María, llena eres de gracia

La vida está colmada de signos comportamentales que, si supiéramos leerlos, nos permitirían determinar muchas cosas acerca de nosotros mismos y de los demás. En la rueda de la fortuna, pareciéramos estar marcados por extraños designios que obedecen a los requerimientos que, en cada nuevo proceso existencial, tendremos que vencer.

El director Joshua Marlston parece saber algo de esto porque, desde los inicios de su película, nos muestra a María Alvarez junto a su novio, en una escena donde, por pura tentación, la chica se arriesga a trepar por la pared externa de un edificio en construcción, mientras su amigo desiste al notar que no es una tarea fácil. Queda así plasmado que a María le gustan los retos. Por eso abandona sin mayores reflexiones el empleo en la exportadora de flores, y por la misma actitud, sabemos cual será su respuesta cuando Frankie le propone que trabaje como mula.

Marlston logra una contundente recreación del difícil y riesgoso proceso por el que pasan las personas que se prestan para llevar a cabo tan temeraria tarea. Y, en aras de la objetividad muestra los logros que, superados los obstáculos, a veces se tienen, pero también la manera deplorable como, con frecuencia, se cierran los procesos.

María, gratamente interpretada por la compatriota Catalina Sandino, consigue conmovernos y llevarnos de la mano en su disposición a superar cualquier escollo. Se nota que tiene alas, fuerte carácter y clara decisión, y que está dispuesta a hacer lo que la vida le exija para poder volar. La acompaña la lealtad y, perdonado su paso en falso, un definido sentido de justicia. Con tales herramientas, es muy probable que la espere un promisorio destino.

Muy grato escuchar en el filme a chicas que hablan con un acento bastante neutro, harto escaso en el cine colombiano. Las figuras encajan perfectamente con el tipo adecuado y son muy atinados, en su totalidad, estos caracteres femeninos por su claro contraste y particulares actitudes con las que se exaltan los matices que caracterizan a las féminas fuertes.

Necesaria lección para dejar plasmado un camino que ha llevado a cientos de personas a purgar largas y penosas condenas… y a muchas otras a la tumba. Y que, de paso, deja en ruinas la conciencia de los gestores, a los que el destino va contemplando con logros muy efímeros, hasta mostrarles luego que, lo único que les pertenece, son las consecuencias indefectibles de sus actos.

Hay filmes que, independientemente de su calidad, trascienden su carácter puramente cinematográfico para pasar a convertirse en "algo más".
En el caso que nos ocupa, en testimonio, crónica y retrato de una realidad cacareada y mil veces comentada (pero en el fondo completamente desconocida, cual es el mundo de la emigración), necesitada de que alguien competente, armado de una cámara y rodeado de talentos (en especial una protagonista en "estado de gracia", y nunca mejor dicho) la refleje con las dosis justas de sencillez, sinceridad, emoción e intensidad y provoque en el espectador el grado exacto de "catarsis" que le permita adentrase con insólita facilidad en el universo de lo narrado.
Ello gracias a la naturalidad de la puesta en escena, la fluidez del guión, la agilidad del montaje y la portentosa autenticidad de la interpretación de la protagonista, sin caer, por otra parte, en la tentación fácil de la sordidez o el tremendismo.
Casi dos horas apasionantes de relato cuasi-documental que se ven en un suspiro y que permiten augurar un brillante futuro a su director y guionista.

Por lo demás no mucho es una historia del problema del narcotráfico pero no ofreció nada nuevo, si digo que es interesante la película y conocer todos los sacrificios que tiene que hacer una mula para pasar droga, como informativo también valió la pena la película, pero no fue en ningún momento una gran producción y ni fue una película que me marcó ni me impactó, valdría mucho la pena ver cine colombiano que no trate más del narcotráfico ni de la violencia del país, porque Colombia ofrece muchas cosas más y mejores y además queremos que en el exterior no se nos juzgue a todos los colombianos por culpa de algunos.
Me pareció un gran acierto la música especialmente esa es la que se escucha en nuestro país en algunos sectores.

Poco tengo que decir de esta película. Solo que está bien contada, que la interpretación de la protagonista es estupenda, y que el tema tratado es duro y muy periodístico. La verdad es que a pesar de que me iría muy bien a nivel económico, yo sería incapaz de pasar droga dentro de mi cuerpo: me cagaría de miedo y los policías advertirían mis sudores y tembleques a dos leguas. Si no fuero por eso, quizá sí me lo plantearía. Aunque desafíar al mayor narcotraficante de todos, que son los estados (pues regulan el consumo de drogas legales, de las cuales extraen beneficios de miles de millones y encima tienen la cara dura de avisarte: "cuidadín, que eso mata"), es muy peligroso.

Hay dos temáticas que intento evitar: el holocausto naci y las mulas, de la primera ya vi varias películas, series o leí libros, de la segunda no. Por ello me armé de valor y compre este DVD.

Se habla mucho de la pobreza en Colombia y de lo que deriva, no se si lo que expone esta película sea cierto pero es muy creíble, yo al menos me lo creo.

Si bien la primera parte se me hizo un poco lenta, quizás por su excesiva contidianidad, la segunda mitad de la película se me fue en un vuelo, me pareció muy rica en datos y me impliqué con los personajes y las situaciones.

Catalina Sandino no me pareció muy expresiva en su actuación pero logró transmitirme la fuerza del caracter de su personaje, que una vez que decidió su viaje estuvo expuesta "a la buena de Dios" superando varias pruebas.

Colombia, supongo que este es uno de tus rasgos, quiero ver tus otras caras aunque sea de lejos.