Elsa & Fred

Unos de primeros trabajos que llevo a su director a una nube en la que no tardaron de bajarle y es que repetir éxito es bastante complicado, si uno se deja llevar más por las corrientes actuales que por lo que uno vale.

Elsa y Fred es un claro ejemplo de película sin ambiciones pero que se hace grande a medida que pasan los años. Y quien le iba a decir a ella que incluso tendría un remake.

Una simpleza absoluta, la película en su arranque ya nos llama la atención por su desparpajo y su buena idea. Una historia que rememora el pasado a golpe de risotada, ser ríe del presente y despoja al futuro de toda credibilidad.

Una trama que nos embarca en la vida de un par de "abueletes" pero con mucha marcha, los cuales nos harán pasar un buen rato, ya que ese toque humor a manos de China Zorrilla le da una vitalidad y fuerza a la pelíucla de una forma asombrosa. Su desarrollo algo estático nos puede dejar en algunos momentos desubicados con la sensación de pobreza argumental, ya que tiene algunos huecos en su guión que la pueden hacer perder algo de fuelle.

El enfoque que le da Marcos a la vida de estas personas y la forma en la que trata ciertos temas le dan un toque tan sutil como grandioso, ya que refleja ciertos temas de una forma tan clara y respetuosa que cualquiera puede ver reflejado en ella algunas asuntos que hoy día siguen de actualidad.

Ya hemos alabado el gran trabajo de China, pero junto a ella tenemos a Manuel Alexandre, el cual se enfrenta tanto a la dichosa vecina y a su hija de una forma tremenda, ( como curiosidad hay que decir que ambos actores fallecieron a la misma edad 92 años ). Blanca Portillo no llega a estar en el papel de secundaria al que nos tiene acostumbrados.

Con todo esto podemos decir que la película rebosa sentimentalismo por sus costados, muy recomendada para los que quieran disfrutar de un momento bonito con toques de humor como los que no hay en la actualidad.

Lo mejor: La química entre sus protagonistas
Lo peor: Le sobran algunas tramas
Recomendada. SI

@cineypunto

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Elsa es una mujer de ochenta y dos años, alegre y despreocupada, que vive la vida con una actitud vital y una imaginación desbordante. Alfredo, un señor algo más joven que ella, ha llevado una vida convencional; es una persona seria y responsable, que acaba de quedar viudo. Elsa desea apurar la vida como si sólo dispusiera de una noche loca, vital, cara dura, fabuladora, incontenible; Alfredo, formal, apocado y amable. Y los dos polos opuestos se tocan el corazón con sólo una mirada y unas palabras casuales.

Comedia romántica con la vejez como protagonista, película argentina muy bien dirigida por Marcos Carnevale, con un guión del propio Carnevale junto a Lily Ann Martin y Marcela Guerty; guión bien trabado, dinámico y jovial. La música de Lito Vitale acompaña muy bien las aventuras y desventuras de Elsa y Fred, así como luce una gran fotografía de Juan Carlos Gómez.

En el reparto hay dos grandes estrellas del cine y el teatro. De la parte uruguaya China Zorrilla está arrolladora, exultante y expresiva en su papel de Elsa. Le acompaña diez puntos con Matrícula de Honor un Manuel Alexandre, actor curtido en mil batallas, por lo general de gran secundario de nuestro cine, que aquí, como actor principal hace un trabajo superlativo en el que borda el rol de un Fred nostálgico que se encuentra de sopetón con una bocanada de aire fresco en su vida, o sea, con Elsa.

Elsa y Fred es una película que pudiera parecer socarrona, e incluso podría sonar algo artificial, pero la gran labor de sus protagonistas logran elevarla hasta al nivel de un film respetable y acertado en muchos aspectos de interés.

Aborda las diferencias de enfoque ante el tiempo tercero, ante la vejez, y cómo siempre es posible modificar el rumbo y disfrutar de la vida y vivirla plenamente con independencia de la edad o de ciertas circunstancias tristes que acontecen en este tiempo.

