Bodas de sangre

Bodas de sangre es una película española dirigida por Carlos Saura. Es la primera parte de la trilogía sobre el flamenco de este director y es la adaptación cinematográfica del ballet Crónica del suceso de bodas de sangre (1974) de Antonio Gades, a su vez basado en la tragedia homónima de Federico García Lorca.

La primera incursión de Carlos Saura en el género musical culminó siendo un gran éxito. La película se centra en el ensayo general de la compañía de baile de Antonio Gades basado en la obra de Federico García Lorca Bodas de Sangre, y la representación final. Fue la primera colaboración entre dos de los mayores nombres de la cultura española, Saura y Gades.

Respecto a la película, es una adaptación no demasiado calcada de esta obra de Federico Garcia Lorca, pero que los actores y actrices que intervienen son excelentes, los bailes son muy personales y saben cómo bordarlos a la perfección. El mayor defecto de ésta película es su duración, ya que dura escasamente una hora, y se hace corta, aunque es bastante intensa.

Pepa Flores interviene en la película para interpretar una pequeña canción muy sentimental llamada "Nana", la cuál le canta al bebé. Ésta escena le da más ímpetu a la obra y la hace más amena.

Bodas de sangre de Carlos Saura es un musical de flamenco que adapta al cine la conocida tragedia de Lorca en la que una novia se escapa el día de su boda con su antiguo novio y es perseguido por el marido de esta hasta que los alcanza, luchando entonces los dos hombres a navaja por el amor de la novia y muriendo estos en el duelo. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo particular que parece más bien un documental o un making of, es una obra llamativa al adaptar a la gran pantalla la conocida obra de Lorca, apasionando a todos los amantes del género con la pasión y naturalidad con la que es expuesta, ya que sus coreografías están llenas de pureza y acierto para agradar a todos aquellos capaces de valorar el folklore de la tierra y la belleza del movimiento hecho arte.
La fotografía usa al principio una mirada fija a una fotografía como ya ha realizado en otros films el director, siendo el resto agraciada al estar repleta de detalles cautivadores que hacen buen uso de la luz y cumple con un trabajo inspirador. La música es sugestiva en sus sonidos flamencos con cánticos, guitarras y palmas, transportándote así a la obra trágica de Lorca con mucho acierto. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor técnica que exprime lo mejor del film a través del uso del avanti, retroceso, detalles, subjetivos, seguimiento, generales y plano-contraplanos admirables que sacan lo mejor de los ensayos y las actuaciones.
Las actuaciones son auténticas y remarcables en sus cantes y coreografías. Cuenta con las colaboraciones de Antonio Gades, Cristina Hoyos, Pepa Flores, Juan Antonio, Pilar Cárdenas, Carmen Villena y José Mercé para trasladarte a la obra. Para estos se emplea unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de ensayos para el baile y después alusivos de la obra de teatro del mismo nombre con indumentarias típicas de gitanos y gitanas.
El guion, escrito por el director y adaptado de la obra de Lorca, es un apasionante relato de una boda en la que la novia huye con su amor secreto y es perseguido por el marido de esta, luchando después ambos en una pelea de navajas que acaba con la muerte de los dos hombres, concluyendo con esa historia un magnífico y puro film que es representado como en una obra de teatro llena de cantos y coreografías para deleite de los amantes de este arte. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa y directa que es natural en su modo de situar al público en la vida del protagonista al principio del film, ya que es el resto es solo ensayo y baile. Cabe señalar también, el montaje lineal y acompasado que introduce los ensayos y la obra final en poco más de 70 minutos.
Concluyendo, la considero una obra indispensable del director por mostrar mediante el arte del cante y el baile flamenco la adaptación de la conocida tragedia de Lorca para el conocimiento de esta de todos aquellos que la quieran vivir a través de la gran pantalla con la pasión y el dramatismo capaz de ofrecer Carlos Saura en dicha obra. Recomendable por su dirección, guion adaptado, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y caracterizaciones que hacen de Bodas de sangre, un film bello y apasionado por su dramática historia de Federico García Lorca.

