Muerte entre las flores

La intimista introspectiva del gánster, la incomprendida ética de un mafioso, las argucias de un superviviente, un rey que arriesgó su trono por los encantos de una brava y triste mujer, y la furia de un gran danés; son los ingredientes de este “goulash” flambeado con licor clandestino.

Una trama; de amores, o mejor dicho, deseos, de traiciones, de lealtades, de conspiraciones, y de apuestas amañadas que discurre sobre una ciudad corrompida hasta el tuétano y alcanza el clímax en un bosque de otoño bajo una melodía italiana, y durante un tiroteo bajo el son de una vieja cancón irlandesa. Como tantas veces los Coen nos hablan con música; con buena música. Y como en tantas otras de éstos; la banda sonora la firma, Carter Burwell.

Verdaderamente es una bella película, una bella película sin compasión; pero con alma. Un alma de malnacido como oirá entre uno de sus despiadados diálogos.

Un hombre que pierde su sombrero. Un hombre que pierde siempre. Un hombre que quiere, sin querer, a la mujer de su jefe amigo. El es, siempre, quien recibe las bofetadas. Traiciones y adhesiones, amores y odios, mafiosos contra mafiosos, políticos corruptos, un código ético que rige para aquellos que no tienen ética. La ópera de los hermanos Coen tiene todo lo que tienen las grandes óperas: música y letra, trama y tensión, blanco y negro, vida y muerte, exposición, nudo y desenlace. "Nadie conoce a nadie", dice Tom (Gabriel Byrne), el hombre que recibe las bofetadas, personaje marlowiano, frío pero sentimental, perdedor habitual, un hombre que que siempre busca el camino más largo para obtener lo que sea.
TITULO: El original, Miller's Crossing, o sea, La encrucijada de Miller, se refiere al paraje del bosque en el que los pistoleros asesinan a sus enemigos. Una muerte entre las flores a la que alude el título español.
REPARTO ALTERNATIVO: El papel de Leo fue escrito expresamente para Trey Wilson, el coprotagonista de Arizona Baby, pero murió de una hemorragia cerebral dos dias antes de iniciarse el rodaje y hubo que contratar a Finney para sustituirlo.
ACTORES: Sam Raimi, amigo de los Coen, que alterna las actividades de director (Un plan sencillo) e intérprete, da vida a uno de los hampones. Frances McDormand, esposa de Joel, es la secretaria del alcalde.
PERSONAJE: Hay muchos guiños al género negro. El nombre de Liam Leo O'Bannion está inspirado por el policia Dave Bannion que encarnaba Glenn Ford en Los Sobornados.
ESCENARIO: Eligieron filmar en un lugar tan inesperado para una historia de gangsters como Nueva Orleans porque se iba a trabajar en invierno y no querían pasar frío ni que se viera nieve. La ciudad cumplía el requisito de conservar el aire antiguo que requería la trama. La mansión en la que Leo sufre el espectacular atentado a tiros de ametralladora la ocupa hoy la escritora Anne Rice, autora de Entrevista con el vampiro.

A los hermanos Ethan y Joel Coen no les podía funcionar mejor una historia ambientada en los locos años veinte, con los gángsters en cabeza en una indeterminada ciudad del norte de Estados Unidos (presumiblemente Chicago) y que entre balazos, injurias y actos de honor y elaltad se mezclan traiciones, pasiones amorosas, juego y, evidentemente, balas a tutiplén.

Este coctel de sangre y fuego como resultado queda sin embargo reducido a la histriónica dosis de humor negro que los directores de “Arizona Baby” (1987) plantean y plantearían a lo largo de su vasta filmografía. “Miller´s Crossing (título original de ésta pieza de orfeberia) empieza como cualquier película de mafiosos al estilo de “El Padrino”: un problema en el aire sin ninguna importancia acaba agrandándose: un mafioso italoamericano de poca monta llamado Johnny Gaspar (Joe Polito) pide ayuda a su protector Leo (Albert Finney) amo indiscutible de la ciudad con el alcalde y la policía en sus bolsillos, custodiado para que se “quite e encima” a un corredor de apuestas, Bernie Bernbaum (John Turturro) que le hace perder dinero. La mano derecha de Leo, (Gabriel Byrne), jugador impulsivo y perdedor a la hora de pagar sus constantes deudas, conoce bien a Bernie y sabe que no es mala idea retirarlo de circulación. Pero el problema es que es hermano de (Marcia Gay Harden) la mujer que está entre los corazones de Leo y Tom. Y la amistad de ambos puede quedar en entredicho mientras Johnny Gaspar empieza a reclamar más poder.

Con un guión salpicado de originales diálogos entre los protagonistas y terceros implicados en éste enredo a base de pólvora y humor negro, los Coen hicieron su sitio en el cine independiente con una soberbia historia estrenada bajo la sombra de “Uno de los Nuestros” (Goodfellas, 1990) de Martin Scorsese pero con una gracia y estilo apartes que no se pueden comparar a la obra maestra del director de “Toro Salvaje” (Raging Bull, 1980). Salvando distancias, éste encantador film de los Coen presume de su buena dirección, cuidado vestuario y una bellísima banda sonora firmada por Carter Burwell. Como anécdota Sam Raimi aparece brevemente en la secuencia de un tiroteo en un pub irlandés.

Es de estas pelis donde hay tantos nombres y pasan tantas cosas que acabo por no enterarme de quien hace qué ni por qué :)

Dicho esto, no siendo una comedia, parece que los personajes si sean cómicos. Es una mezcla curiosa. El doblaje pierde muchos matices respecto a la versión original, y esto me ocurre especialmente con la actuación de John Turturro, que en inglés es genial.

También me llamó la atención la manera de morir de los personajes, que parece casi un baile (también cuando sacan a Tom de una sala a puñetazos), y como se recrean en los tiroteos, recordándome a una versión suave de las escenas de tiros de Tarantino.

Hay artistas que saben impregnar su obra de una impronta que los caracteriza. Señas específicas, muchas veces sutiles, recorren sus trayectorias, dejando al público la sensación de participar de un proyecto original que lleva una firma. Autores con mucha personalidad, que renuncian a la tibieza de lo preconcebido, y desatan pasiones o animadversiones, pero casi nunca nos dejan indiferentes. Artistas con estilo propio.

Los hermanos Coen se encuentran entre esos privilegiados. Son creadores, y en Muerte entre las flores podemos apreciar esa huella que estará presente en buena parte de su filmografía. Este estilo es tan difícil de definir como fácil de reconocer por poco que nos acerquemos a sus películas: Está en el relato de los escabrosos "hechos reales" que suceden en un gélido pueblo estadounidense. Y en su particular descripción del crack del 29. Y también en la inmersión del proceso creativo del guionista... y en este grandioso homenaje al cine negro que es Muerte entre las Flores.

Un comienzo en el que se nos presentan a los que serán los principales personajes, y que precede a unos títulos de crédito preñados de belleza, nos adelanta que estamos ante una obra grande, que nos tendrá pegados a la pantalla durante todo el metraje. Nos acompañará una preciosa banda sonora. La propia complejidad del argumento, en la que por momentos nos perdemos, es en sí un homenaje al género, y nos recuerda a una de las obras cumbres como El sueño eterno.

Película excepcional de unos autores excepcionales, autores con estilo propio, los hermanos Coen.