The Doll Master

Un miedo tan primigenio y prelógico como el que sentimos hacia los muñecos clamaba, a la fuerza, una apta representación en el cine de terror. Extraña, desde luego, la languidez de este subgénero, que si bien es explotado de soslayo por ciertas franquicias (Poltergeist, 1982) y directamente por otras (El muñeco diabólico, 1988), nunca llegó a caracterizar la esencia de lo terrorífico como en el film que nos ocupa.
Obviamente la idea de Tom Holland distaba mucho de lo que nos muestra Jeong Yong-Gi con su Doll Master. La posesión de un muñeco feo, de pelo alborotado y que para colmo amenaza con navajas o tijeras, es mucho menos explícita que la de una muñequita de porcelana impoluta, de rostro melancólico y vestuario hecho a medida. Ahí está el juego, ahí se explota la premisa, el pavor hacia los ojos vacíos por los que nos miran los muñecos que hemos tenido de pequeños.
No es casualidad que esta narración nos la traiga un oriental, máxime con la poderosa impronta animista y shintoista que aún impregna aquellos lares. Así, la excusa de que todo objeto inerte puede llegar a tener alma si se cree desmedidamente en ello es el "leitmotiv" principal de una narración básica y lineal, pero, que a su vez, regala imágenes poderosísimas que seguramente queden en la retina de los aficionados a las pelis de miedo.
Es cierto que la forma de actuación oriental, un tanto forzada para el ojo europeo, puede resultar contradictoria para los que no están acostumbrados al cine asiático, pero aquí podemos observar algunas escenas apasionadamente interpretadas. Prestad atención pues a la misteriosa artesana de muñecas en silla de ruedas y a la encantadora y bella Mina. Bravo por ellas.
El hilo argumental se va desarrollando ágilmente y no da lugar al estancamiento, aunque es cierto que algún despistado se podrá desorientar en ciertos momentos de la trama por la aparición de algunos personajes a priori descontextualizados.
Mención aparte merecen las bellas composiciones estéticas, la fotografía y los acertados encuadres y picados que deja ver la cinta, algo que por otra parte no es nuevo en el cine coreano o japonés.
Por todo ello y más no entiendo la baja nota que tiene "The Doll Master" una cinta que sin más pretensión que entretener, ofrece además, algunas escenas muy válidas y como decía, fotogramas preciosos. Por cierto, mucho más de lo que nos muestra el insípido y reiterativo cine americano.
Entonces qué...¿te atreves a jugar con ellas?

¿Quién no ha sentido alguna vez cierto repelús por las muñecas?. No me refiero a las Barbies, sino a esas muñecas de porcelana, de cara pálida y grandes ojos, cuya mirada vacía, sin parpadeo, parece traspasar el alma del que mira. Pues si alguna vez has sentido algo parecido a eso, quizás fijes la atención en esta película surcoreana. Y es que desde siempre, muchos directores de cine de terror, se han sentido impulsados a rodar historias de este tipo. Muñecas de porcelana o muñecos de ventriloquia son los elegidos para este tipo de historias truculentas.

"The Doll Master" es una historia de terror de ese estilo, pero con un toque diferente al que nos tienen acostumbrados en Hollywood, alejado de muñecos diabólicos al estilo de Chucky, para mostrarnos un terror mas psicológico. Sin embargo, la trama flojea, a causa de la gran cantidad de historias que rodean a todos los personajes que conviven en la casa de muñecas, haciendo que su trama argumental sea confusa, para precipitarse hacia un final forzado, que deja al espectador con una sensación de poder haber visto una película mejor.

Puede que la película se base en que los muñecos tienen alma, pero desde luego esta película no la tiene. Estamos ante un ejemplo de una idea que da miedo pero que vista en pantalla (y más de esta manera pierde mucho), el pensar que los muñecos tienen vida propia (pero no a lo Toy Story) y tu vida corre peligro si los tratas mal o te olvidas de ellos.

Encontré la película buscando recomendaciones de cine de terror asiático. Quedé eclipsado por La Maldición, así como su secuela, asi que de alguna manera tengo una cierta obsesión con encontrar alguna película más que me de el mismo miedo, pero por desgracia eso no se ha vuelto a producir (y van ya demasiados intentos). Para colmo, muchas veces, en mi búsqueda sin final, he encontrado por lo menos buenas películas, que si bien no daban miedo al menos tenían un componente interesante en la historia, pero no es el caso de esta aburrida producción coreana que está entre el Dolls de Stuart Gordon y el Silencio desde el Mal de James Wan (buena película esa), todo ello en un marco que recuerda a House on Haunted Hill.

La historia es tan simple como la intentan liar, y realmente lo consigues, porque no acabas entendiendo nada. Esta vez no es porque los asiáticos tienen esa particular manera de entender el cine, es más bien porque no hay interés alguno en saber lo que ocurre. Una película ridícula para un reparto ridículo, llena de giros que se esperan tanto como los momentos en los que los inertes muñecos empiezan a moverse.

...o lo lamentarás.

Película de temática ¨invitados en casa extraña¨ y ¨terror de muñecos¨. Su historia es un tanto rebuscada y consta de alguna que otra inconsistencia argumental, pero tiene elementos que lo compensan como los misterios que plantea a lo largo de la cinta, resueltos casi al final de forma un poco atropellada pero aceptable, o las muñecas, de esas de porcelana con ojos grandes y mirada vacía, impolutas y bien vestidas, que parecen tener vida.

La trama trata sobre la fuerza que los sentimientos pueden tener, así como las consecuencias de nuestro trato hacia los demás, aunque representados estos temas en forma de historia de terror fantástica. Amor, odio, indiferencia... provocan venganza, tristeza, pesar, vida y muerte. Las interpretaciones correctas sin más, buena fotografía y planos. No es una película que destaque, y al argumento de muñecos que adquieren alma y buscan venganza puede resultar ridículo, pero entretiene lo que dura y tiene alguna escena buena.

Se puede ver.

Como casi siempre, estos asiáticos consiguen que hasta lo más estúpido del mundo consiga ser interesante.
En esta película las muñecas cobran "vida". ¿Hay algo más raro que esto? .... Si lo hay, ellos lo cogerán como tema de una nueva peli.
Bueno, a mi me ha parecido entretenida porque meten otras historias de por medio (pasado de algún personaje etc) que tiene que ver con el presente y que te hace pensar para poder descubrir lo que ocurre. Puede que el tema no llame la atención (¿o puede que si?), pero eso no quiere decir que la película sea una mierda. Ya sabemos que hay quienes escogen temas bastante buenos y que no saben hacer nada con ellos. Sin embargo, aquí nuestros asiáticos son capaces de hacer buenas y entretenidas películas con cualquier cosa.
Eso sí: no volverás a querer tener una muñeca en tu vida xD