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Amadeus

Drama Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, conserva sus extraordinarias dotes musicales. Pero, después de la llegada a la corte de un joven llamado Wolfang Amadeus Mozart, Salieri queda relegado a un segundo plano. Enfurecido por la pérdida de protagonismo, hará todo lo posible para arruinar la carrera ... [+]
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Críticas 170
Críticas ordenadas por utilidad
8 de septiembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me he considerado buen amigo de la veracidad histórica o científica cuando veo alguna película que tiene una de sus bases en estos aspectos. Admitía perfectamente ciertas licencias que este tipo de películas podían tomarse siempre que se mantuviese la base de su obra. El resultado final era evidentemente una biografía políticamente correcta en la que la mayoría de veces se ensalzaban virtudes intentando dejar de lado cualquier característica del personaje que pudiese no gustar al gran público. Lo dicho películas buenas sobre el contexto pero evidentemente alejadas de poder ser obras maestras.

Y entonces he visto esta película. Evidentemente sin necesidad de revisar toda la biografía de Mozart me he dado cuenta de que muchos aspectos son de difícil aceptación para una biografía rígida con lo históricamente aceptado.

Y sin embargo dios, que película, quizá acuse al final una pérdida de fuelle ya que Shaffer tantea ciertos temas desde una perspectiva que conlleva mucho más tiempo de lo que podría haber sido una resolución más ágil y rápida, pero lo alarga por lanzar un interesante guiño a los conocedores de la obra de Mozart.

Es decir admito del relato que no se hace más desde una perspectiva histórica si no desde Salieri con gran profundidad ( pensando en la imagen que queda de él me da un poco de pena, porque no creo que fuese tan mal tipo) pero sin embargo queda una magnífica ficción con fallas históricas.

Seguiré teniendo muy en cuenta el rigor histórico que se cuente en un relato, o al menos la buena esencia del personaje (Schindler,Gandhi,...) pero esta película siempre será mi excepción que confirma la regla, personajes esperpentizados y un grandioso relato.

Por último, pienso que cine y música van de la mano, Ludwig Van y Mozart ya tienen una película digna de su música (y que a la vez es ensalzada por esta) ojalá pueda llegar a ver una gran película por cada gran autor clásico habido y por haber.
Beltrán96
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20 de agosto de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto que hace Milos Forman no se puede considerar vagamente de éste planeta, es todo un monumento que tiene que permanecer como tal por mucho tiempo. No es cualquier película que se basa en fundamentos mediocres que sólo quiere presumir por tener una duración un poco larga, todo el mundo hace un trabajo impresionante en ésta película que es estéticamente variada y emocionante; cada ópera ejecutada hace ver a la película un claro ejemplo de cómo se deben de hacer las cosas no sólo en Hollywood, sino en todo el mundo, llevar a la pantalla grande a Salieri y a Mozart no debió de haber sido un trabajo muy fácil, pero como había dicho anteriormente, seguramente Milos Forman no se iba a quedar con las ganas de ser alabado críticamente sólo por One Flew Over the Cuckoo's Nest, sino que hizo lo que mejor podía hacer para traer este pedazo de cielo para que podamos disfrutarlo. F. Murray Abraham hizo un trabajo estupendo, siendo muy superior que el resto del reparto, haciéndonos ver como la envidia puede llevar a una persona a trabajar sin escrúpulos. Que se puede decir del diseño de vestuario y la edición de sonido. Mmmmmm... IMPECABLE, ambientación que no se veía tan inverosímil desde Barry Lyndon, todo es magnífico.
Rain Man
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29 de diciembre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el principio hasta el fin el montaje musical es magistral. Logra resaltar la belleza de la película, que podemos encontrar en las increíbles interpretaciones de Tom Hulce y F. Murray Abraham (resalto la de este último) y en la inmensidad y la profundidad del guión adaptado de la obra teatral de Peter Shaffer. Uno de los mayores logros de la película es la representación fiel de la unión de lo cómico y lo trágico, presente en la vida y, cómo no, en la obra de Mozart.

