Código Emperador

Interesante thriller español en donde, mas allá de algunas situaciones un poco forzadas, aprueba, contando la vida de un agente secreto que al investigar una pareja de traficantes de armas se involucrará con una mucama filipina en una relación que irá poco a poco sumándole problemas a su vida. Además y en forma paralela investiga a un político, supuestamente intachable, tratando de encontrar algo oculto para su jefe. Así se irán sucediendo situaciones que involucran a distintas personas del poder y en donde nadie es lo honesto que aparenta ser. Dentro de las actuaciones encontramos a un correcto, como siempre, Luis Tosar moviéndose en aguas que conoce a la perfección. En síntesis podemos decir que es un film que entretiene y que muestra como se manejan los trapos sucios en las altas esferas del gobierno, no importa el país que sea.

Interesante thriller español que nos lleva por las tan cacareadas "cloacas del estado", un viaje a través de tramas criminales perpetradas por altas esferas para influir en todos los aspectos de un país: política, económica y hasta socialmente. Con un estilo visual riguroso y frío, Jorge Coira (Hierro, serie de TV) se adentra en una trama que no deja títere con cabeza mostrando los tejemanejes más siniestros que puede alcanzar a la sociedad más vanguardista que se precie, demostrando que el fuerte, aunque vista de traje, sigue dominando con puño de hierro al resto de la sociedad. Con habilidad, la historia se va desarrollando desde un hecho aparentemente causal y nimio hasta desembocar en algo de consecuencias mayores. Aquí radica el punto fuerte de esta producción, rasgando centímetro a centímetro una tela hasta descubrir todo lo que tapa.

Con una intriga contenida, de lenta cocción, los personajes van reuniéndose alrededor de un círculo que se estrecha cada vez más hasta que los hace confluir en unos minutos finales que mejoran un comienzo dubitativo. Así, descubrimos el ambiguo personaje de Luis Tosar (Los Lunes al Sol), que como siempre establece un rol sólido de protagonista y que va evolucionando según acaecen los hechos a su alrededor. Le secundan las buenas interpretaciones de Alexandra Masangkay (El Hoyo), Denis Gómez (Néboa), Georgina Amorós (Élite) o Miguel Rellán (Amanece que no Es Poco). Esta confluencia de personas e intereses provoca que el desenlace se vaya desbrozando como ramajos donde los favores y los chantajes son parte primordial de un juego poco limpio.

Jorge Coira entrega un thriller aseado que no necesita de demasiada acción y ruido para mantener al espectador entretenido en su sofá. Quizás se le achaque falta de potencia y un inicio dubitativo en la trama que va mejorando según pasan los minutos, con actuaciones convincentes (Georgina Amorós estupenda) y un mensaje poco alentador.

Espesa peripecia de espionaje policíaco con técnicas informáticas. El fondo está bien: cómo se pueden emplear las modernas tecnologías para tapar trapos sucios de alguien o para hundirlo, inventándolos si hace falta, etc., pero no ofrece puntos de enganche al espectador ni casi nada con lo que se pueda identificar emotivamente, por lo que produce sensación de pesadez; queda todo demasiado distante y frío, a pesar de su clara conexión con aspectos de la realidad. No es mala película para nada, pero deja la sensación de que habría sido mejorable con otro enfoque o con otro "algo" que implique más la emotividad del espectador, sin caer, por supuesto, en los clichés ni las tonterías.

Estamos ante un thriller de espionaje ambientado en las cloacas del poder. Comienza la obra cuando la empleada de hogar filipina Wendy (Alexandra Masangkay) es rescatada de un supuesto rapto por Juan (Luís Tosar), un agente de policía. Así, puede colocar unas cámaras donde trabaja la chica.

Con el tiempo, el agente acabará por establecer con la muchacha una relación que cada vez será más íntima y compleja. Entre otras, ambos gustan del cine y se citan para ver asiduamente películas (guiño a la cinefilia).

En paralelo a su actividad oficial de poli, Juan realiza otros trabajos “no oficiales”, para proteger los intereses y la vida de ciertas élites poderosas del país, o chantajear a políticos. Nuestro agente es un fontanero de las cloacas del poder.

Es una cinta de alta velocidad, hábilmente diseñada a través de los oscuros y ásperos túneles del poder policial y del propio Estado. Cuarto largometraje de Jorge Coira, una especie de intento español de unir el género policial y el thriller, con lo institucional y lo político español, en cierta fábula real.

El filme, de la mano de Coira tiene pulso y cumple sobradamente con los niveles dramáticos, de ritmo y de tensión, como para que el espectador se mantenga en la butaca y fijada la atención en la pantalla, pues la película entretiene habla también de la corrupción y la extorsión dentro del sistema.

El peso principal de la cinta cae sobre los hombros de un confiable Luis Tosar, bien acompañado de la etérea y dulce Alexandra Masangkay, amén de unos/as eficientes actores de reparto, donde destaca Miguel Rellán, entre otros.

Excelente libreto escrito por Jorge Guerricaechevarría, donde hay una ambigüedad calculada, operaciones policiales inconfesables y enigmas morales diversos.

El protagonista Juan (Tosar) es, además de policía, alguien que se emplea en encubrir escándalos, solucionar entuertos y otros asuntos turbios pues, como dice su jefe: “España tiene que seguir siendo el mejor país del mundo para vivir”.

Hay también un interesante capítulo sobre la reputación de los políticos, que luego podrá utilizarse como forma de chantaje (el chantaje como importante moneda de poder).

Y el periodismo, parte muy interesada en todos estos tinglados. El punto donde converge todo esto lo resume la reportera Charo (estupenda Botto), desesperada por su próxima primicia.

Quizá el mejor mensaje de esta obra es que tras los más turbios asuntos de las cloacas del Estado o de la policía, hay personas que en algún momento caen del caballo y se persuaden de que la verdad existe y es necesaria.

En esta historia, es el más duro y “mandado” al que, una vez enamorado, se le abren los ojos para ver una dimensión más honesta y feliz para su vida.

Porque lo que se cuenta en la peli es absolutamente tremendo, penoso y que todos sabemos veraz: estamos controlados y manipulados, no necesariamente para bien, por instituciones policiales o de la Inteligencia (CNI).

Una narración suficientemente intensa y bien llevada. Podemos ver desvíos a Budapest y Panamá, para recordarnos cómo es el crimen organizado internacional.

Tosar aportando en todo momento sus toques de calidad a todos los proyectos a los que está vinculado, en todos, mentira tras mentira que Tosar interpreta convincentemente, como el excelente actor que es.

No hay demasiado humor, pero sí ingenio. El humor escasea, pero hay chispa.

Un thriller con trazas hollywoodienses, un guion bien escrito y unas interpretaciones buenas donde destaca un Tosar rocoso y tierno a la vez.

Publicado más extenso en revista ENCADENADOS: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6555-codigo-emperador-2

Un thriller impecable, sólido y lo más aterrador, creíble, el que ha escrito Guerricaechevarria, probablemente el más redondo de su carrera como guionista. Se agradece el tono alejado de parafernalias de acción excesiva made in USA y que Jorge Coira director encauza con ritmo acertado y escueto estilo visual al servicio del fondo del asunto que no es otro que el de como los poderes que nos gobiernan ejercen dicho poder. La cosa no sorprende pero con las nuevas tecnologías da vértigo.

Un reparto coral estupendo con un Tosar al que echaba de menos, pletórico de contención y sinceridad. Poco a poco y cada vez más las películas de género en España van encontrando su propia voz con notables resultados.

cineziete