Código Emperador

Al ver el tráiler que, a grandes rasgos, parecía prometer mucho fui a ver esta película protagonizada por el gran Luis Tosar.
En este thriller Juan (Tosar) trabaja como agente del servicio secreto y, al mismo tiempo que investiga un caso oficial, realiza otros "trabajos" o arreglos para las personas más poderosas del país. Poco más se puede decir sin entrar en spoiler, aunque la verdad es que tampoco hay que descubrir mucho más.

A priori la premisa es interesante. Una red de poder en la que están envueltas personalidades del mundo del espectáculo, políticos, etc. y que se protegen los unos a los otros. Podría haber sido una buena película. Y digo que podría porque al final no lo es.

Con un inicio bastante flojo en el que no se nos explica prácticamente nada y en el que el espectador debe imaginarse casi todo, se hace difícil entrar en el ritmo de la película y sumergirse en la trama. Se concatenan diferentes escenas cuyo único hilo conductor parece ser la presencia del propio Tosar y se realizan cambios de localizaciones que en ocasiones tampoco tienen explicación o que, de tenerla, no parece estar clara. Lo que se nos presenta como muy relevante y a lo que la película da especial importancia finalmente resulta no serlo y viceversa. Y esto no es deliberado para despistar. Ojalá lo fuera.

El guion hace aguas y no se sostiene. Da la impresión, y quiero pensar, que le han "metido tijera", como si hubiesen tenido demasiado material y al intentar reducir la duración de la película se hubiesen eliminado ciertas escenas. Dichas escenas son las que se echan de menos. Todo ello convierte el filme en lo que parece ser un tráiler de una hora y media y en este tráiler aparecen escenas interesantes pero que no guardan conexión ni nos presentan una historia lógica en su totalidad. Y es una lástima porque se podría haber hecho algo mejor con una sinopsis así.

¿La recomendaría? Se deja ver si estás aburrido, pero sin muchas pretensiones.

IG: @amanda_c_1991

*¿El fin justifica los medios?

A menudo surge la disyuntiva entre actuar con honradez u olvidarse de los escrúpulos. Sobre todo en asuntos relacionados con la política, donde todo es válido, sólo es necesario lavar la imagen.

Estamos en un mundo en el que las apariencias, la imagen, priman sobre la honestidad. Si lo pareces, lo eres. Y esto es válido en todos los ámbitos: deportes, moda, negocios...

Algunos medios de comunicación se encargan, en un momento dado, de distorsionar y ocultar lo que no interesa que se vea. La cara oculta de la luna.

En Código Emperador, se encarga María Botto de interpretar a una periodista ávida de sucesos importantes, pero siguiendo un código de honor. Al final del largometraje demostrará que merece la confianza de su confidente.

La codicia y los vicios suelen ser malos consejeros. Cuanto más alto se está en la escala social, más se debe aparentar, pareciendo que se está protegido por una especie de impunidad para realizar todo tipo de comportamientos reprochables. El dinero puede ser un potente limpiador.

*El bueno, el feo y el malo

No, no nos vamos a ir al lejano oeste, ni viajaremos en carretas, aunque sí habrá disparos. Pero sobre todo habrá varias historias, que no por ser habituales son menos deleznables.

Parece que nos estamos acostumbrando a estar rodeados de casos de corrupción, incluso dentro de las fuerzas de seguridad y orden como es la policía. Y es que el dinero es muy goloso.

El famoso y veterano actor Miguel Rellán, sería el feo de la película. Interpreta a un alto mando en la policía que se encarga de ordenar que se lleve a cabo una amplía operación de limpieza, no precisamente con detergente.

Para representar al malo nos surge un problemilla, y es que hay varios. Pero así, de primeras, se me ocurre a "Ángel", uno de tantos políticos, que sin importar al partido que pertenezca, tiene mucho que ocultar. Interpretado magníficamente por Denis Gómez, le pondrán en un considerable aprieto del que no se librará fácilmente.

