Cleopatra

Es una película bien curiosa: no obtuvo muy buena crítica, y en cambio fue un éxito de taquilla (fue la de mayor recaudación de 1963 (5,7 millones de dólares), pero no fue considerada como una película exitosa, ya que necesitó un año entero para recuperar los 44 millones invertidos). Debido a su desusado coste, es la única película en la historia que ha sido la de mayor recaudación en su año de estreno y aun así ha sufrido problemas de recaudación.

La película estás todo el rato con la boca abierto, sólo y exclusivamente por los escenarios. Qué escenarios!! No extraña que sea una de las películas más cara (si no la más cara) de la historia del cine, creo que hubo mucho derroche, sólo tenéis que leer un poco la wikipedia, donde hay un montón de curiosidades de la producción, como tirar literalmente 5 millones de dólares, porque empezaron a rodar con unos actores que luego cambiaron.

Elizabeth está bien, no sobresaliente, si no justamente correcta. Lo que no me gustó fue como se contó la historia, no vi mucha atracción a la historia, si no como ya dije, a sus lujosos decorados. Y esta parte falla muchísimo. Más de 4 horas de película (originalmente eran 6) para contar esta historia que cuando acabé te quedas casi como al principio.

Así que, voy a valorar los escenarios (porque son altamente impresionantes) y alguna que otra interpretación. El resto pues ni fu ni fa.

Otras curiosidades interesantes:

- Con una suma aproximada de 195.000 dólares de la época, el presupuesto para vestuario de Liz Taylor era (y sigue siendo) uno de los mayores de toda la historia del cine. Liz luce 65 vestidos diferentes a lo largo del film. Uno de ellos, el que lleva puesto cuando hace su espectacular entrada en Roma, estaba hecho con hilo de oro de 24 kilates.
- Para solucionar los problemas con los italianos de "manos ligeras" que tenían hartas a las chicas de reparto (que incluso hicieron huelga), el estudio tuvo que contratar guardias jurados para protegerlas.
- Una vez en Roma (en los estudios Cinecittá, que fundó Mussolini), el rodaje se convirtió en una pesadilla: A los contínuos caprichos de la Taylor, que rodaba cuándo y cómo le apetecía, se unieron las escandalosas borracheras de Richard Burton, así como el turbulento romance que ambos protagonizaban fuera de las cámaras, que hacía que el set estuviera siempre lleno de periodistas husmeando por todas partes. Además, los italianos contratados como extras no paraban de crear problemas, molestando a las chicas del equipo (que se pusieron en huelga por ello) a la vez que robaban partes del atrezzo, el vestuario y el carísimo material técnico. Incluso los productores descubrieron, asombrados, que había equipos italianos usando los decorados para rodar sus propias películas "de romanos".
- Una vez iniciado el rodaje, los problemas se sucedieron. El equipo montó unos gigantescos decorados egipcios en los estudios Pinewood de Londres, pero no tuvieron en cuenta el insano clima inglés: el frío, la lluvia y la niebla hicieron estragos entre los miembros del equipo. Liz Taylor tuvo que ser ingresada en un hospital con un fuerte resfriado que se agravó derivando a una meningitis que casi le cuesta la vida.

Posiblemente la película más azarosa de la Historia del Cine que estuvo a punto de suponer la quiebra para la Fox, quién realizó sucesivos montajes de la misma hasta dejarla irreconocible para el propio Mankiewicz.
Un proyecto fastuoso y espectacular, que duró tres años, dónde el rodaje fue una auténtica odisea. Aún así, "Cleopatra" es una película globalmente satisfactoria, seguramente magnífica (aquí cada juicio es admisible dadas las extraordinarias circunstancias) y distinguida dentro del "cine de romanos" por conciliar a la vez tres aspectos: el puro y colosal espectáculo épico de superproducción; el tremendo espectáculo intimista de unos personajes shakesperianos; el espectáculo de análisis psicológico/humanista de la época de los opulentos Imperio Romano y egipcio. Son tres espectáculos distintos pero muy bien ensamblados en el guión de Mankiewicz, apoyado una vez más en su portentosa capacidad para el diálogo.
"Cleopatra" es una exposición de las grandes pasiones humanas: el amor, el deseo, la venganza, la lujuria, el poder, la vida y la muerte.
La historia es fascinante y el elenco de actores excelente, destacando una Taylor en plan diva, en una de sus escasas excelentes interpretaciones (es una actriz generalmente insoportable y sobrevalorada) en un papel que le iba medido, y también un gran Rex Harrison, en un reparto inacabable y espléndido.
Tiene cosas de obra maestra frustrada, particularmente la fuerza de ciertas secuencias dialogadas, y es todo un prototipo de película de productor.

