El príncipe de las mareas

....por eso lo hicieron pecado", yo creo que a partir de ahí la película empezó a perder un poco de originalidad.

Al verla por segunda vez no tuve la tensión que hace años, pero he de reconocer que la primera vez que la vi me impresionó.

Barbra Streisand lo hace bastante bien cuando es directora y a la vez protagonista, pero sus películas tienen un punto romático con cierto toque de fracaso al final que quizás podría obviar. Me preguto qué tal lo haría si solo fuera directora, me gustaría verlo.

No noté a Nick Nolte bien en todas las facetas de su personaje, y era un personaje bastante complicado (más spoiler).

Entretenida

Son muchos los elogios que podría hacer de esta película, aunque la mayoría ya están dichos desde éste mismo medio, pero destacaría la música orquestal, la llamada banda sonora compuesta por James Newton Howard en estado de gracia. La situaría entre las mejores de la historia del cine, pues aparte de su belleza en sí misma, cuando se acompaña de las imagenes de esta película se realza muchísimo, al igual que la música engrandece las imagenes de algunas escenas memorables. Es una composición que merece escucharse por sí sola, y que personalmente utilicé como fondo musical en algunas grabaciones particulares en video de paisajes naturales de gran belleza, lo cual resulta muy emocionante.
La interpretación de Nick Nolte es buena en general, aunque a mi juicio en algunas secuencias su actuación resulta algo exagerada en la versión española, siendo más natural en la versión original con su propia voz.
El fondo moral y romántico de la película llega a emocionar con intensidad, dejando una impresión de cine de calidad y de una humanidad considerable.
Barbra Streisand cumple adecuadamente en su línea como actriz y directora, y tal vez una mejor elaboración del guión hubiera dado como resultado una película más creible, más natural en un argumento tan profundo, dramático y entrañable como el de esta película.

José Antonio ZG

La película mucho más allá del drama romántico, refleja lo turbulento que puede ser a veces el amor, las relaciones humanas, y la familia, pero lejos de instalarse en el drama sensiblero y complaciente, retrata con bastante realismo y buen pulso, la vida de dos personas que se redimen mutuamente a través de las vivencias de su pasado. Tiene alguna escena dura, pero no son gratuitas ni sirven de excusa para contar la historia de dos personas atrapadas por el presente y el pasado. Drama de gran nivel, con un Nolte inmenso, que mereció el Óscar, una BSO (de la que nadie se acuerda, pero que es de lo mejor de los 90) de bastante nivel, y un reparto impecable (todos están estupendos, por que son grandes actores, pero la interpretación aunque breve, de Melinda Dillon, la hermana de Nolte en la peli, es excelente) . Streisand demuestra que tiene un talento superior no sólo para la interpretación, musical o actoral, también para la Dirección. Película injustamente olvidada e infravalorada, pero que rezuma talento en todos sus aspectos. De los mejores dramas americanos de la historia reciente del cine americano, injustamente olvidada por que toca temas que probablemente no gusten al gran público, pero de indudable profundidad.

Ver nuevamente a Barbra Streisand detrás de la cámara es una delicia. Se prodiga poco, pero gracias a Dios nos deja unas auténticas joyas para nuestras retinas.

El príncipe de las mareas es una historia sorprendente desde el mismo principio, aunque parezca un poco ridículo, cuando se mezcla el tema del suicidio, con un personaje burlesco como el de Tom, interpretado magistralmente por Nick Nolte. Al principio reconozco que me perdí con su comportamiento, pero a medida que avanza la trama, y cada pieza va encajando en su debido lugar, lo entenderemos todo a su debido tiempo. Parece contradictorio que de unos temas tan dramáticos como un suicidio, una familia desequilibrada y una psiquiatra, nos pueda envolver de tal forma que no podremos retirar la vista hasta su final.

El drama de una familia que creció bajo la violencia y el desamor de un padre muy déspota y una madre obsesiva. Tres hermanos, un solo círculo, no hay huecos para nadie más y esto es lo que los ayudará a sobrevivir tremenda locura. La directora tiene un don para tratar personajes interesantes y a priori algo desconcertantes. Tom está en un momento de su vida que no sabe ni quién es, ni que quiere y ese estado lo contagia a su mujer que busca en otro hombre lo que le falta en su hogar. Si a estos sumamos, un nuevo intento de suicidio de su hermana gemela, su vida es un auténtico caos. Podremos comprobar como ese comportamiento de ser humorístico, responde a un suceso oculto por la familia hace muchos años. Un hecho jamás contando hasta este momento. Lo que al principio eran unas sesiones con una psiquiatra para informarla sobre la vida de su hermana, se convierte en la solución a esas respuestas no contestadas en su vida y recupera el equilibrio que tanto añoró durante años.

El argumento os podrá sonar un poco soso, pero no os dejéis engañar, es una obra maestra del drama. Aunque como todas aquellas historias de la Streisand, tendremos, drama, melancolía, humor, momentos de mucha sensibilidad y como no, la parte romántica. Que a diferencia de otras películas en las cuales se meten con calzador, aquí es algo fundamental para entender el desenlace final. Las actuaciones están soberbias, los diálogos son una maravilla, en especial los que emplea de forma acelerada el personaje de Nolte. Me gustó muchas cosas de su personaje, su fuerza, su comicidad, su saber estar en situaciones difíciles y como se gana el cariño y el respeto del hijo de la psiquiatra.

Magnífica película, que pena que haya tardado 22 años en verla.

Un hombre atormentado por una infancia desgraciada y violenta se pondrá en manos de una psiquiatra judía, a fin de solucionar los aún mayores problemas psicológicos de su hermana. Ambos vivirán un romance. Segunda película de Barbra Streisand, un melodrama de buena factura, que se ve con agrado y entretiene, dónde la Streisand propone cuando menos una aseada realización, pese a que no es más que el típico melodrama psicológico/comercial de Hollywood, de muy decepcionante y conservador final (la terapia del amor todo lo arregla), autocomplaciente. La película se beneficia del excelente ritmo interpretativo del gran Nick Nolte, lo que nunca la hacen aburrida.