La furia de los vikingos

El azar y mis casi insomnes indagaciones por Filmaffinity hicieron que me topase con esta curiosa producción y que, sin dudarlo, me decidiese a verla con el interés con que se pueda afrontar una película de estas características.

Características, a buen seguro, íntimamente conectadas al peplum que por aquellos años tanto empuje ganó; pero que no sea el prejuicio el que nos emborrone el visionado y la posterior valoración de un film con algunos factores que potencian el resultado global del mismo.

Claramente influida en decenas de detalles (como, por ejemplo, el ritual funerario del jefe nórdico hacia el final) por aquella maravillosa obra tan perdurable y a la vez algo olvidada como "The Vikings" (Richard Fleischer, 1958), una película sobre la que no ocultaré mi rendida admiración, "La furia de los vikingos" no responde sino a un arquetipo de película de aventuras, con trasfondo histórico, que se sirve de la espectacularidad, la pomposidad escénica y cierta grandilocuencia en el guión pero que, por otro lado, en ningún momento aburre ni provoca la distracción.

Con un argumento inverosímil y algún que otro ingrediente escenográfico kitsch (además de los aciertos y desaciertos en el vestuario), no le negaremos al director de "La furia de los vikingos" los logros alcanzados en la puesta en escena, ni al que fotografía ciertos momentos inspiradamente (aunque a veces también demasiado teatralmente) iluminados, amén de los audaces planos durante las cargas y los combates, rodados, por lo demás, con innegable efectividad y buen sentido de la acción, destacando el último asedio, durante el cual, por cierto, no quisiera dejar de mencionar un (posible) homenaje a la prodigiosa "Trono de sangre", aquella particular versión de Macbeth que nos dejase Kurosawa en 1957, cuando el usurpador es asaeteado por varios arqueros.

Pero donde flaquea este, a pesar de todo, aceptable film, es en sus afectados y flemáticos actores, y en una narración que, aunque vivaz, acusa sobremanera el reducido metraje, llevándonos de una escena a otra con giros bruscos, pocas veces bien enlazados, siendo buen ejemplo de ésto la falta de transición, si quiera dramática, entre el final de la batalla y la siguiente secuencia, que nos viene como desenlace forzado y abruptamente introducido.

"La furia de los vikingos" es, en cualquier caso, una meritoria y enérgica película que, con su tono épico pobremente conseguido, sus altibajos, sus tópicos y sus flaquezas, no deja de constituir una estimable y curiosa visión sobre las invasiones de aquellos hombres del Norte, pero como pretexto argumental para entretener y divertir momentáneamente a un espectador que, si se aleja de los prejuicios que le traigan a la mente el peplum y no busca aquí nada trascendente, sabrá disfrutarla.

Entretenida película de aventuras, o de género épico, porqué no, que como está realizada por el siempre respetable Mario Bava, contiene elementos de calidad.
El empaque técnico es competente, con buena aunque algo repetitiva banda sonora a cargo de Roberto Nicolosi, un hombre que indudablemente conoce su oficio, y/o la bella fotografía, muy cromática, con rojos y azules intensos, obra del propio Bava y de Ubaldo Terzano. Además los paisajes son bellos, con playas preciosas y una puesta de escena atractiva y eficaz, con gran profundidad de campo.
Tiene los tópicos de rigor, provenientes sobre todo de la magnífica "Los Vikingos", de Richard Fleischer, pero el ritmo es sostenido, no aburriendo nunca y teniendo todos los elementos que dignifican al popular género de aventuras.
Tan sólo una cosa rechina, el que tras la batalla naval, uno de los protagonistas aparezca, tras caer al mar desde su nave, en tierras vikingas, cuando la lucha ha tenido lugar en Britania. Un viajecito, estando exhausto y nadando, se supone, un poquito largo para mi gusto.
Pero dejando esto aparte, que nos lo tenemos que tragar porque está en el guión y punto, la peli se degusta por su amenidad y dinamismo.
Vamos, que estaba bien en su momento y vista ahora, en 2016 sigue haciendo pasar bien el tiempo.
¡Ah y se me olvidaba! Vista ahora se comprueba lo ridículo de la censura española, al escamotear en su día la escena donde se ve que una de las chicas sacerdotisas y el protagonista están enamorados y que por esa razón, él hace todo lo posible para convertirse en rey y así poder casarse con ella.

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Lujosa epopeya vikinga con ruidosa acción, conmovedor drama, peleas violentas, manejo de espadas y batallas impresionantes, pero todo ello sin perspectiva histórica. Ambientado en el principios de Inglaterra de la Edad Media, bajo el parcial dominio de los vikingos. En el 786 d.C. tres barcos Vikingos desembocan en a región de Portland, hay una sangrienta lucha, entonces dos niños vikingos (una vez adultos: Cameron Mitchel, George Ardisson) aparecen abandonados, separados desde su primera infancia, uno es criado por los ingleses y el otro por los vikingos. Los medio hermanos vikingos lucharán por el trono. Esta entretenida aventura contiene saqueos, lanzamiento de hachas, charlas varoniles sobre las glorias de Odín, intrigas vikingas, asaltos a castillos y enfrentamientos heroicos en los muros de un castillo donde se encuentra el enemigo.

