Lucy

Lucy es una película de ciencia ficción en la que la estupidez y la brillantez luchan de forma constante por adueñarse de cada momento.

Luc Besson escribe y dirige Lucy. Besson propone algo interesante, pero poco a poco va viendo cómo la idea supera a la película y la hecatombe final es de padre y muy señor mío. Decepciona bastante ver cómo el guion de Besson intenta poner los puntos sobre las íes contantemente sin acertar en casi ningún momento, dejando la lectura de la película como algo bastante complicado más por su mala caligrafía que por su mensaje, que está bastante lejos de ser lo revelador o inquietante que intenta resultar. Ya a nivel de dirección, Besson es un tipo fiable, potente visualmente y con recursos para llenar cada centímetro de la pantalla con algo destacable. Eso hace que Lucy sea una película entretenida, aunque para ello quede sacrificado el sentido común; el entretenimiento de Lucy es casi tan básico como el de unos dibujos animados para un niño de dos años, por aquello de entretener a la vista sin utilizar el cerebro, lo que no deja de resultar paradójico dentro del marco que presenta la película.

Scarlett Johansson debería ser inmortal. Preciosa, con talento, con una voz que derrite y, además, capaz de hacer desde papeles dramáticos hasta superhéroes descafeinados. En Lucy, ella es la verdadera estrella. Morgan Freeman, ese hombre que está en tu armario, en la panadería, en el hipódromo y en la Casa Blanca al mismo tiempo, interpreta a ese secundario que tiene detalles sobre lo que está pasando. Sí, ese papel que lleva años interpretando, ese mismo. ¿El resultado? Bueno, como siempre. En segundo plano tenemos, como cabecilla de los supermalotes (que tienen menos carisma que una coliflor), encontramos a Choi Min-sik con un trabajo que es bastante válido pese a no aportar demasiado. Amr Waked, con un trabajo muy serio, cierra el reparto principal.

Resumiendo: Lucy es, posiblemente, la película más estúpida que he visto jamás. Sin embargo, no es la peor. Hay aspectos brillantes que logran, o casi, equilibrar la balanza para convertirla en un producto entretenido, lo que unido a su corto metraje hacen que la película sea de placentera digestión.

Luc Besson en su linea de crear personajes femeninos que llevan el peso de la película, vuelve a probar esta formula como en anteriores ocasiones. En esta, ni Scarlett Johansson consigue dar chispa a una película de drogas/ ciencia ficción que decae paso tras paso y que tiene un final digno de ser considera como uno de los mas estúpidos de la ciencia ficción

Dispar película de ciencia ficción que nos cuenta la historia de una mujer se transforma en un ser sobrehumano luego de que le explote un paquete de una nueva droga que tenía en el estómago. Hay muertes y villanos tan malos como estúpidos. No voy a contar el trasfondo de esa transformación y la conclusión de la misma pero también es como mínimo absurda y tonta. Solo cumplen Scarlett Johansson y Morgan Freeman. Desechable.

Veo "Lucy", la película franco-estadounidense de ciencia ficción, dirigida y escrita por Luc Besson quien da al film, una ambientación increíble dentro de los febriles universos a los que nos tiene acostumbrados. Así, con un perfecto ensamblaje de fotogramas (de animales, logros de la civilización y catástrofes naturales), una atrayente banda sonora, unos acelerados efectos visuales, una brillante fotografía de Tapei y París, unos magníficos efectos especiales (que hacen creíble el retroceso en el tiempo de la protagonista hasta el origen de la vida con el Big Bang), buenas persecuciones muy bien rodadas, una comprometida actuación de la protagonista y mucha acción, disfruto de un film (con bastantes defectos -eso si, pequeños- de scrip) acerca de lo que estamos dispuestos a hacer para aumentar nuestra capacidad cerebral. Armas, secundarios de lujo, carreras por París, amor, poesía y humor negro, hacen que le de un 5,2 a esta obra que no me ha parecido ni presuntuosa ni de baja calidad.

Una película de acción con desmesuradas escenas de combate y persecución y una trama de ciencia-ficción que no provoca mucho interés. Uno de esos films en los que debes entrar desde el principio para que te acabe gustando, especialmente complicado si no se es seguidor de de los "valores" de Scarlett Johansson.
Un film de pim-pam-pum y corre-que-te-pillo con Morgan Freeman haciendo de científico algo lelo que va comprendiendo los hechos a trompicones, entretenido a secas pero olvidable en suma.