El profesional (Léon)

El profesional (León) de Luc Besson, es una cinta de acción amena, apasionante y enternecedora. Dirigida con un ritmo vigoroso, es singular y personal, realizando un trabajo portentoso y maravilloso que gusta ver, y que como resultado, da una obra emocionante y soberbia, impetuosa y arrolladora.
La fotografía es lumínica, llamativa y sugerente, la música tiene sonidos tanto emotivos por un lado, como inquietante, estimulantes e intrigantes por el otro, acompañando magistralmente la historia, y creando la atmósfera adecuada. Y los planos y movimientos que usa, son rápidos para dar realismo a la acción y sorpresa en el espectador, con planos subjetivos, travellings, planos detalle y seguimiento, en un excelente trabajo técnico.
Las actuaciones son apropiadas y pertinentes. Con Jean Reno con psicología de niño, pero como asesino a sueldo implacable, muy señalado y notable, Natalie Portman en su debut cinematográfico realizando un gran papel infantil digno de elogio, y Gary Oldman persuasivo, contundente e impecable, en su papel antagonista que tan bien se le da. Con diálogos ingenuos e inocentes por parte del protagonista cuando habla con la niña.
Y para concluir, destacar también el guion del mismo director, que es conmovedor y entrañable, además de acertado y apasionante. Por lo que en definitiva, la considero una obra excelente y soberbia, entretenida por las partes violentas, y enternecedora en los momentos de conexión entre los protagonistas, que cautivan al público al antojo del director.

El profesional cuenta la historia de un asesino en serio no demasiado inteligente que ve su vida alterada por la irrupción de una niña. Una historia rocambolesca de amor surrealista aliñada con violencia extrema.

Luc Besson podrá gustar o no gustar, pero es indiscutible que tiene un estilo único. El director francés sabe crear un marco precioso en todas sus películas, sean fantasías, ciencia ficción pura y dura o violencia desmedida. Besson hace de El profesional una gran película partiendo de unos mimbres no demasiado elevados. El guion, que él mismo escribe, nos da un punto de partida imposible a partir del primer giro, pero el propio Besson, ya tras las cámaras, logra que esa situación surrealista (de forma pretendida, obviamente), sume puntos en lugar de restarlos. Con algo así solucionado, nos lleva por un camino ligero de muerte, venganza y violencia brutal entreteniendo en cada segundo de su película. Reconocer que el guion es liviano y basa gran parte de su potencial en la particular relación de los protagonistas no significa que no podamos admitir que sabe hacer virtud del defecto y que llena las páginas en blanco con una química entre los personajes y el espectador muy difícil de conseguir. El diseño de los personajes principales es una auténtica delicia y ahí reside gran parte de la magia de esta película imperecedera.

Jean Reno encarna a Leon, el protagonista, y lo hace enfatizando los puntos fuertes de su personaje con mucha clase. El antagonista está encarnado por Gary Oldman, un tipo que está en mi particular lista de los 10 mejores actores vivos y está ahí porque, además de ser un actor serio como la copa de una encina capaz de captar miles de capas de sus personajes, es también uno de los intérpretes que mejor se mueve en la piel de papel que requieren de un histrionismo desatado, como en El profesional. La gran estrella de la película es, sin duda, la jovencísima (ahora ya consagrada) Natalie Portman, que interpreta a una mujercita encantadora pese a que le guste el tema de matar gente y esas cosas. La actriz, que contaba 12 primaveras cuando rodó la película, muestra un aplomo y una naturalidad que pocas veces se han visto en el cine en una persona de su edad, mostrando dos de las características que mejor definirían su brillante carrera en años venideros.

Resumiendo, que es gerundio: El profesional cuenta una historia sencilla haciendo gala de ese principio que reza que "los detalles lo son todo en esta vida". A base de puntos imperceptibles por separado, Luc Besson consigue que, cuando la mente del espectador los une, éstos muestren ante sus ojos una grandísima película con destellos de auténtica obra maestra gracias, también, a su espectacular estilo visual, su sobresaliente puesta en escena y sus hipnóticos movimientos de cámara.

El irregular director Luc Besson nos sumerge en una espiral de violencia y a la vez en un canto a la amistad, en lo que es por lejos su mejor película.
“El perfecto asesino” es la triste historia de un solitario asesino profesional que se relaciona accidentalmente con su vecina de 11 años al salvarle la vida cuando un grupo de agentes corruptos del gobierno entra a su casa a asesinar a su familia por un asunto de drogas en el que estaba involucrado el padre de la pequeña. A partir de ese día, Leon (Reno) toma a Mathilda (Portman) bajo su protección y acuerdan un cambio de favores, ella se encargara de la limpieza del lugar y el le enseñara a utilizar las armas para que pueda vengarse de los tipos que mataron a su familia.
Si bien el guion es algo lioso, lo que enaltece a la película son las destacadas actuaciones de sus 3 protagonistas. Jean Reno en el papel que mejor le sale, Gary Oldman esta fantástico en el rol de un villano despiadado y sanguinario, pero la que se roba todas las escenas y se come la película es una brillante Natalie Portman en la piel de una niña madura y avanzada para su edad. Portman que debutaba como actriz en este film consigue, a mi parecer, la mejor actuación de su carrera y nos daba un adelanto de lo que varios años después lograría en “El cisne negro”.

...que por ello pecará de confianza.

Desconocía por completo esta película.
La encontré en la búsqueda de películas protagonizadas por Jean Reno, que si bien todas comparten una similitud visible todas tienen a su vez un encanto especial.

Esta no es menos. Profunda en algún aspecto, cruda en muchos otros. Y sin descuidar la acción, siempre presente.
Corrupción, disparos, sangre... y personas perdidas a quienes el destino debe unir.

Me ha sorprendido la Portman, tan niña pero ya tan profesional, y Reno, que como siempre no defrauda.

En algún momento se puede hacer lenta, y detalles como la, a veces, humanidad de un sicario en toda regla a mi parecer no encaja con la película.

Un vasito de leche para estar fuerte y una planta para sentirse vivo.
Crudo pero enorme final.

Siempre he recomendado ver una película si haber escuchado ni leído ninguna crítica sobre ella. A poder ser, que quien sea que te la ha recomendado ni siquiera te haya dado su opinión, simplemente te haya dicho "vale la pena dedicarle un par de horas de tu vida, independientemente de que te vaya a gustar o no". Y digo ésto porque León me ha gustado. Me ha gustado, pero no me ha marcado como pensaba que lo haría, dado que era la típica película de la que tanto te han hablado y tantas veces has dejado pasar, que una vez la ves te das cuenta de que ya es demasiado tarde, esa película nunca llegará a formar parte de ti. El largometraje en sí es bastante bueno, y Reno y Portman hacen unos papeles increíbles, sobre todo la versión adolescente de ésta, que nos muestra un talento precoz como pocos.

Con todo, recomiendo ver la versión extendida. Algunas de las escenas eliminadas, si bien pueden parecer superfluas y a algún que otro espectador de fácil distracción le podrán causar sopor, resultan esenciales para comprender cómo los personajes evolucionan de esa manera, por qué se comportan como lo hacen en determinadas escenas posteriores, y en general para darle un cierto cuerpo a la película que nos permita sumergirnos en la relación entre ambos protagonistas, verdadera protagonista de la trama.