Homeland (Serie de TV)

Acabada la quinta temporada... es cierto que la serie va de más a menos, y cada vez parece más de "juguete". Es decir, poco creíble.

No puede ser que la inteligencia americana, por ser sólo americana, sea más que el resto o sepa más que el resto y tenga más libertad de hacer y deshacer que el resto. Sin restricciones, que salgan y entren a su antojo, sin apenas control.... no se hace creíble.

A parte, que a veces, en vez de inteligencia, son tontos, siempre van con varios pasos atrás de los malos. Hasta el último momento, claro.

Esta iba a ser la última temporada que iba a ver, ya que he leído que han renovado para una sexta temporada. Pero, el final de esta quinta, para mí, es el mejor final de todas las temporadas. Que bien se podría acabar aquí, pero bueno, si continúan espero que no la cagen más de lo que han hecho ya.

Porque el moralismo patriotico es bastante patente, aunque cambien de escenario.

A primera vista nos puede parecer una historia más sobre la CIA y su "incesante lucha contra el terror", pero lo cierto es que Homeland va mucho más allá. Nos muestra los pro y los contra de ser agente internacional, nos muestra la dificultad entre elegir ir de acuerdo con las leyes o la familia, entre elegir lo bueno o lo malo.
Pero lo más sorprendente, sin duda, es la gran actuación de la actriz protagonista Claire Danes, sin dejar atrás el resto de actuaciones.
Con momentos de tensión y alguna que otra sorpresa.
¿Para que pedir más en una serie?

Copio el final de la crítica spoiler:
"me parece una serie muy bien llevada, con un guion muy currado y correctas interpretaciones, que te mantiene expectante."

Crítica escrita tras ver la cuarta temporada.
Esta serie ya no puedo verla con los mismos ojos que al principio.
Su planteamiento inicial en la primera temporada ha ido cambiando mucho con su desarrollo. Creo que el principal problema que ha tenido es que la premisa argumental no daba para mucho más de una única tanda de episodios, pero como tuvo éxito, empezaron a enredar la madeja y a estirar la trama mucho más de lo que daba de sí.
Si hubiera terminado con una única temporada, la serie seria notable o incluso sobresaliente. Me gustó mucho el juego del gato y el ratón entre Carrie (tremenda Claire Danes) y Brody. El no saber si este marine liberado es quien dice ser o si es un terrorista infiltrado, la vigilancia de Carrie, los enredos familiares y la tensión de espionaje se entrelazaban muy bien en esos primeros capítulos.
Luego, la cosa fue perdiendo mucha fuerza en las siguientes temporadas, de manera que, a la larga, se ha quedado como una serie de espionaje sin más. De hecho, me atrevo a decir que la tercera temporada es flojísima y es por eso que le tengo que bajar la nota, con la perspectiva que se tiene de una serie que ya tiene un buen recorrido.
Tal vez tenga muy buenas actuaciones, sobre todo por parte de la complicada personalidad de la protagonista. También resultan interesantes los tejemanejes de la CIA en su lucha contra el terrorismo, eso es cierto. Pero con el transcurso de la serie, ya no engancha tanto ni es capaz de crear tanta tensión como al principio, por no hablar de lo que digo en el spoiler.
Personalmente, creo que le haría falta más acción y menos calma en el desarrollo de los acontecimientos, que en la mayoría de los casos lo único que hacen es ocupar tiempo.
Con todo, me parece una serie decente y recomendable. No es de las que más me gustan pero ni mucho menos me parece mala. Simplemente, me quedaría con solo la primera temporada, siendo las demás relativamente innecesarias.
Lo cierto es que está más centrada en los personajes que en lo que pasa. Realmente lo que más importa es Carrie Mathison, con sus crisis laborales y mentales. La verdad es que, en este sentido, Claire Danes se merece ser premiada.

El año pasado la cadena Showtime dio el campanazo con Homeland, la adaptación norteamericana de una serie israelí de nombre Hatufim. Lo que, a priori, parecía el típico producto televisivo de espías donde unos tipos muy buenos debían detener a unos tipos muy malos antes de que, estos últimos, hicieran volar por los aires algún tipo de edificio relevante, se acabó convirtiendo en todo un éxito de crítica y audiencia llegando a ganar, incluso, dos globos de oro: el de mejor serie dramática y el de mejor actriz de serie dramática. ¿El secreto de su éxito? Conseguir una serie bien escrita, protagonizada por personajes con profundidad, con sorprendentes giros de guión, en la que poder encontrar momentos de tensión trepidante y que logra enganchar a su audiencia, durante los doce episodios que dura la primera temporada, a base de tomarse muy en serio el típico y gastado juego del gato y el ratón.

La protagonista de Homeland es una agente de la CIA, convencida de un inminente ataque terrorista, sobre suelo americano, de dimensiones parecidas a los del 11-S. Cuando los servicios secretos logren liberar a un marine norteamericano secuestrado en Irak durante ocho años y vuelva a casa convertido en un héroe de guerra, nuestra prota empezará a investigarlo convencida de que se trata de un agente doble, infiltrado por el enemigo. El soldado deberá afrontar su regreso al hogar, al reencuentro con su familia a quien hace ocho años que no ve, y su adaptación a los cambios sucedidos durante su cautiverio, todo ello bajo la atenta mirada de la CIA.

Claire Danes vuelve a la actualidad con su papel televisivo de agente de la CIA, después de interpretar en el cine a Julieta (Romeo + Julietta de William Shakespeare), a la novia del mismísimo John Connor (Terminator 3: La rebelión de las máquinas) e incluso a una estrella del firmamento (Stardust). No me negarán que la muchacha tiene una carrera de los más completita. En Homeland vuelve a hacer gala de sus dotes interpretativas (y de sobreinterpretación, en algún momento). A su lado encontramos a Damian Lewis (visto en las televisivas Hermanos de sangre y Life) y a Mandy Patinkin (conocido por la serie Mentes Criminales y recordado por todos por su papel en La princesa prometida; repitan conmigo: “Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”).

Homeland es un thriller bien realizado, que atrapa debido a una trama que ofrece un potente y atrayente punto de partida y que logra un marcado crescendo, acentuado a partir del ecuador de esta primera temporada. Reconozco que el capitulo piloto logró engancharme, pero fui perdiendo interés durante los capítulos siguientes hasta que, hacia la mitad, la trama volvió a atraparme hasta llegar a una demoledora recta final, dotada de un elevado ritmo narrativo y logrando altas dosis de tensión. En ello contribuyen unos personajes bien construidos, unos diálogos hábiles y una intriga que en ningún momento deja de ir en aumento (aunque en ocasiones la cosa se haga esperar demasiado). Habría que recalcar que no esperen encontrar aquí grandes persecuciones, disparos a cascoporro, patadas voladoras, ni explosiones capaces de arrasar varias manzanas de una gran ciudad con la excepción del héroe de turno. La serie tira más hacia el drama, el thriller de espías y el no saber quien juega en qué bando. Hasta ahora la cosa les ha salido bien. Esperemos que los guionistas no decidan estirar la trama hacia el infinito y más allá.

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