Una aventura bastante elaborada, pero al nivel de un cómic-book, tratando con vikingos que luchan contra los británicos por el poder y la gloria en el siglo VIII. Esta divertida cinta contiene aventuras, emoción, buenas escenas de acción y es muy entretenida. Cameron Mitchell está bastante bien, provee una buena actuación como líder de una banda de vikingos que conducen su barco y zarpa hacia tierras desconocidas en busca del reino de Bretaña y a fin de conquistarlo. Un elenco italiano de renombre como George Ardisson, Andrea Checchi y un colorido elenco secundario como Folco Lulli, Franco Ressel, Raf Baldassarre, Franco Giacobini y las hermosas hermanas Kessler que tuvieron una efímera carrera como cantantes. Aunque está llena de estúpidos errores históricos y acontecimientos increíbles, la cinta es bastante aceptable. Excelentes imágenes de ubicación con amplias fotografías de la costa, incluyendo Dover, y Bretaña, e interiores rodados en los estudios Titanus, Appia, Roma, Italia. Fotografía llena de brillo y color del mismo Mario Bava. Espectacular y evocadora partitura musical de Roberto Nicolisi. La banda musical de Roberto Nicolosi fue lanzada en CD por Digitmovies en 2007. Aunque se anunció como la partitura "completa" de 58 minutos, el número de baile de los gemelos Kessler falta misteriosamente. Una posible explicación es que la música que bailan los Kessler es sorprendentemente similar al tema de amor del compositor alternativo Les Baxter de El péndulo de la muerte (1961).

La película está bellamente filmada y dirigida con entusiasmo y fuerza por Mario Bava. Buena dirección junto con excelentes escenas de batalla y una cinematografía y ubicaciones maravillosas hacen que la película destaque. Es una epopeya histórica completamente atractiva que resiste la visualización y especialmente dirigida niños, adolescentes y también porqué no, a adultos fanáticos de las aventuras medievales. No te lo pierdas si eres aficionado a los films de Bava. Mario Bava, conocido principalmente como director del género de terror, no puede resistirse a insertar una escena que involucra a una chica encadenada en una mazmorra húmeda y aterrorizada por una tarántula sostenida sobre su cara en un tanque de vidrio hacia el final de la película, un regalo macabro para su leales aficionados al horror. En otros lugares, Mario filma escenas coloristas e imaginativas, como las que involucran a hombres subiendo escaleras hacia una fortaleza, mientras otros disparando flechas y cosas similares que hacen que la visualización sea entretenida y sorprendente.


Esta básica epopeya histórica pertenece al género vikingo que tuvo un cierto esplendor en los sesenta y setenta, tal como: El clásico ¨Los vikingos (1958)¨ de Richard Fleischer con Kirk Douglas y Tony Curtis; ¨El ultimo vikingo¨ ó L'ultimo dei Vikinghi (1961) de Giacomo Gentilomo con Cameron Mitchell, Edmund Purdom, Isabelle Corey; ¨Erik, el vikingo¨ (1965) ó Erik il vichingo de Mario Caiano con Giuliano Gemma, Gordon Mitchell, Elisa Montés, Eduardo Fajardo; ¨The long ships (1963)¨ de Jack Cardiff con Sidney Poitier, Beba Loncar y Richard Widmark; ¨The Norseman(1978)¨ de Charles B Pierce con Cornel Wilde y Mel Ferrer; ¨La reina vikinga (1967)¨ de Don Chaffey con Don Murray y Andrew Keir; ¨Erik the Viking¨ (1989) by Terry Jones with Tim Robbins ,Mickey Rooney, Imogen Stubbs, John Cleese, Tim McInnerny, Freddie Jones y ¨Las sagas vikingas (1995)¨ de Michael Chapman con Ralph Moeller, entre otros.

Empieza siendo camp y termina siendo una épica de aventuras más bien seria.
La vi sin expectativas porque todos coinciden en que lo mejor por lejos del cine de Bava fueron sus películas de terror y sus giallos, y el resto más bien olvidable o descartable, pero la verdad esta me sorprendió para bien.
Lo peor: la primera parte es rara, empieza con una batalla más bien desprolija para el estilo del director y muy sensacionalista. Después mete momentos camp mechados con otros más bien serios, le cuesta encuentran su estilo definitivo.
Los actores que interpretaban a los supuestos vikingos, salvo las gemelas Kessler, estaban oxigenados o peor, con pelucas.
Lo mejor: la segunda parte mejora en todo sentido, tanto la historia como la dirección, se toma en serio pero sin volverse solemne.
Lo mejor que no toma partido ni por los británicos, ni por los vikingos y eso en una película que trata sobre el enfrentamiento de dos países, no es poco.
Es muy entretenida y pasa de todo, hoy en día para una historia de este tipo harían un bodrio de 2 y media o 3 horas.
La fotografía es maravillosa y no sé el presupuesto que tendría, en general Bava trabajaba con muy poco, pero acá no se nota, aunque esa era una característica suya, hacer mucho con casi nada.

"La furia de los vikingos" (1961): tras "La máscara del demonio" (1960) Mario Bava se puso en plan spaghetti peplum con una historia muy clásica que, aún sabiendo en todo momento por donde va a discurrir, no pierde interés ni emoción.
Y el juego de gemelos que se monta Bava con las hermanas Alice & Ellen Kessler: sencillamente alucinante.
A ver. Su final es algo abrupto, lo reconozco. Siento como que le falta algo al film. Aunque igual es fruto de haber visto la versión yankee, la recortada.