Cásate conmigo

Es exactamente lo que parece: una comedia americana muy recomendable para fans de Jason Biggs. Es entretenida y algunos gags son bastante divertidos. Otros se quedan en lo que pudo ser y no fue. En resumen, para un rato en el que no quieras pensar absolutamente en nada y te hagan gracia estas pelis. Para mí cumplió porque era lo que yo pretendía en ese momento. Es más estuvo mejor de lo que yo pensaba.

Apenas hace una hora he salido del cine. Hoy me apetecía reír y si, he reído mucho. Es una gran película de "gags" y risa fácil, sin pretensiones ni argumento complicado. Se deja ver muy bien y tiene escenas muy inesperadas. Realmente fantástica para pasar un buen rato y reírse mucho.

Jason Biggs mejora en cada película que hace, y sí, es verdad que siempre tiene el mismo papel, pero es que le va como anillo al dedo y es una fórmula que triunfa y encanta a todo el mundo desde que se dio a conocer en "American Pie". De todas sus películas, sin duda, me quedo con esta. ¡A disfrutar!

"Cásate conmigo" es en ocasiones comedia, en ocasiones drama, otras se pone tierna y romanticona y en otras es todo entrelazado haciendo un mejunge difícil de digerir por lo que llegando a su final, todo se ha dicho, realizando un gran esfuerzo, obtienes la conclusión de que es una patraña de tomo y lomo.

Para los que American Pie significó algo en sus vidas durante ya casi una década habrán comprobado como Jason Biggs interpreta el mismo papel de "Jim" en la exitosa saga con unos años de más y si han podido ver alguna más de él, comprobarán que más y más de lo mismo.

Biggs se ha encasillado en el papel de chico patoso y perdedor de buen corazón y que cae bien a la gente al estilo Ben Stiller desde que hizo "Algo pasa con Mary". Biggs sigue el mismo camino, camino correcto para su futuro teniendo en cuenta que Stiller es de los actores más cotizados de Hollywood aunque parezca mentira.

La única razón por la cual escribo esta opinión, es para defender un poco esta extraña comedia cuasi romántica, cuasi escatológica, cuasi del absurdo. Como si de una extraña fusión se tratase, esta cinta no acaba de caer en ninguna de las casillas, mas allá de la palabra “comedia”. Pero este extraño revoltijo da una sabrosa experiencia subjetiva, totalmente recomendable. Es una cinta sin valor cinematográfico o artístico alguno, no es comercial o independiente. Quizá un poco de todo. Es como el sushi que aquí en México se come con chile jalapeño y queso manchego, acompañado de un buen vino y los ingredientes tradicionales japoneses (en sushito coapa, por si alguien quiere saber). En resumen, no la desechen a priori, es buen experimento para una tarde aburrida que quieran ver algo diferente. No hay garantías sin embargo.

Decían los antiguos que para captar la atención del público había que empezar a narrar la historia "in media res", o sea en plena acción. La lección se la debió aplicar el desconocido director y guionista Michael Ian Black. No es mala idea seguir el consejo de los clásicos, sobre todo cuando tienes una historia sólida que contar. El punto de partida es prometedor: al protagonista se le muere la chica cuando le pide en matrimonio, y a partir de esa traumática experiencia, pasa todo 1 año y a instancias de su mejor amigo se lanza a la dura tarea de rehacer su vida... pidiendo en matrimonio a la primera chica que se encuentra en un restaurante. Y ¡¡¡premio para el caballero!!! ésta acepta. El punto de partida es excelente, pero a partir de ahí la peli queda en muy poquita cosa, todo ello a pesar del esfuerzo de su pareja protagonista, sin duda lo mejor de la cinta. El resultado es un irregular conjunto de gags con más o menos gracia, en una película que resulta a ratos gamberra, los mejores ratos con diferencia, y a ratos bobalicona, será porque el amor es bobo. Visto lo visto, ¿alguién sabe dónde reponen una screwball comedy?