Me encanta Federico García Lorca y sus obras llenas de poesía y de pasión. Su teatro mágico siempre me ha encandilado y me ha atraído, haciendo que lea varias veces sus libros.
"Bodas de sangre" es una de las mejores obras de la literatura española, así que no es de extrañar que el cine se fijara en ella para hace una adaptación. Lorca cogió un suceso que ocurrió de verdad, y lo expuso en el papel como él solo sabía hacerlo. El drama familiar andaluz nuevamente presente en su obra, solamente ofrece dolor y sufrimiento impregnando a uno con cada verso y con cada personaje.
Carlos Saura en esta ocasión da una vuelta de tuerca a la obra, y expone toda la trama a través del flamenco. Una compañía de baile ensaya y se prepara para la representación de "Bodas de sangre". Una representación donde se expresan todas las pasiones con pasos y cantes de flamenco.
Antonio Gades dirige a esta compañía y está atento a cada movimiento de sus bailarines. Además da vida al amante que rapta a la novia el día de su boda. Toda la energía que derrocha este genial bailarín impacta en uno cuando ve la coreografía.
Junto a él; Cristina Hoyos, Pepa Flores o José Mercé; aportan su talento es este proyecto. La bailaora Cristina Hoyos da vida a la novia, y se compagina a la perfección con su amante para regalarnos momentos maravillosos. Pepa Flores y José Mercé ponen las voces a las coplas. El solo de ella es increíble, y él ofrece su voz rasgada a ese llanto del pueblo andaluz.
Es cierto que la película tiene algún momento que decae y no brilla con tanta fuerza. Pero debo decir que la película en general me ha gustado bastante (cosa que me ha sorprendido porque no soy muy de flamenco). Me ha parecido interesante que el film empiece con los bailarines en los camerinos vistiéndose y maquillándose. Luego el calentamiento para que uno esté bien para la obra. Y por supesto, la obra final con algunas coreografías muy buenas.
En fin, Carlos Saura hizo una de las películas más famosas del cine español debido al formato empleado. Años despúes volvería a probar suerte con otras similares como su "Tango" o su "Flamenco", aunque no tuvieron tanto renombre. En esta ocasión, la fuerza y el elenco es fantástico. Una obra curiosa que seguramente no entusiasme a todo el mundo, pero que por lo menos a mí me ha encandilado y me ha demostrado que ofrece toda la pasión y fuerza que caracteriza a Lorca.

Saura es un maestro del baile y del cine, sabe unir uno y otro y te consigue hacer una obra excepcional y diferente.

Pero el gran maestro también aprende y lo ha demostrado en este género que ha ido aprendiendo y estudiando a lo largo de su trayectoria.

Flamenco, Ballet, Fado, Jota...infinidad de estilos que ha retratado para la eternidad, y sin ninguna duda, ha dejado huella.

En este caso, lleva a la gran pantalla una obra de Lorca, un clásico, para retratar en la pantalla el carácter español que tanto nos caracteriza.

Saura no muestra un ballet, Saura sabe reflejar con su cámara el baile y además ir más allá y mostrar esa alma española que tanto nos identifica.

Es cierto que a lo largo de los años ha sabido mejorar y hacer un estilo más refinado.
Cuando se ven sus primeras películas de baile, y se ven las últimas, se siente una gran madurez y aprendizaje, las últimas son estéticamente maravillosas.

Una vez más, Saura dice que español y con mucho orgullo.

Si bien el más obvio antecedente hasta la fecha en su filmografía era un biopic -que igualmente se prestaba a ser leyenda, tratándose de un bandolero del s XIX-, tanto la literatura como la huella del folklore andaluz vuelven al cine de Carlos Saura para (en especial lo segundo) reaparecer -abriéndose a otras culturas regionales y nacionalidades- con regularidad hasta la actualidad y no separarse de él.
No conviene olvidar que de todo el cine de Carlos Saura, son sus películas musicales (y ésta es la primera y más reveladora al respecto por ser semificcional) las que mejor representan la disociable deuda existente entre la lengua interpretativa del cine mudo y el lenguaje interpretativo de la danza. Y como prueba de esto quedan las miradas con que se comunican Cristina Hoyos, Antonio Gades, y si las exigencias de duelo lo piden, el tercero en discordia Juan Antonio Jiménez como El Novio. Pero si lo que buscas es estrictamente una lección de interpretación corporal y danza valdría exactamente lo mismo, aunque haciendo sólo hincapié en los movimientos con que se comunican entre ellos. Sin hablar.
Una prodigiosa lección de interpretación, de danza y de la dirección escénica y de actores en cualesquiera de sendas disciplinas.
Puro Lorca. Pura raza. Y olvídate de adaptaciones recientes con fogatas y puñales de hielo que parecen anuncios de Ron Brugal.
Al final no es tanto una adaptación ortodoxa como un semidocumental, pero la que respira flamenco, tragedia, romance y duelos de navajas en una tierra manchada de sangre es ésta.
Insisto, esto es una lección de interpretación a todos los niveles.
Imprescindible.