Una película es buena cuando te olvidas de que es una. La fuerza de la música, de la representación..., todo esto hace que el contenido de la película se universalice y se adelante a su forma de presentarse. La sensación de estar dentro de ella es la que te produce dicha inversión. Otro efecto que crea Amadeus es el de seguir escuchando la música tras acabar de verla. Esto es un punto a favor de la película. La importancia que le da a la música es fundamental a la hora de tratarse del biopic de uno de los grandes compositores de la historia. Da la impresión de que es ésta la que narra la historia, la fuerza que sostiene y da el ritmo trepidante a la película.

Una de las cosas que también quería resaltar es la actuación de Murray Abraham. La complejidad del personaje está trabajada brillantemente por este genio de la interpretación. Desde los momentos de rabia y envidia a los de admiración por la música de Mozart. A lo largo de la película se ha demostrado en qué Dios cree Salieri (Murray Abraham), qué figura humana representa para él esa palabra. Sin duda estamos hablando de Mozart. Envidia la capacidad de su persona para hacerle creer que Dios existe, siente rabia hacia la exaltación en su persona de esa sensación divina, que produce su música y la excentricidad de su personaje. Hablando de esto último, se puede decir que la personalidad de Mozart choca contra el ambiente de la corte del rey, claramente influido por el clero. Sus óperas, como por ejemplo Las bodas de Figaro, son contrarias a la moralidad que existía en esos grandes palacios. Todo esto consiguió que se le declarase como inmoral para la época.

Amadeus tiene la personalidad de una ópera de Mozart y la grandeza de su música. Los actores se dejan la vida en la representación y el vestuario es digno de algo más que de la época. Milos Forman consigue hipnotizarnos con la historia de una vida plagada de notas.
lloryo
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15 de mayo de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
98/01(01/05/18) Notable y multioscarizado (8, entre ellos Mejor Película, Director y Actor Principal) bio-pic del más grande compositor de música clásica, Wolfgang Amadeus Mozart, con la magistral dirección del checo Miloš Forman, adaptación del británico Peter Shaffer de su propia obra teatral de 1979, “Amadeus”, estrenada en Londres, con Paul Scofield como Salieri y Simon Callow como Mozart. La intención tanto de Shaffer como de Forman no era hacer una biografía o documental sobre Mozart, era crear una fantasía basada en un mito popular en los siglos XVIII y XIX (Mozart vs. Salieri) para así presentar el verdadero tema de la obra: el hombre en contra de Dios. De esta manera, la película construye un gran mito que para algunos seguidores de Mozart fue incluso ofensivo y se llegaron a realizar protestas en contra del papel que había tomado la productora ya que presuntamente habían contribuido a dañar la imagen de Mozart y degradarla del estatus de genio musical al de estúpido con suerte. Como en la obra, el marco es la “confesión” de Salieri, 32 años después de la muerte de Mozart en 1791 a 35 años, sobre los eventos que llevaron a su - Salieri’s - “asesinato” de el “niño obsceno” a quien Dios había elegido para ser su flauta mágica en la tierra. Es a través de Mozart, dice Salieri en su rabia, que Dios ha puesto música que, como Shaffer cree, es el testimonio de que una chispa divina puede existir en la humanidad.

Arranca el film ya de modo magnético, oímos “Perdón Mozart por haberte asesinado”, en una habitación iluminada tenuemente con luz de velas un anciano decrépito yace moribundo en el suelo con la garganta cortada por su propia mano en la que aún ase una navaja, en medio de las calles nevadas es sacado en camilla el viejo, llevado en una carroza a un hospital psiquiátrico, es un viejo de más de 75 años, al que va a visitar un sacerdote al que cuenta su historia junto a un joven genio de la música, Mozart, con la que la cinta pone un apetecible anzuelo con las sugestivas preguntas de porque ha intentado quitarse la vida este anciano y por qué se atribuye la muerte de Amadeus. Entonces pasamos a lo que será el grueso de la historia, un flash-back en que veremos cómo las vidas de Salieri y Moszart se entrecruzan de modo complejo e incluso malsano. Forman nos presenta a un Mozart imperfecto, un niño pícaro, mujeriego, ludópata, vividor, aniñado, inmaduro, lejos de la visión de un Dios del Arte, con lo que asistimos a esa ambigüedad que se da muchas veces entre alguien que tiene un epicúreo Don pero el resto de su personalidad está alejada de la genialidad, un Mr.Nadie si no fuera por ese mencionado Don.