Esta película nos atrapa casi desde el comienzo. Su vis humorística y el drama que también lo hay, son entremezclados artesanalmente por el director y los protagonistas, concluyendo en una obra que se valora y se aprecia, y de la que se puede aprender mucho. Sobre todo, en lo que toca a la ilusión y la capacidad de tener proyectos en la vida incluso más allá de los ochenta años. Vivir intensamente esa época de nuestra existencia es uno de los pensamientos que nos deja Elsa, mientras que Fred nos enseña la opción a encontrar segundas oportunidades. Y es que la vejez es mucho más que esas imágenes deprimentes o vivencias de soledad o enfermedad que tanto se transmiten y que muchas veces no son más que estereotipos anti-mayor (viejismo). En nuestra época, cuando las condiciones de vida tanto han mejorado y la expectativa de una vida sana ha aumentado considerablemente, la vejez, el “tercer acto” es una época en que se pueden cumplir muchas ilusiones y expectativas, incluido el amor, pero también crear, viajar, bailar, reír, etc.

En resolución, estamos ante una película eminentemente de actores, película que trata el tema de la vejez, también una historia de amor con buenas dosis de intimismo y un poco de comedia de enredos donde la felicidad que llega sin fecha de caducidad, porque no conoce edades. Pero tiene también su carga de profundidad. Elsa y Fred, supone una escala agradable para quien la ve, pero el viaje sigue, y falta mucho para llegar a quién sabe qué destino, pues la vida es como un juego, hay que jugarla hasta el final. Y brindar hasta el final por ella.

Elsa & Fred se sustenta sobre todo en la maravillosa química y extraordinario talento de China Zorrilla y Manuel Alexandre, eso está claro. Son los dos maravillosos y las mejores escenas dela película son desde luego las que los tienen a ambos en pantalla juntos.
Sin embargo, aunque Elsa & Fred no sea nada del otro mundo como guion o historia, resulta de lo más simpática, bonita, entrañable y divertida, especialmente por las ocurrencias de Elsa o la malencarada vecina a a quien da vida una sensacional Blanca Portillo. No se trata de que sea una obra maestra, porque no lo es, sino de lo que sí es: una historia preciosa de una amistad y un amor en la recta final de la vida entre dos personas con muchas ganas de exprimir al máximo su tiempo y cumplir sus sueños. Y no está nada mal eso de recrear la mítica escena de la Fontana di Trevi de La dolce vita.

Lo mejor: Su carácter, amable y vitalista, y su pareja protagonista.
Lo peor: Nada. Es lo que es.

Había escuchado de esta película "Elsa y Fred" que me dijeron que es muy buena y no la ví.
Así que al ver películas de Marcos Carnevale como "Corazón Loco", "El Futbol o Yo", "Corazón De León" y la más reciente "Granizo" decidí ver "Elsa y Fred" y no pensaba que fuera tan buena.
A mí me encantó. Es muy entretenida, por momentos divertida, romántica, te hace reír, te hace llorar, te conmueve, las actuaciones de China Zorrilla y Manuel Alexandre de las mejores. Roberto Carnaghi y el recordado Federico Luppi geniales.
Es una obra maestra de Marcos Carnevale para el recuerdo.
La verdad es muy disfrutable y la vería de nuevo no veo porqué no.

Pulgar arriba.

Una película muy valorada por el público y por la crítica, pero que a mi no me ha terminado de convencer, bien es cierto que cuento con dos veteranos de la interpretación, que están bien porque los miras con cariño, pero tampoco es que sea para tanto, desde mi punto de vista. Alexandre por momentos flojea en la interpretación, mientras que China está esplendida en todo momento, otra que llena la pantalla cada vez que aparee es la excepcional Blanca Portillo, ya apuntaba maneras. La historia se ve con dulzura, ya que no ahonda en la soledad de nuestros mayores, con lo cual evita la palabrería barata, centrándose en una historia de amor entre dos abuelos.