El bueno, aunque con ciertas reservas, no podría ser otro que Luis Tosar, el protagonista. Un tipo duro que está acostumbrado a obedecer las órdenes que le ordenan, sin pensar mucho en si los medios que emplea son verdaderamente íntegros.

Pero no podía faltar la dama que confiere un antes y un después al firme policía que siempre obedece. La joven Alexandra Masangkay, en su papel de Wendy, es una sencilla sirvienta filipina que aporta un toque de dignidad a tanta corrupción.

*Conclusión

Código Emperador es una extraordinaria película que muestra las grandes lacras de la sociedad global en la que vivimos.

Entretenida, ágil y muy interesante porque todos sabemos lo que ocurre dentro del mundo de los bajos fondos, o no tan bajos, pero no sabemos exactamente cómo actúan.

Todos sus personajes están magistralmente interpretados. No podría dejar de mencionar a Georgina Amorós dando vida a una joven que resulta primordial en la resolución de uno de los casos de "limpieza en seco". Ni tampoco a Laura Domínguez, compañera de profesión de Juan, una mujer que se limita a cumplir órdenes.

Escrito por Irene Abecia Navarro

Humm. Buen trabajo actoral, ritmo sólido sin tiempos muertos, edición competente, buenas localizaciones, una banda sonora funcional -- ¿qué falla pues?

El guion. Pese a algunos diálogos atinados, se aprecia una falta de foco narrativo (de tres historias que se tratan, ninguna parece ser el hilo principal), la progresión de la historia de amor que se nos cuenta va a saltos (algo apreciable sobre todo al principio y no queda muy claro qué está en juego para el protagonista del largometraje, lo cual es un problema para un largo de intención mainstream como el que nos ocupa.

Una puñetera pena.

Eso sí -- da gusto ver que el cine patrio no trata ya lo español con complejo de inferioridad: aquí hay hotelazos, casoplones de vicio, espionaje high tech y viajes por el mundo para traficar influencias. Bene, bene.

NOTA - En cuanto al guion, está detrás de él Jorge Guerricaehevearria, que ya hizo cosas tan irregulares como QUIEN A HIERRO MATA. ´nuff said.

Película tibia, fría donde nunca parece que pasa nada, nada mas allá de una presentación de personajes y de 3 o 4 casos de corruptelas, más o menos facilonas flojas, algo etéreas que nunca llegan a rozar ni mucho menos rasgar la superficie de lo que debería de ser el problema concreto o la denuncia social que antaño se hizo desde nuestro cine.

Dónde quedaron aquellas películas de cuando gobernaba el PP como:

El reino 2018 (gobierno del PP),

El hombre de las mil caras (gobernaba el PP), y la genial

Cien años de perdón 2016 (gobernaba el PP) diciendo aquello Luis Tosar de a: " A Rita Barberá no le gustara la promoción".

Ahora no!, en vez de hacer una película sobre el mayor caso de corrupción es Europa "caso ERTE" andaluz, o las comisiones que han robado los sindicatos UGT o CCOO, o los robos que han hecho gente como Monedero, o maletines llenos de Oro que recoge todo un ministro del PSOE!, nos marcamos una película en un Madrid sin alma, en una ciudad que podría ser cualquiera, hablando de un futbolista, un tema de una "bomba absurda" y un político honrado; y de como "el Estado", que somos todos, lo corrompe para que el sistema siga funcionando.

La bajeza moral del cine español es un hecho probado, el "mamporreo" con el PSOE y Podemos es y ha sido siempre cristalino y transparente, tal vez lo único nítido del cine patrio junto con sus subvenciones dobladas en gobiernos de izquierda, y por todo ello, no debería sorprenderme esta cinta, ni ninguna otra del mismo estilo, pero uno sigue creyendo en el buen hacer de los directores españoles esperando un imposible

Prueba de mi apoyo es que pese a todo, esta película se merece como mucho un 4 y le pongo un 6 en apoyo a nuestro cine.