Así somos (People Like Us)

Esta película, en su comienzo, parece muy interesante, ya que el planteamiento engancha al espectador desde el primer momento. Pero, poco a poco, sobretodo en el tramo final, el guión decae y entramos en el tramo sensiblero y de redención, cuando quizá se necesitaba un poquito más de mala leche.

El terreno interpretativo es el peor. Chris Pine me parece un actor bastante mediocre, y no me convence para nada la composición de personaje que realiza, al igual que su compañera de reparto Elizabeth Banks, que está demasiado sobreactuada, aunque tampoco es mucha culpa suya, porque su personaje está horriblemente escrito. Prefiero no seguir hablando del reparto, porque sino tendré que volver a llamar mujer florero a Olivia Wilde.

En resumen, la idea de la película era buena y, en un primer momento, atrae. Pero después cae en el peor de los convencionalismos, y el guión va por derroteros que no le vienen nada bien. Bastante irregular.

Mi nota: 6.15

Hasta donde yo sé las herencias son una jodienda de cuidado, a no ser que te llegue de repente, sin saber que tenías un tío rico que no conocías y te deja su mansión y unos cuantos millones, pero eso sería otra película.

En así somos la herencia se reparte entre 2 hermanos, primera jodienda, que no se conocen, segunda jodienda, jóvenes y atractivos, tercera jodienda, con circunstancias complicadas, cuarta jodienda, en una película inspirada en hechos reales, quinta jodienda, de domingo por la tarde, sexta jodienda.

Aún así entretiene.

Pequeña y bonita película la que nos trae el director Alex Kurtzman en su debut tras las cámaras basada en hechos reales. A mí me ha gustado mucho, se me ha hecho corta y amena y me he quedado con ganas de saear un poco más de las vidas de sus protagonistas.

Lo que Kurtzman nos cuenta aquí es cómo personas irresponsables traen al mundo hijos a los que luego no atienden como es debido, a los que no ven, con los que no ejercen como padres, padres que complican mucho la vida de las personas de su alrededor, y es que padre puede ser cualquiera, poner la semilla es muy fácil, lo realmente complicado viene después, el criarlos, educarlos, mantenerles y darles todo el carió del mundo como un hijo se merece cuando llega a la vida.

Aquí, el egoísmo y la falta de responsabilidad y cobardía de su padre la tienen que sufrir Chris Pine como Sam, en un trabajo en el que el joven se luce bastante bien. A este actor le descubrí en la última película de la saga de "Jack Ryan" y me llamó la atención. Más tarde le vería en "Comanchería" donde estaba simplemente genial y aquí me vuelve a demostrar que tiene talento.

Junto a él, sufren las consecuencias de las malas decisiones en la vida de su progenitor una bella Elizabeth Banks, que se come la pantalla cada vez que sale, que tiene una buena química con su compañero y que es de lo mejorcito de la película. Ella es madre soltera, ni siquiera sabe quién es le padre de su hijo, pero dice que éste le salvó la vida.

Ese niño en cuestión es el jovencito Michael Hall D´Addario, quién no está repelente lo cual se agradece siempre que hay niños en una película.

La bella en su madurez Michelle Pfeiffer es la madre de Sam, otra persona dentro del círculo de dolor que su marido ha provocado y que saca petróleo de su muy secundario papel.

La guapa Oliva Wilde no tiene mucha oportunidad de lucirse aquí, es la más desfavorecida del guión.

En fin, una buena película de las que te hacen pensar en su mensaje, de las que provocan debate sobre qué harías tu en una situación así.
Un saludo y ánimo, que ya nos queda menos para volver a nuestras vidas.
Tess.
"Creo que he esperado toda mi vida a que él volviera a mí. Te ha enviado a tí".

Como telefilme la película funciona perfectamente; un hombre en problemas encuentra a una mujer en problemas cuya existencia desconocía y a la que le une un lazo familiar. Durante dos horas nos hacen ver lo felices que son el uno con el otro mientras sus vidas, por otro lado, se están yendo a la basura sin saber cómo afrontan unos problemas que, a cualquiera de nosotros nos hubiesen provocado una crisis de ansiedad. Las interpretaciones, muy buenas, salvan una cinta que, para mí, no suspende porque es entretenida pero a la que le sobran clichés y le faltan riesgo dramático para alcanzar el notable.

Dice una vieja fórmula (que yo creo que es el resultado de una mala traducción o una interpretación errónea de algún pasaje) que si mi abuela tuviera ruedas sería una moto, un coche, un motocarro o una vespino. Hay diferentes versiones que difieren en el elemento motorizado, pero el significado es el mismo: las cosas hay que valorarlas por lo que son y no por lo que podrían ser o no ser. Si cogemos esta película, “Así somos”, y le quitamos sus protagonistas famosos, su fotografía evocadora, su sonido profesional y un guion trabajado para dotar de cierta profundidad a los típicos dramas familiares, quedaría un producto a medio camino entre el telefilm de los fines de semana de Antena 3 (las de los viudos y solterones que encuentran insospechados caminos al amor) y las teleseries romantico-familiares de Netflix (“Un lugar donde quedarse” o “Sweet Magnolias”).

Pero como las interpretaciones están a la altura de la reputación de su reparto, la factura es digna de sala de cine y la historia toca varios palos con soltura y elegancia, “Así somos” se deja ver sin problema ya sea en cine o en televisión. Conmueve sin lacrimosidad, emociona sin morbo y deja buenas vibraciones dentro de su temática. Pasable, sin más. Ni menos, ya quisieran muchas.