Decían los antiguos que para captar la atención del público había que empezar a narrar la historia "in media res", o sea en plena acción. La lección se la debió aplicar el desconocido director y guionista Michael Ian Black. No es mala idea seguir el consejo de los clásicos, sobre todo cuando tienes una historia sólida que contar. El punto de partida es prometedor: al protagonista se le muere la chica cuando le pide en matrimonio, y a partir de esa traumática experiencia, pasa todo 1 año y a instancias de su mejor amigo se lanza a la dura tarea de rehacer su vida... pidiendo en matrimonio a la primera chica que se encuentra en un restaurante. Y ¡¡¡premio para el caballero!!! ésta acepta. El punto de partida es excelente, pero a partir de ahí la peli queda en muy poquita cosa, todo ello a pesar del esfuerzo de su pareja protagonista, sin duda lo mejor de la cinta. El resultado es un irregular conjunto de gags con más o menos gracia, en una película que resulta a ratos gamberra, los mejores ratos con diferencia, y a ratos bobalicona, será porque el amor es bobo. Visto lo visto, ¿alguién sabe dónde reponen una screwball comedy?