El atraco

El irregular director británico Peter Hewitt construye una película mediocre sobre la historia que acabo de contar grosso modo, con un guión de Michael LeSieur, al que le falta intriga, emoción y que resulta ser predecible y un poco ingenuo. La música de Rupert Gregson-Williams acompaña mal que bien y no está mal la fotografía de Ueli Steiger.

El reparto es a priori de lujo, un insigne "dream team" actoral, con un Morgan Freeman que pone la cara y poco más, lo cual que no es poco; Christopher Walken, un actor excelente desaprovechado para esta ocasión pero que a los efectos cumple sobradamente; y un William H. Macy que suele ofrecer más repertorio y vivacidad de lo que muestra en este film, lo cual que tampoco está nada mal.

Se trata de una comedia ligera, digestiva y también sin ambición. Los personajes son meros pobres guardas de un Museo, ni son glamurosos, ni son violentos o audaces, ni son tampoco muy inteligentes. Personas normales, cada uno con su historia personal y su vida singular, que no quieren que se lleven las obras de arte de las que están absolutamente hechizados. En este sentido, un punto interesante de la película es la descripción de la obsesión que sufren los guardas por sus respectivas piezas artísticas.

Hay algunas cosas que se salvan del film. Una es el tono amable y agradable del mismo. Otra, la experiencia de los protagonistas principales. En resumen, comedia apacible que para algunos espectadores puede resultar entretenida. Al estar los personajes ya al límite de la jubilación y viendo que les van a quitar sus obras de arte con las que no sólo se han deleitado toda la vida sino que las han hecho propias psicológicamente hablando, pues bien, debido a este entramado, la obra se teje sobre un leve fondo dramático. Además tiene algunos gags buenos y divertidos, y algunos diálogos que hacen más sonreír que reír. Por lo menos, esto hay que admitirlo, Hewitt es honrado y ni pretende hacer cine de autor, así como tampoco se ha propuesto realizar el film del siglo. Deja a los actores actuar, rueda y nos ofrece un plato ligero, con buena edición y bien acabado. Justo lo propio para una sobremesa.

Solo pasable esta comedia cuyo gancho son los tres magníficos actores que la interpretan como M. Freeman, Ch. Walken y W. Macy que les sobra para salir airosos dentro de un guion muy primitivo y por momentos difícil de creer. Cuenta la historia de tres guardias de seguridad de un museo que están realmente fascinados por 3 obras de arte distintas y que con motivo de que las piezas se van a trasladar a Dinamarca deciden robarlas. A partir de ahí es todo lo que ocurre con muy poca lógica y mucho de fantasía. Es para ver solo por los actores, seguramente este film no quedará en el recuerdo.

Tal vez sea una película de sobremesa, a ratos lo parece, pero desde luego las impresiones que me deja después de haberla visto son mejores de lo que esperaba y mejores de lo que nos ofrece una cinta de esas características. No soy muy dado a poner buenas notas a esta clase de cintas, pero no porque no quiera, sino porque pienso que realmente no se lo merecen.
En este caso que hoy nos ocupa nos encontramos con una película amena y entretenida a partes iguales pero que, sinceramente, es del montón y de usar y tirar. No sirve para verla una segunda vez como puede ocurrir con algún caso en concreto, pero que, para la primera vez, está bastante bien. Quisiera dejar claro sus limitaciones y sus características para que todo aquel que aun no la haya visto y piense hacerlo sepa un poco de antemano lo que se va a encontrar en ella.
La historia es fácil de seguir, plana y ya vista muchas veces con anterioridad e incluso, si me apuráis, ya os podréis hacer una idea bien detallada de la misma con leer su argumento. No sorprende y peca de ser previsible pero todo esto ya entraba en nuestras quinielas antes de ponernos a verla siempre y cuando sepamos el tipo de película que es. En sus primeros minutos y hasta que entra en materia, cosa que no sucede hasta alcanzado el minuto 20 más o menos, es bastante lenta y puede que algo pesada, pero sin llegar al límite ni al extremo de pensar en apagarla, tanto no. A partir de ahí coge un poco de ritmo y ya entretiene bastante más, que al fin y al cabo es lo mínimo que pedimos cuando vemos cine, y nos lo ofrece.
Del apartado interpretativo de los que aparecen poco destacable se puede decir ya que la película es lo que es y tampoco es un conjunto que la haga brillar demasiado. Tenemos a Morgan Freeman, Christopher Walken y William H. Macy como actores protagonistas, los cuales, en su conjunto y sabiendo el tipo de cinta que es, cumplen bien. Del primero, Freeman, es un actor que considero muy bueno y con grandes películas en su haber, pero esta no sería una de ellas. Cumple lo que se espera de él y aunque no vaya a pasar ni mucho menos a la historia como una de sus obras cumbre realiza un papel pasable sin más, pero correcto. El segundo, Walken, tal vez tenga un poco más peso en la trama global. Me gusta mucho como actor, aunque no sea de los favoritos de la mayoría, pero para mí es de lo mejor que he visto. No sé, tal vez sea una opinión personal solamente, pero me gusta como trabaja. Y del tercero, Macy, poco destacable y un paso por detrás de los anteriormente mencionados, pero correcto en su rol y olvidadizo. Del resto no añadiré nada porque no lo considero oportuno ni tampoco necesario. Son todos desconocidos y además a los pocos minutos de acabar la película nadie se acordará ni de sus caras.
Todo el plan del robo (esto no es ningún spoiler, ya que aparece en su sinopsis oficial) y lo que gira en todo a el me ha gustado más de lo que esperaba y creo que, además de bien pensado, ha estado bien desarrollado. Con esto que acabáis de leer no penséis que me refiero a algo al puro estilo ''Ocean's eleven'', pero similar, con menos presupuesto y sin ser tan a lo grande. Para que os hagáis una idea aproximada os puede servir.
En resumen ''El atraco'' es una película entretenida a niveles generales pero que pertenece a ese grupo que nadie vuelve a ver y que, si la ven, es por casualidad, por extremo aburrimiento o porque la han encontrado de casualidad por ahí y le han dado una oportunidad. Personalmente estaba en el último grupo. No aburre en ningún momento, sirve para pasar 1 hora y media escasa distraído y poco más. Esas son sus claras limitaciones, es decir, de usar y tirar.

Lo mejor: Entretiene.
Lo peor: No es que tenga nada realmente malo pero peca de ser previsible y los primeros 15 minutos están cogidos con pinzas.

* Un 4 *