectativas que cada uno se pone. La película va transcurriendo siempre en el límite entre la realidad y la imaginación.

No es una película nada complaciente, en muchos momentos parece no tener sentido lo que estás viendo, pero el resultado final te dejará muy satisfecho, por lo menos yo lo disfrute. El aspecto visual y la fotografía son estupendas y que decir de la estupenda interpretación de la debutante Natasa Stork, se come la pantalla literalmente.

En muchos aspectos ha sido comparada con Diario íntimo de Adela H. de François Truffaut, no creo que llegue a su nivel, pero aun así me pareció una película más que interesante. No era la favorita para llevarse la espiga, pero era una posible candidata. Recomendable siempre que no te guste el cine donde te lo dan todo masticado.

Lo mejor: La interpretación de Natasa Stork y la parte visual
Lo peor: Cuesta un poco entrar en ella.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

La directora y guionista Lili Horvat nos engatusa con un planteamiento de apariencia sutil e interesante, sustentado en un misterio no policiaco que hace mantener el interés durante casi todo el metraje: ¿a la protagonista le patinan las neuronas y está empezando a ver novios donde no los hay, o ha entrado en una dimensión irreal en la que lo que pasa no pasa o pasa solo según y cómo, o sencillamente alguien está haciendo teatro a su alrededor y tomándole el pelo? Pero el desarrollo de esta idea inicial y el desenlace no solo decepcionan sino que banalizan y hasta ridiculizan ese planteamiento y la película en su conjunto. En definitiva, la obra no es más que una caja muy bien envuelta pero decepcionantemente vacía, una cara seria que acaba quebrándose en una mueca de mal payaso.