Gran superproducción sobre la vida de Cleopatra (interpretada por una inconmensurable Elizabeth Taylor) y, en especial, la relación con los dos hombres de su vida: Julio Cesar (Rex Harrison) y Marco Antonio (Richard Burton). Siendo una película con una gran recaudación, en cierta medida fué un fracaso pues debido a su gran coste de realización, los gastos fueron máyores que las ganancias. Sin embargo, el coste no fue el único contratiempo: meteorología inestable, cambios en la dirección, problemas de salud de Taylor, etc. lo que hizó que el rodaje se suspendiera y reiniciase más de una vez.

Según parece, la cinta más cara de la historia del cine, si tenemos en cuenta la inflación. 44 millones de dólares de 1963 que en 2010 sumarían 320. Y añadiría yo que... la más larga. No, no llega pero casi. Si quitamos rarezas, experimentales o desconocidas de países no muy punteros en este arte, sólo recuerdo más extensa aquella de "Novecento" (1976), de Bertolucci. En todo caso, los 243 minutos, uno más que "Hamlet" (1996), cinco más que "Lo que el viento se llevó" (1938) o veintiuno por encima de "Lawrence de Arabia" (1962), no son inconveniente de por sí, de hecho estas tres son buenas, pero en este caso sí le acaba pesando su largura Y gracias, por que en el original llegaba a las seis horas.

De todos modos, "Cleopatra" no está mal aunque yo hubiera prescindido o reducido al mínimo la trama con Julio César (Rex Harrison). De este modo le hubiera quedado un trabajo más conciso, más intenso y más romántico, que es lo que al final aspira. Mientras tanto tenemos un acercamiento histórico aunque con alguna pequeña licencia a los últimos años de la república romana, con la famosa reina egipcia como protagonista. Llama la atención, además del trío protagonista, en especial Elizabeth Taylor, el lujoso vestuario y la fastuosa ambientación. No encandila pero sí es vistosa dentro de su estilo clásico, teatral y bien dialogado. Yo en cambio, me quedo con el bailecito este de las ninfas y los sátiros.

Antes de ser definitivamente anexionado para Roma bajo el gobierno de Augusto, el imperio egipcio vivió un último intento de recuperar la grandeza de la dinastía de los Ptolomeos, bajo el reinado de Cleopatra, faraón de Egipto y reina de Alejandría, amante de Julio César, madre de Cesarión y, tras la conjura de los idus de marzo y Filipos, consorte con Marco Antonio.

Mankiewicz, uno de esos nombres que en Hollywood deberían pronunciarse encendiendo una vela de agradecimiento, dirigió esta súper-producción, una de las últimas, ese exponente de un cine que hoy sería inconcebible, con larga duración, grandes estrellas (Richard Burton y Elizabeth Taylor se parecen muy poco al Marco Antonio y la Nueva Isis del pasado, pero muy poco importó eso en taquilla) y muchos problemas con la productora.

Mankiewicz se sirve de su talento para narrar esta gran epopeya, dejándose llevar por el romanticismo antes que por el rigor histórico, buscando el cine por el cine, siriviéndose de la hermosa mirada de Taylor y el talento shakespiriano de actores como Rex Harrison, eficiente y convincente César.

Revalorizada con el tiempo casi a la altura de clásico, estamos ante un ejercicio de pompa y boato que narra las aventuras y desventuras de una de las parejas más famosas de toda la Historia, marcando un hito en este tipo de empresas para el séptimo arte.