El patriota

Hay una cosa que admiro de Roland Emmerich: jamás deja que de pequeños detalles como el rigor histórico o el sentido común le estropeen la comercialidad de la película que esté rodando. Si la gente quiere ver al presidente de EEUU pilotando un F18 contra alienígenas, pirámides voladoras, egipcios contra mamuts o a Will Smith hostiando a un marciano, pues se ajusta un poco el guión y listo, problema resuelto. Desconozco si esa bipolaridad le provoca algún cargo de conciencia, pero estoy seguro de que no es nada que no se pueda superar mirando a final de mes el extracto de la cuenta bancaria.

Probablemente, "El Patriota" es la más contenida de sus películas, o por lo menos la que menos profana la parte histórica. De hecho, casi se puede decir que la profana lo mínimo imprescindible para conseguir ese 100% de espectacularidad que su filosofía le obliga a proporcionar y, en lugar de profanación se puede hablar de las típicas licencias literarias que exaltan los valores de democracia, libertad y honestidad norteamericanas (a estas alturas eso no puede molestar demasiado a nadie) o "pulen" las biografías de los protagonistas (inspirados en personajes reales) para eliminar ciertos aspectos polémicos o para potenciar su faceta perversa.

Supongo que en esta ocasión Roland consideró que con un guión que da tantas vueltas y que tiene batallas, venganzas, enamoramientos, más batallas y contravenganzas llegaba y sobraba para mantener entretenido al espectador las dos horas y media que dura la película sin necesidad de meter elementos fantásticos (ejem, vale, sí, el tomahawk-boomerang sobraba). Por si eso no llegaba, ha prestado un especial cuidado a la ambientación (fotografía, vestuario, armamento...) con espectaculares batallas en medio de idílicas campiñas. Todo es técnicamente impecable.

Interpretativamente no hay mucho que contar. Mel Gibson hace de lo de siemp... quiero decir, de vengador justiciero atormentado en plan "yo no quería, han sido las circunstancias las que me han obligado a masacrar casacas rojas" y, como lo hace estupendamente y no tengo nada en contra de que cada uno haga lo que mejor sabe hacer (a mí me la sopla eso de los retos interpretativos) pues me parece estupendo. Lo mismo se puede decir de Heath Ledger, de Tom Wilkinson y del chico raro que también sale en Everwood... Aunque en realidad sí que hay algo que contar: Jason Isaacs (el pollo que hace de malo) borda su papel transmitiendo maldad, elegancia y cinismo sin despeinarse, sin mover una ceja, sólo con la mirada. Es uno de esos casos de acierto total en la elección del actor para el papel: todo un villano a la medida del superhéroe que es Mel.

Una gran película. No es una lección de historia (ni lo pretende), no es una biografía (ni lo pretende) y no es cine de culto (ni lo pretende, por Dios), pero es de esas películas espectáculares que se dejan ver una y otra vez.

Con esta película intento Emmerich hacer un segundo Braveheart, pero esta vez basándose en una historia de la guerra de la independencia americana, pero aunque en principio la historia estaba bien planteada y con un argumento que podía dar juego, algo se le escapo de las manos a Roland, y fue la intensidad de mantener al espectador pegado a la pantalla, que Mel si consiguió. Conforme avanzaba la película, uno iba encontrándose con momentos de aburrimiento, faltos de carisma en los personajes y en el guión, y haciéndose algunos momentos la historia algo lenta.

Aun así, su planteamiento fue muy bueno y la trama en rasgos generales también, donde nos encontramos que no todo es lucha y sangre, sino que nos encontramos sentimientos tanto por su parte como actor, como por los demás actores que participaban, dándole un pelín mas de intensidad a la historia y de sentimentalismo. También cabe destacar el tema de la libertad, visible durante toda la película, donde el pueblo es oprimido por el invasor, mostrando sus miedos e inquietudes, y las ansias de estor de conseguirla a través de la fuerza y la estrategia, y dando esperanza al pueblo americano.

Por ultimo añadir, que si Roland se hubiera centrado más en la historia, en lo bélico y obviando algunos fragmentos algo lentos de la historia, hubiera conseguido una historia más dinámica y de mayor intensidad.

Antes de catalogar a cualquier filme que se precie, es conveniente saber de antemano cuales han sido las intenciones de sus creadores a la hora de realizar su película; el tándem Emmerich- Evlin (autores de engendros fantásticos como Independence Day o Godzilla y de ese último insulto al cine que ha sido 10000 B.C pero también de estimables propuestas como Stargate) no engaña a nadie y reconforta saber que en el mundillo cinematográfico hollywoodiense aún hay quienes ponen las cartas boca arriba y nos confeccionan un simple, llano, puro y fácil “plato precocinado” con alma de blockbuster, artificioso pero resultón, manipulador pero no mentiroso, con la única finalidad que la de contentar a cuanto más público mejor y sobre todo entretener durante casi tres horas (que se mastican sin problemas) con una batallita en donde hay buenos muy buenos y malos muy malos y, además nos sirve de termómetro al comprobar lo provechoso que resulta rodearse de un equipo decente, que va desde un guionista eficaz como Robert Rodat (autor del libreto de Salvar al soldado Ryan) pasando por un director fotográfico de gran nivel como Caleb Deschanel (La pasión de Cristo) y una fastuosa partitura de John Williams eso sí, todo al servicio de su rutilante estrella, un maduro Mel Gibson.

El patriota no es ni más ni menos que un producto digno, inaudito en Emmerich, mucho más sensible de lo que nunca uno pudo imaginar, y por encima de todo es un COLOSAL filme épico (sin ninguna base histórica argumental, pues no la necesita) con la suficiente dosis de aventura y adrenalina como para al menos hacernos pasar unas horas la mar de frescas en estas fechas de calores perecederos, rescátenla.

LO MEJOR: Que a pesar de ser un entertaiment para toda la familia no escatime en sangre ni violencia y el poder recuperar la interpretación del malogrado Heath Ledger, aquí como desdichado hijo del personaje de Mel, y ahora tan en boca de todos por motivos obvios pero principalmente por su rol póstumo en El caballero oscuro (ese globo hinchado…sí tenía que decirlo) como Joker.

LO PEOR: Podría enumerar cientos de motivos (ahí está toda la filmografía de Emmerich para corroborarlo) pero uno también tiene debilidades y es justo el reconocerlas.

Se trata simplemente de una película espectacular que gustará a los aficionados tanto de la historia como de la épica. Su fotografía es impresionante y para la mayoría de los fans de las batallas y las películas de aventuras o bélicas siempre será grato disfrutar de esas formaciones de casacas rojas en movimiento y esos verdes prados bajo el sonido de la artillería.

El título lo dice claro, si no te gustan las patriotadas no la alquiles, pero la calidad del filme es indiscutible.¿Más de lo mismo? Si, pero para gustos los colores.

Esta película tiene de mi parte todo un 10, sin duda se puede considerar como una superproducción cinematográfica, una gran actuación de Mel Gibson, además de un gran aporte las actuaciones del los esclavos, que dan gran realismo para la época, recomiendo esta película a todas las personas amantes de la historia, siendo también esta película pertinente para aficionados a la acción, al drama y a la guerra.