El núcleo de la película es la relación de amor-odio que se establece entre Salieri y Mozart, donde se dan cita, la envidia, la admiración, la pasión por la música, el interés antropológico, donde es el italiano el que en personalidad siempre está por encima, pero en el que se sabe inferior artísticamente, sintiéndose Salieri dolido porque alguien tan mezquino sea poseedor de ese superlativo talento, de que Dios le tacara con esta magia, sintiendo esto un insulto a sí mismo, a que su dedicación jamás le acercará a Mozart, ejerciendo su burlona risa infantil como burlas de Dios para él, es por ello que Salieri reniega de Dios arrojando al fuego el crucifijo, como renuncia de su fe. Salieri es en realidad el personaje más rico en matices de la cinta, Mozart es más lineal, previsible, un niño en el cuerpo de un hombre, mientras Salieri es el atormentado, se sabe un tipo ordenado, culto, pero se siente socavado por la maestría de Mozart, al que sabe nunca igualará, con el que juega a ser su amigo, Salieri y sus imperfecciones lo hacen humano, frágil, esto por supuesto apoyado en la majestuosa actuación de Frank Murray Abraham.

La cinta se mueve con equilibrio por varios tonos, desde el misterio del arranque, la comedia, el drama, el musical, moviendo al espectador con agilidad por diferentes estados emocionales, involucrándole en el relato, haciéndonos empatizar con los personajes por lo bien delineados que están, por unos diálogos y una voz en off que enriquece el metraje, en una travesía inteligentemente trazada hasta desembocar en un clímax trémulo con Mozart febril componiendo en la cama la Misa del Réquiem y con Salieri transcribiendo entusiastamente las notas al papel, no se sabe si como tributo al mundo de la música, o como acto de “ladrón” de Salieri para intentar hacerlo pasar como suyo al ser escrito por su mano, pero remaneciendo el Amor por la música donde los dos antagonistas se funden en este sentido, donde el GENIO Mozart fluye cual río descontrolado, frente al asombro del “taquígrafo” Salieri, que se siente apabullado ante tanta “Divinidad” creadora.

La puesta en escena es sublime, todo un alarde de inmersión en la Viena del SXVIII, empezando por el oscarizado diseño de producción de Patrizia von Brandenstein (“Los intocables” o “Billy Bathgate”), radiante en su cuidado por el detalle híper-barroco, por los palacios, castillos, calles, mobiliario, recreando de modo soberbio en Chequia la dieciochesca capital Imperial austriaca, en Praga según Forman la urbe “Conservaba el sabor del siglo XVIII gracias a la ineficacia comunista”, también se rueda en Plzen, y Kromeríz, para interiores se hicieron en los Barrandov Studios-Praga, asimismo hay escenas en Viena, y en Francia; esta inmersión potenciada por el exuberante vestuario creado por Theodor Pistek (“Valmont”), exhibición de vistoso lujo, cuidado por el detalle; Esto atomizado por la magnífica cinematografía de Miroslav Ondrícek (“Hair”), de proporciones solo igualables (del que seguro está influenciado) al “Barry Lyndon” de Kubrick, por el modo epicúreo en que maneja la luz natural de las velas, componiendo cuadros de una beldad apoteósica, dotando de un patinado exquisito los fotogramas bebiendo notoriamente de los pintores de la época;… (sigue en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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31 de diciembre de 2006
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá de algunos errores perdonables (la risita, no documentada históricamente, de Mozart, por ejemplo), Forman nos regala una deliciosa ambientación de la vida de uno de los mayores prodigios de la Humanidad, desde la mirada mediocre y envidiosa de un Salieri conocedor de su inferioridad artística. Destaca la actuación de Murray Abraham, quien asume el papel del celoso Antonio Salieri con maestría. También la dulzura y hasta ingenuidad que Hulce le transmite a Mozart (aunque tal vez se exagere en su conducta lúdica). Además, da gusto la calidad de las múltiples escenas en las que el director nos deja gozar de la mejor música del Clasicismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
David Alberto Campos
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